31. Castiel

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Castiel aka angel of the lord.

...

— Sabes que no quiero hacer esto, Castiel. Pero alguien debe liderar el cielo, y me temo que ese alguien debo ser yo.— Rafael habló, Castiel se mostró neutro.

— Sabes que no es necesario, Rafael. Tu no quieres un bien para todos. Solo quieres beneficiarte a ti mismo.— habló Castiel con la voz alzada. Rafael rió.

Estos dos últimos se encontraban discutiendo en una fabrica abandonada. El cielo había quedado sin gobernador, y ahora, ellos era sus únicos candidatos.
— Oh, Castiel. De verdad que no tienes idea de nada.— habló el arcangel. Castiel frunció el ceño.

— ¿A que te refieres?— preguntó un bastante confundido Castiel. Rafael lo miró con los ojos entrecerrados.

— ¿Nunca has escuchado sobre Raziel?— el ángel frunció el ceño aún más.— Oh, claro que no. Raziel es el primer árcangel, ha existido más siglos que Miguel.

Castiel abrió sus ojos exageradamente.

— ¿Donde está?— fue lo único que dijo, Rafael rió.

—Nadie sabe. Yo no he sabido nada sobre ella este úlimo tiempo. Y mejor que sea así, ella es tan poderosa como nuestro propio padre.

— No entiendo, ¿que tiene que ver ella en todo esto?— Rafael comenzó a dar vueltas por la habitación.

— Si ella quisiera, podría estar al mando del cielo desde hace bastante tiempo. ¿Pero sabes que es lo más curioso? No lo ha hecho. Ella ha estado bastante tiempo aquí en la tierra, y quizá, su amor por los humanos sea tan grande, que es incapaz de vernos a nosotros como su igual. Si ella queda a cargo de todo, dejaremos de existir Castiel.

— No necesitas estar al mando de todo esto.

— Claro que si. Mi deber sería liderar. Y por sobre todo, cuidar del cielo. Un simple ángel no es capaz.— lo miró retadoramente.

— Tu plan entonces, ¿es destruir a Raziel usando a todos mis hermanos como armas?— dijo un Castiel bastante enojado.

— Tú lo has dicho.

Castiel sacó su espada angelical, y se acercó peligrosamente a Rafael. Este último copió su acción.

— ¿Sabes? Siempre supe lo malcriado que eras, hermanito.

Una tercera voz se hizo presente, Castiel frunció el ceño, mientras Rafael solo abrió sus ojos exageradamente.

Castiel, quien se encontraba a espaldas de la voz, se giró entre sus talones para encontrar a una hermosa mujer, quién emanaba bastante luz.

— Raziel, no creí...

Esta última hizo un movimiento con su mano, dejando mudo al arcangel.

— No vengo a por ti, vengo por él.— dijo ella apuntando al ángel. Este, como era común en él, ladeó su cabeza a modo de confusión.

— ¿Por que me buscarías a mi?— preguntó el ángel, Raziel sonrió para luego chasquear sus dedos y aparecer en un gran campo con flores, y una banca.

— Verás Castiel, supongo que mi hermano te habrá podido contar un poco sobre mí.

Castiel se mantuvo en silencio.

— Sé sobre tu plan contra él. Y no puedo permitir que lo lleves a cabo.— habló ella.

Ella se sentó en la única banca, para luego indicarle al ángel que copiara su acción.

— ¿Como es que puedes saber sobre eso?— exclamó el ángel tomando asiento a un lado de ella.

— Castiel, te he estado vigilando por mucho tiempo. Sé sobre tu historia con los Winchester, sé que has muerto una infinidad de veces, pero aquí estás. Eso me ha hecho tomarte respeto, Castiel. Y mira que cuesta mucho poder hacerlo.— finalizó la mujer, mirándolo a los ojos.— Y sé que esto te sonará bastante irónico, pero podrías llamarme tu ángel de la guarda.

Castiel miró un punto perdido por unos largos minutos. Por más que escuchara a esa mujer, había algo que lo hacia desconfiar.

— ¿Que es lo que quieres?— habló algo cortante Castiel.

— Mantenerte vivo, por supuesto. Esa idea que tienes en mente, apesta. Pero los dos queremos a Rafael lejos del super cargo allá en el cielo. Así que esta es mi propuesta.— se tomó un tiempo antes de seguir.— Te ayudaré contra Rafael, pero luego, deberás venir conmigo.

—¿A donde?

— Ya verás, es un lugar bastante genial. Aquí lo llaman las Vegas.

Castiel frunció el ceño.

— Es hora de que disfrutes como un humano, Castiel. Hasta los mejores soldados merecen un descanso. Yo te ayudaré, lo prometo.

— ¿Por que haces todo esto?

— Por que alguna vez estuve en tu lugar, y bueno, me pareces lindo.— le guiñó un ojo.

—¿Estás segura que no eres una humana?

— No lo seré, pero me siento totalmente como una.— se levantó, poniéndose de pie. Luego extendió su mano hacia el ángel.— ¿Vamos?

Castiel la miró unos segundos, para luego corresponderle.

Quizá esto no podría ser tan malo, aún podía recordar a Dean decir:

“—Cass, si alguna mujer te pregunta en cualquier circunstancia, vamos. Tu vas, amigo.”

En ese momento no lo entendió. Pero ahora veía que si.

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IM BACK.
Acabo de salir de vacaciones, y pues, LAS ACTUALIZACIONES SE RETOMAN, YEI.

En fin, sé que este está algo caquita, pero bue. Espero les guste.

Si mal no recuerdo, este lo pidió una chica, so, espero te gustex2 :D

Y eso, bai bai.

-Danna.

ONE SHOTS ; SUPERNATURALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora