Su mirada

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 Un recuerdo vago invadió la mente de Jin, el recuerdo era borroso y solo podía distinguir entre Yeon y aquel muchacho que conoció en aquel bar; Heenim. En ese recuerdo borroso pudo distinguir que existió un dialogo entre ellos dos, estando ella fuera de sí, debido al alcohol que consumió.

— ¡Hyo Jin! — una voz masculina madura despertó a Jin — Se nos hace tarde a mí y a Dae si no bajas a desayunar — Jin solo busco su celular para ver si tenía algún mensaje, se encontró que le habían marcado dos veces y era de un número que desconocía, no le dio mucha importancia y comenzó a arreglarse para después bajar a desayunar con su familia. Cuando llego a sentarse en la mesa su hermano menor se encontraba bromeando con sus padres — Señora Jung y señor Ahn, ayer cuando fui a recoger a su hija, ella se encontraba coqueteando con un chico apuesto y encantador — Hyojin a completo lo que decía su hermano menor — un poco bajo pero tiene buen cuerpo — soltó una risa un poco burlona y continuo — Se llama Dae Hoon, pero es mi hermano y es una horrible persona que si sigue haciendo bromas llegará tarde para su examen — señaló el reloj que se encontraba en la cocina — por tu culpa llegare tarde perezosa — Dae comenzó a pelear con su hermana — Ya están un poco grandes para este tipo de peleas ¿no? — Los regaño su madre — Sera mejor que Jin desayune rápido, o si no los tres llegaran tarde — al percatarse de la actitud de su madre ambos hermanos dejaron de pelear para terminar su desayuno. Terminaron rápido y subieron al auto de su padre, los hermanos se encontraban en su propio mundo, Hyo Jin con sus auriculares puestos y su Dae Hoon navegando en Instagram, y su padre bueno; él estaba conduciendo. Primero dejo a Dae a unas cuadras de su colegio para hacer lo mismo con Jin, ella se despidió de su padre y le pidió que no pasara por ella lo cual su padre muy contento acepto debido a que de regreso iría directo a casa.

— Miren que tenemos por acá Ji Ho — el joven interrumpió — Sol Ji, no sigas me pones nervioso — ¡Hey! ¡Elly! Ven para acá — Hyo Jin se acercó lo más lento que pudo y lo único que les dijo fue lo siguiente — Nos vemos después que llego tarde a mi clase — y como si nada se alejó de esos dos — te buscare después Elly — fue lo que le respondió Sol Ji.

Hyo Jin llego temprano como siempre y estuvo en la espera de Yeon, pero simplemente no llego, Jin se desanimó un poco y continuo escuchando su música mientras revisaba los mensajes para ver si había alguna señal de vida de Yeon, inclusive reviso de su último mensaje mandado pero no había nada de nada. Busco entre sus compañeros a alguien que supiera de ella, pero después de todo a la única persona que le hablaba en ese curso era a Yeon, Jin se desanimó un poco y prefirió seguir escuchando su música recostándose en sus brazos.

Su día escolar se volvió triste al igual que su estado de ánimo, el día termino mucho más rápido, cuando salió del salón se encontró con Ji Ho quien se notó un poco nervioso al verla — ¿Dónde está Sol Ji? — fue lo que pronuncio Jin — AH....esta...esta...esta en el baño — se moría de vergüenza debido a que tartamudeo — Si quieres que Elly salga contigo, necesitas no tartamudear — Dijo Sol Ji cuando los encontró a los dos para después reír un poco — ¿A dónde iras? — preguntó Sol Ji un poco intrigada — A mi casa, pero iré al salón de música, olvide una libreta ahí — Sol Ji respondió — A Ji Ho también le gusta hacer música, deberías salir con el algún día— Hyo Jin solo río y fue al salón de música, no por su libreta, si no con la esperanza de encontrar a Yeon ahí, o al menos encontrarla alrededor de ese perímetro, cuando estaba a punto de llegar ahí, escucho parte de lo que al parecer era una pelea, entre un profesor y una alumna.

— ¿Qué sucede contigo? Dejaste de hablarme — la voz femenina contesto — Cuantas veces le he dicho que no estoy interesada en usted, agradezco demasiado que sea tan considerado conmigo, pero no estoy interesada en usted y en su sucio trato — Jin quiso apartarse de ahí después de haber escuchado — Si pone una mano encima de mí, empezare a gritar — pero al escuchar esto prefirió quedarse ahí por si algo malo ocurriese — Deberías corresponderme, niña mimada — Jin decido ir a donde se escuchaba la discusión y sacar de ahí a aquella chica — ¡Oh! Tanto tiempo que te busque y estas aquí — fue lo único que se le ocurrió para sacarla de ahí ­ — Estas aquí — aquella compañera para su sorpresa era Yeon — Se nos hace tarde para estudiar, vámonos — Yeon la tomo de la muñeca y salió de ahí lo más rápido que pudo haciendo que esta Jin no pudiera distinguir con quien se encontraba discutiendo — Gracias, me salvaste — Fue lo que Yeon pronuncio aliviada cuando salieron de la escuela — ¿Podrías ir conmigo a mi casa? — pronuncio sonrojada — ¿Ah? Sí — al escuchar esta respuesta Yeon siguió con su camino sin soltar la muñeca de Jin, Hyo Jin se encontraba un poco confundida por lo que estaba sucediendo, pues Yeon no se presentó a clases pero tenía el uniforme puesto, inclusive cargaba su mochila — Yeon, perdón Hani podrías soltarme — Yeon se avergonzó — Se me olvido, lo siento — fue lo único que se pronunció hasta llegar a la casa de Yeon, lo cual era un departamento, ambas entraron y dejaron las mochilas en la entrada — Lo siento por traerte hasta aquí, pero necesitaba hacerlo, necesitaba estar con alguien que me calmara — Yeon comenzaba a hablar con una mirada un poco triste y casi al borde del llanto — No debes explicarme nada de lo que sucedió en aquel momento, y más si soy alguien nuevo en tu vida, no me gustaría juzgarte — fue lo único que se le ocurrió decir a Jin ante esa situación — ¿Te importaría quedarte conmigo esta noche? — Yeon pronuncio con la cabeza agachada — Esa pregunta sorprendió a Jin, no sabía que decir, se sentía nerviosa —... — suspiro profundamente — Les diré a mis padres, para que no se preocupen, ¿pero los tuyos no se enojaran que alguien desconocido este contigo toda esta noche? — Jin sonaba demasiado nerviosa — No te preocupes por eso, vivó por el momento sola, ellos están en casa de mi abuela al igual que mi hermano dudo que vengan en estos días; bueno no vivo tan sola me acompaña mi mascota Fati, pero bueno después de todo ella es una gatita — Sonrío, pero sus ojos eran otro caso, Yeon tenía ganas de llorar — Si quieres puedes llamar desde aquí, cualquier cosa, diles que mi padre es el señor Ahn Byong Man — Fue lo último que pronuncio antes de ir al baño a lavarse la cara.

— Dae, ¿puedes por favor comunicarme a Madre? — comenzó a hablar por teléfono — Me quedaré en la casa de una de mis amigas ¿de cuerdo? Si, dije una de mis amigas, se llama Ahn Hee Yeon, si madre es de la que te hable, si, pasaremos juntas unos apuntes y después estudiaremos y adelantaremos un trabajo en pareja — cuando Jin alzo su mirada se encontró con el cuerpo de Yeon recargado en la esquina de la puerta del baño — ¡Ah! No, no es la casa de un chico, ¿quieres que te mande una foto con ella? ¿puedo enviarla más tarde? — Volvió a mirar un poco más arriba a Yeon y se encontró con una mirada que la dejo hipnotizada y sonrojada — Muchas gracias, también le podrías explicar a mi padre, nos vemos entonces mañana — Yeon aún no quitaba la mirada de Jin y eso la ponía cada vez nerviosa — Adiós... — colgó el teléfono y quito su mirada de Yeon, quien todavía seguía embobada con Jin — ¿Quieres que te de los apuntes de hoy? — pronuncio Jin sonrojada sin voltear su mirada a donde se encontraba Yeon — Hani podrías por favor quitar tus ojos de mí, me pones un poco nerviosa — Yeon solo sonrío y se dirigió a donde se encontraba Jin — ¿Te pongo nerviosa? No entiendo... ¿Por qué te pongo así? — La volvió a mirar, pero ahora su mirada era salvaje y atrevida, como si quisiera intentar algo más con Jin — N-no sé... — Jin comenzó a tartamudear y hacer notar sus nervios; debido a estos comenzó a caminar hacia atrás, lo que provoco que chocara con la pared Yeon solo sonrío y siguió caminando hasta donde había llegado Jin para agachar su cabeza y recargarla en el hombro de ella — Me ayudaste demasiado, estaba pasando por un momento grotesco, muchas gracias Elly, muchas gracias Le, muchas gracias Ahn Hyo Jin, te debo una grande — Y de la nada Yeon comenzó a llorar, lo único que hizo Jin fue abrazarla para poder consolarla y calmar un poco sus nervios después de pasar ese momento agitado tras la mirada de Yeon.

En ese momento puedo confirmar algo, realmente le gustaba Yeon, pero su manera de mirarla la confundía no sabía si era amor o solo era deseo; o en el peor de los casos no sentía Yeon nada por ella y solo quería divertirse por un rato.   

Mis labios terciopeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora