7. 말하다

3.6K 361 204
                                    

Alice.

Dudé entre colgar el teléfono o esperar a que lo hiciera él. Al final, no me atreví a adelantarme y solo terminé la llamada cuando hubo sonado el primer tono que indicaba que la línea volvía a comunicar. Solté un largo suspiro. Había estado conteniendo el aire durante demasiado rato a causa de los nervios, así que moví la cabeza de un lado a otro para destensarme antes de entrar en casa.

Tenía sentimientos encontrados en cuanto a todo aquello. La aparición de Yoongi de nuevo en mi vida había provocado un huracán de acontecimientos de los que ya me era difícil escapar. Aun así, irónicamente no quería que se volviera a marchar.

Después de ver su interés por preguntar sobre mi vida el primer día que nos encontramos, su torpe invitación a un café la mañana siguiente y el terrible incidente que ocurrió a continuación, recordé la razón por la que me había enamorado de él y no de cualquier otro. Yoongi era una de esas personas que se empeñaban por mostrar su cara menos amable al mundo, por luchar pasivamente ante los ataques de la sociedad. Era esa clase de persona que odiaba a casi todo el mundo, pero porque cuando amaba lo hacía de verdad, de la manera más pura y pasional.

No penséis que esa manera de actuar apareció en él por amor al arte. Yoongi había sufrido. Había pasado por tantas cosas a lo largo de su vida, que sentía que en vez de veintiséis años, tenía cuarenta.

Yo sabía todas aquellas cosas. Sabía cómo se sentía, incluso con respecto a cosas que no me había contado personalmente.

—¿No prefieres dejar aquí el piano, princesa? —me había preguntado Jimin justo un par de días antes de nuestra mudanza definitiva a Seúl.

Recuerdo cómo negué con la cabeza tan efusivamente que él no pudo hacer otra cosa que reír y cabecear. Porque, en el fondo, sabía lo que significaba para mí.

—Tenía mucho valor sentimental para Yoongi —me confesó mientras conducía, esa misma semana, de camino a nuestro nuevo hogar. No podía ver sus ojos a través de las oscuras gafas, pero sabía que le producía cierta tensión hablar sobre aquel tema—. Se lo regaló su madre cuando solo era un crío. Él no te habló de su familia, ¿verdad?

Le miré expectante porque incluso a mí me sorprendía que quisiera hablar sobre ello. Pero no tuve que pensar demasiado para darme cuenta de que lo único que Jimin quería era normalizar la situación; hablar de ello para que no se convirtiera en un crepitante tema tabú que causara conflictos entre nosotros en el futuro.

—Se podría decir que para Yoongi fue una señal de que su familia le apoyaba. Que le animaba a cumplir sus sueños, ya sabes —hizo una breve pausa para carraspear—. Pero supongo que esa fue la única señal. Antes de debutar como grupo nos contaba más cosas sobre su familia. Llegamos a ser muy amigos —se encogió de hombros pero siguió concentrado en la carretera—. Ni siquiera pasaba las Navidades con ellos, ni les llamaba cuando los demás lo hacíamos.

—Debe haber sido duro para él —se me escapó mientras Jimin hablaba, e intentaba recordar vagamente los momentos en los que me pudo hacer referencias a su pasado. Sin embargo, eran prácticamente nulos.

—Sí, debió ser duro —confirmó él.

—Jimin —comencé, tras unos segundos de incómodo silencio—. ¿Por qué dejasteis de ser amigos?

Lo sorprendente es que se limitó a soltar una breve carcajada y a alzar las cejas. Ni siquiera me contestó a aquella pregunta, pero sabía que no era porque no quisiera. Probablemente también se le hacía duro recordar aquella etapa de su vida; la etapa en la que los sueños de aquellos siete chicos se desmoronaron. Así que opté por cambiar de tema con rapidez.

Non-Ethereal » Min Yoongi 《CLOSED》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora