Aquella tarde, Saga volvía a casa después de pasar el rato con Camus y Milo. Era extraño, hacía apenas unos minutos que había visto a Camus y ya le echaba de menos. ¿Verdaderamente se estaba enamorando?
Caminó hasta la parada de taxis más cercana y cogió uno hasta su apartamento. Entró al edificio, subió en ascensor hasta su piso y, justo cuando acababa de abrir la puerta, sintió un fuerte golpe en la cabeza y se desmayó.
~~
Saga comenzó a abrir los ojos poco a poco. Lo veía todo muy borroso. ¿Dónde estaba? ¿Cuánto tiempo había pasado desde que se desmayó?
Se sentía débil, muy débil. Sin fuerzas. Comenzó a recuperar del todo su visión y observó que estaba en su propia habitación. Intentó levantarse, pero no podía, algo se lo impedía. Además de no tener casi fuerzas tenía las muñecas atadas a la cama.
Miles de pensamientos se le pasaron por la cabeza en ese momento, razonando porqué estaba así. Los nervios le atacaron, por primera vez en mucho tiempo sentía miedo. Oyó unos pasos en el pasillo y vio aparecer a Shura, que como siempre, llevaba esa despreciable sonrisa dibujada en sus labios.
- ¿Qué... qué crees que estás haciendo, Shura?
- Solo cojo lo que me pertenece.
- Yo no te pertenezco.
- Sí. Eres mío, y ya te lo dije. Yo quería hacer esto por las buenas, pero por lo visto has decidido a las malas.
- ¿Qué clase de droga me has dado? ¿Por qué no puedo moverme?
- No te preocupes, solo relájate. - dijo con otra sonrisa más diabólica.
En ese momento, Saga cayó en la cuenta de que estaba sin camisa, con su torso al descubierto. Observó cómo Shura comenzaba a despojarle de sus zapatos, pantalones, y la ropa interior.
Intentó con todas sus fuerzas pegarle una patada en la entrepierna, pero apenas podía levantar las piernas del colchón. Su respiración se tornó más agitada cuando sintió la lengua de Shura en su cuello.
- Shura, por favor para, no me hagas esto. No te he hecho nada para merecer esto.
- Me rompiste el corazón, y yo te sigo deseando. Me vuelves loco, Saga.
Shura continuó el recorrido de su lengua bajando por el pecho de Saga. Lamió sus pezones, pero no escuchó gemido alguno por parte de su acompañante. Saga se mordía los labios intentando reprimir los gemidos. Sentía asco por sentir placer ante aquellas caricias.
- Vamos Saga... Quiero oírte gemir.
- No te daré esa satisfacción.
El peliverde mordió fuertemente su pecho dejando la marca de sus dientes y Saga ahogó un grito.
- Eso está mucho mejor.
También mordió su clavícula y más partes del pecho, dejando un rastro de marcas, quería que el cuerpo de Saga quedara marcado por él como muestra de que era solo suyo. Bajó hasta el ombligo y lo mordisqueó con un poco más de delicadeza, aunque eso no significaba que no le hiciera daño.
Y finalmente, comenzó a repasar con su lengua el miembro. Gemidos tímidos escapaban de la boca de Saga, era imposible reprimirlos. Shura miraba a Saga complacido mientras clavaba sus dientes y los arrastraba arriba y abajo, el peliazul sentía una mezcla entre dolor y placer.
Poco después de eso, sintió los dedos de Shura introduciéndose en su entrada, e intentó moverse hacia los lados para impedirlo, pero de nuevo, sus fuerzas le fallaron.
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Esta es la historia sobre cómo conocí a un francés.
FanfictionSaga, un chico apuesto, bueno en los estudios, amable, educado... Prácticamente con una vida perfecta, se ve de repente agobiado por todo lo que le rodea. Pero inesperadamente conocerá a un chico que le ayudará y apoyará, y del que es muy probable q...