Capítulo 7: Noche romántica.

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Ya había pasado una semana desde que Saga y Camus habían empezado a salir y todo seguía como el primer día, eran muy felices juntos.

Ese día, ya habían salido todos de sus respectivas universidades y ahora caminaban por la calle porque habían decidido ir a comer juntos. Aioros y Kanon iban cogidos de la mano como dos enamorados, Milo llevaba a Aioria cogido de la cintura y Saga... bueno, Saga iba solo porque Camus no estaba.

- ¿Dónde comemos? - preguntó Aioria.

- Yo no tengo mucho dinero, así que propongo ir a un sitio de comida rápida - dijo Kanon.

Todos estaban de acuerdo, así que fueron al primer "fast food" que encontraron. Pidieron unas hamburguesas para comer y se sentaron en una mesa con sofás.

- Y dinos Saga, ¿cómo vas con Camus? - preguntó Milo.

- Muy bien, la verdad.

- ¿Ya habéis tenido vuestra primera discusión de pareja?

- Pues no...

- Dale tiempo, que las tendréis.

- No seas aguafiestas, Milo. - le riñó Aioria.

- Pero vamos, si nosotros las tenemos continuamente, es algo normal.

- Bueno, y ya habéis hecho... ya sabes, eso. - dijo Kanon pegándole codazos a su hermano.

- Follar, Kanon, follar. - aclaró Milo.

- Si bueno, yo no quería ser tan brusco. - aclaró el gemelo menor.

- Pues... todavía no. - dijo Saga sonrojado.

- ¿En serio...? - preguntó Milo incrédulo.

- Queremos que sea en un momento especial. Aunque hoy podría serlo, hemos quedado para cenar en mi casa y ver una película.

- Pues ya nos contarás. - dijo Milo.

- No seas cotilla. - le riñó de nuevo Aioria.

- Pero si no lo soy, solo quiero saber si lo hacen.

- Pues eso, cotilla, es la vida de los demás.

- Que no.

- Que sí.

El peliazul sonrió y se abalanzó sobre su novio y comenzaron a besarse fogosamente.

- Creo que estos dos se entienden de maravilla. - comentó Aioros riéndose.

Poco tiempo después, Milo y Aioria acababan con su "mini reconciliación" y la comida se estabilizó un poco, hablando de temas variados, cosas de la universidad, etc.

Cuando hubieron terminado, Saga se despidió de todos ellos y cogió un taxi hasta su apartamento. Camus llegaría en unas horas y quería estar listo a tiempo. Pensó que lo mejor sería hacer primero la cena y después ya ducharse y vestirse, así que se puso manos a la obra ya que ni siquiera tenía nada pensado para hacer.

Cogió un libro de cocina que tenía por ahí desde hace tiempo y comenzó a ojear las páginas. Muchas no le convencían, pero finalmente vio una que sí.

- Solomillo en salsa de naranja y jengibre... No parece difícil... Y si algo sale mal siempre puedo pedir una pizza... O pedir ayuda a alguien... Además tengo todos los ingredientes que hacen falta.

Saga decidió ponerse manos a la obra y comenzó por la salsa de naranja, y una vez que creyó que ya estaba hecha, la dejó a un lado y se puso a preparar el solomillo.

Mientras éste estaba en la sartén, le dio por probar la salsa. Cogió un poco en una cucharadita de café y se la llevó a la boca. La cara de asco que puso Saga en ese instante fue un momento memorable.

Esta es la historia sobre cómo conocí a un francés.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora