32. Sam Winchester

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Sam Winchester aka Moose

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Sam suspiró, apoyándose contra el capó de uno de los autos de repuesto del búnker, mirando un bar al otro lado de la calle. Era el lugar donde había conocido a [T/N], el primer lugar en el que se había dado cuenta de que la amaba, y el lugar en el que se dio cuenta de que ella nunca sería suya.

Suspirando, regresó al asiento del conductor, recordando la última vez que habían estado borrachos, ella lo había besado. Era lo que había querido durante meses, y había estado lejos de ser perfecto. Ambos habían estado borrachos, y solo él parecía recordarlo. Lo cual solo empeoró las cosas.

No encendió el automóvil pero sacó su teléfono. Le mandó unos mensajes a Charlie, dándole las gracias en por vigilar en secreto a [T/N]. Lentamente revisó todas las fotos que tenía de [T/N], sintiendo bien las lágrimas cuando la vio sonreír y besar al mismo chico.

Cerrando su teléfono, lo colocó en el asiento del pasajero, antes de conducir hacia el búnker, deseando poder olvidar todo.

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Hiciste respiros lentos y constantes, mirando por la ventana mientras tu novio, Drew, estaba profundamente dormido, con su brazo alrededor de tu cintura. Suspiraste lentamente mientras él giraba, dejando su espalda contra la tuya, quedándose profundamente dormido. Moviéndote lentamente, sacaste tus pies de la cama, para comenzar a caminar hacia el garaje.

Moviste una de las pocas cajas, abriéndola y sacando la carta que Sam te había escrito hace tanto tiempo. Sentiste las lágrimas bajar por tus mejillas, las palabras que él escribió para ti hace tanto tiempo.

Al poner los pies en la tierra, pensaste en lo diferente que Drew te hablaba, en cómo a veces era dulce, pero en su mayoría exigente. Exigiendo cómo podrías mejorar, en qué podrías mejorar. Pero Sam... la carta de Sam... habló sobre lo increíble que eras, y cuanto le gustaba trabajar contigo.

Agarrando la carta contra tu pecho, echaste atrás las lágrimas, deseando estar todavía con Sam.

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Sam miró su techo, incapaz de detener sus pensamientos de ir al único lugar donde no quería llegar.

Había pasado un mes desde el día en que ella le dijo que se iría. Podía recordar cómo le habían corrido las lágrimas incluso antes de que ella hubiera hablado. Recordó el dolor cuando trató de consolarla solo para que ella se alejara.

Cerrando los ojos, Sam dejó escapar un suspiro tembloroso, sintiendo una solitaria lágrima caer por su mejilla.

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Te apoyaste contra la bañera, sonriendo mientras veias las fotos de tu teléfono. Bueno, una foto en específico. Era una de Sam, cuando lo conociste. No habías querido tomar la foto, presionaste el botón equivocado y la tomaste.

Y no has tenido el corazón para borrarlo. Él se estaba riendo, con una hermosa sonrisa en sus labios.

Incluso ahora, te encantó esa imagen. Y te hizo echar de menos a Sam.

Dean dijo que estaba bien, que estaban trabajando en casos, ayudando a la gente. Te alegrabas de escucharlo, pero una parte de ti solo deseaba que fueras tú quien lo haciera feliz.

Dejando caer tu cabeza contra la bañera, dejaste escapar un suspiro tembloroso. La última expresión que habías visto en la cara de Sam fue de tristeza. Herido por tus palabras agudas, tu noticia de irte. No quisiste decírselo de esa manera, pero no había de otra.

Dejarlo significaba que podría crecer sin ti, podría mejorar. Cerraste los ojos, sintiendo algunas lágrimas solitarias que bajaban por tus mejillas.

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Sam se despertó lentamente, somnoliento cuando una serie de fuertes golpes sonaron en su puerta. Suspirando, se sentó, apartando el sueño, y su deseo de que [T/N] volviera. 

―¿Si?

―Ven aquí― dijo Dean, antes de que sus pasos se desvanecieran por el pasillo.

Sam gimió suavemente, pasándose la mano por el cabello mientras salía de su habitación, dirigiéndose a la biblioteca, solo para detenerse en la entrada. 

―¿[T/N]?

Miraste hacia arriba cuando tu nombre fue llamado, sonriendo te pusiste de pie mientras Sam se acercaba lentamente a ti. 

―Hola, Sam―dijiste, con la voz quebrada.

Se detuvo a metro y medio de ti. 

―¿Qué ... qué estás haciendo aquí?― Preguntó.

―No pude hacerlo más― respondiste, con la voz quebrada. ―Yo ... yo no podría ... no podía mantenerme alejada de ti.

Sam dejó escapar un suspiro, corriendo hacia ti, ahuecando tu mejilla. 

―Nunca quise que me dejaras.

Sonreíste, sintiendo las lágrimas fluir. 

―Entonces no lo haré.

Su sonrisa se ensanchó cuando se inclinó, besando ambas mejillas, tu frente, la punta de tu nariz, luego suavemente tus labios. Lo besaste de nuevo, diciéndote a ti misma que era real, que no era un sueño.

Tirando de sus labios para respirar, Sam te atrajo más cerca de él, con una mano apoyada en tu cintura mientras la otra acariciaba tu mejilla. 

―¿Podemos olvidarnos del último mes?― Preguntó.

Tu asentiste. 

―Sí, sí podemos.

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hELLO. Les dije, i'm back.

Espero les haya gustado, ya que esto no es creación mía. Yo solo lo he traducido para poder compartirlo con ustedes. Todos los créditos a ella.

En fin, si les gustaría leer algún one shot de alguien especial, comenten en los comentarios(? el nombre y yo lo subiré. 

Y eso :) bai bai.

-Danna.

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