El Acuerdo

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-¿¡DE QUE CARAJOS ESTA HABLANDO!?-

Me exaspero.

Definitivamente este viejo esta aun más loco de lo que pensaba ¿Nuera? ¿¡Pero que le pasa!?

El rie por lo bajo y sacude la cabeza.

-Mi querida Nala dejame que te lo explique-

-Aqui no hay nada que explicar- lo contradigo -No se a que se refiere pero si es lo que estoy pensando le aseguro que...-

-No sabes ni lo que dices porfavor tomé asiento y lo discutiremos más tarde si aun tiene la necesidad-

Le ago caso y enfurruñada me siento.

-Buena elección Nala-

-Señor Blackfield yo...-

-Señorita Nala... ¿me dejar hablar?-

-Bien- me resigno.

-Muy bien Nala pues aquí está la verdad, Cuando la guerra inicio tú padre estaba pospuesto a destruir mi creación yo estaba dispuesto a destruir la suya.

Así que ¿Porque no destruirle su matrimonio?

Bien pues así pasó destruir lo que le importaba y le era importante

Convertir a su esposa en la mía no sería difícil sólo una mordida y una distorsión en su memoria.

Más ella lo amaba y...-

-Y aún así se la arrebataste-

-Eres lista.

Como decía tú madre lucho por lo que también era de ella y me inyecto un veneno tan letal que materia en cuestión de años incluso a un vampiro creía que era mentira lo que me inyecto era pandoxtrina pura y ya no existe actualmente me lo explicó como últimas palabras antes de que fuera mi vampira...-

-Eso quiere decir que usted está muriendo-

-A si es-

-Pero eso...sin animo de ofender... ¿que tiene que ver conmigo?-

Esbosa otra sonrisa en la que puedo ver sus dientes y me entremesco un poco.

-Querida Nala aún no lo entiendes verdad-

-Su-supongo-

-Que sigue después de un matrimonio feliz y una pareja que quiere un hijo-

-B-bueno pu-es-

Mis mejillas se calientan, no hablo de estos temas.

-SEXO querida eso pareciera que jamás habías hablado de...-

Bajo la cabeza un tanto avergonzada y el se carcajea

-No me digas que nunca te lo han dicho-

-No tenemos tiempo para eso- digo entre dientes.

El sonríe.

-Como te decía tengo a mi heredero un sangre pura y tú padre me lo deve-

-...-

-Te tengo trato, pero primero...-

Entra un chico pálido como un muerto pero está vivo quiero decir que no es un vampiro se le acerca a el rey temblando y se agacha.

-Primero la cena-

Dicho esto introduce sus colmillos en padre garganta de el chico.

Tomo una estatua de soldado y estoy apuntó de atacar cuando recuerdo con quién estoy. cuando me percato, el ha terminado su cena y el chico se marcha con peores escalofrios.

-Señorita Nala-

Me doy cuenta de que sigo apretando al soldado y abro los ojos lo dejó en su sitio y vuelvo a tomar la compostela y me siento.

-Bien echo querida- dice y me pasa un plato con sandwiches estoy apuntó de rechazarlos hasta que mi estómago gruñe y pienso ¿Cuanto tiempo he estado aquí encerrada? tomo uno y le indicó que prosiga.

-El trato es este, si tú te casas con mi hijo y renuncias a tú humanidad mandar la cura para tú amiga y dejaré medio mundo para los humanos-

Casi me tratando con el sandwich...

Continuará.

A colmillos agarrotadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora