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Maki Nishikino comenzó a correr sin un objetivo fijo. Solo quería huir. Antes de cerrar la puerta de la escalera de emergencia detrás de ella, juró que escuchó que alguien gritaba su nombre. Pero lo ignoró y siguió corriendo, aun cuando estuvo cerca de caer rodando por las escaleras en varias ocasiones. A pesar de estar en el último piso de un edificio alto. Pronto estaría fuera, en la fría noche de Tokyo, y seguiría corriendo. Aunque las nubes pronosticaran mal tiempo. Aunque otras personas la miraran sorprendidos. Aunque sintiera presión en su pecho y no tuviera idea de dónde se encontraba.

Solo quería correr.


En la entrada del apartamento de Nico Yazawa, sus hermanas menores la encontraron tirada en el suelo con los brazos extendidos, como si se le hubiera escapado algo. Corrieron a levantarla y meterla en casa, y a duras penas se mantenía consciente. Horrorizada, Cocoro comenzó a marcar a emergencias y Cocoa salió disparada a buscar un botiquín. Sin embargo, los quejidos de Nico pararon a ambas, y se apresuraron a ir a su lado. Su cabello le tapaba el rostro, y Cocoro se lo hizo a un lado gentilmente. Al verla, casi lloraron de emoción.

-La vi, era ella, ¿verdad? Maki-chan...

Su hermana sonreía como no la veían sonreír en años. Era honesta, pura e irradiaba calor. Aunque el resto de su cuerpo pidiera a gritos descanso, su sonrisa solo quería más. 

Quería más de Maki.

Levantándose con dificultad, Nico miró fijamente a Cocoro antes de hablarle en susurros.

-¿Qué hacía aquí? Ustedes... ¿qué hicieron?

-Solo queríamos... Bueno, queríamos... Yo...

-Basta, Cocoro - Tomando el mando, Cocoa la interrumpió - Hermana, queremos lo mejor para ti. Y obviamente eso es Maki-chan, no puedes negarlo.

-Les dije que no se...

-¡No podemos! ¿de acuerdo? TENEMOS que meternos. ¡Eres nuestra hermana mayor, maldita sea! - Lágrimas surcaban el rostro de Cocoa, pero no se preocupó en secarlas - ¡No podemos estar al margen cuando lo que quieres es obvio y te lo niegas a ti misma!

-Yo no... No sé qué...

-Ah, pero esa Maki sí que es un problema - Renegando, Cocoa ignoró a su hermana - Ni siquiera tiene su cartera con ella, lo dejó todo en el restaurante, ¿y aun así sale corriendo? No creo que conozca esta zona muy bien...

-¡Cocoa! - Horrorizada, Cocoro puso sus manos sobre la boca de su hermana menor.

-Ah... Esto, no dije nada.

Aquello despertó a Nico de su ensoñación. De pronto, estaba atenta a todo y en forma.

-Espera un momento, ¿Maki-chan está allá fuera, sola?

-Pues eso depende, ¿qué religión tiene?

-¿Y sin celular o dinero?

Sin esperar una respuesta, Nico comenzó a avanzar hacia la puerta, decidida a ir a buscarla. Sin embargo, Cocoa fue más rápida y la tomó del brazo.

-Sé lo que intentas, y no lo hagas - Su voz estaba llena de autoridad, y las lágrimas que surcaban su rostro solo la hacían más imponente - A duras penas puedes mantenerte en pie.

-Pero... Cocoa, debo ir, Maki-chan me... No, yo la...

Y, de pronto, silencio. Nico no podía decir nada más, las palabras se atoraban en su pecho, incapaces de salir. Palabras que se había prohibido pronunciar por años.

Entonces, Cocoro interrumpió el silencio.

-Tengo una idea - Luego, tomó a Nico por los hombros para mirarla fijamente - Déjalo en nuestras manos, Nico nii.

Nuestro mejor momento [NicoMaki] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora