16 HORAS y 30 MINUTOS RESTANTES
Matthew y Arizza se encaminaron al edificio donde se suponían, vivía la señora Jenneth Valley, madre de Dan Valley. El edificio frente suyo estaba en mal estado, vagabundos rondaban por ahí, era el lugar de reunión de las pandillas, cerca de la camioneta de la unidad se hallaba un automóvil en ruinas: los vidrios rotos, la pintura corrida, las llantas desinfladas sin mencionar las abolladuras en el. El hedor del lugar hizo que ambos agentes fruncieran la nariz.—¿Esta es la dirección que Blake envío? —Pregunto la castaña.
—Así parece... — Respondió el agente. El pelinegro prefería mil veces haberse quedado con Harrington y los otros agentes. La unidad estaba al tanto de lo sucedido, por lo que cada uno de los agentes ya tenían instrucciones especificas de donde estar ubicados en la institución. Incluso ya agentes especializados se encuentran en los alrededores de la escuela. Prefería vigilar el perímetro, pero su jefe le dio la instrucción de ir con la agente Beckett al domicilio donde se creía que estaba Dan Valley. Beckett por otra parte, solo seguía las ordenes del superior. No podía negarse, el hizo que la agente se integrara y ayudara en más casos de su unidad. Casi se podía decir que Harrington le gustaría que la agente trabajara en la unidad de Alabama y no en el CSI. Sin embargo en algo concordaban los agentes, les gustara o no estar ahí ahora mismo. Preferirían mil veces estar acompañados de otra persona, en un comienzo Arizza nunca se sintió cómoda en la unidad, pero conforme fueron pasando los días se dio cuenta que son personas buenas, hasta Matthew. A pesar de que a veces solo busca pequeños errores que comete la agente al realizar su trabajo y eso le molestaba a la castaña. Parecía que a toda costa quería espabilar a la agente. Pero ese es otro problema, Matthew no solía ser así de duro, cortante y frío con las personas. Para el la agente Beckett no tenía nada de malo, era una recién ingresada que lograría subir de rango en el CSI. Era una mujer atenta, comprensiva, amigable, intuitiva, seria, solidaria y con demás cualidades. De verdad que no la odiaba, tal vez el solo echo de que sea superiora ellos, por ser del CSI le molestaba. Le molestaba por que es la responsable de la muerte, de una persona a quien el amo. Y ahora ya no esta. Muchas veces a pensado, en que no es culpa de los agentes, nadie tenía la culpa, solo el. El ver al peligro que se enfrentaba hace unos meses, sabía que era egoísta de su parte el solo pensar en el bienestar de ella y no de las otras personas. Algunos vivieron, otros murieron y el solo se culpaba por no haber echo nada. Es la triste realidad a lo que los agentes se enfrentan día con día.
«El peligro.»
Apartamento A130, se leía el numero de apartamento en la puerta de madera oscura, la cual estaba también en mal estado, de abajo pedazos de madera rotos, una puerta casi podrida. Beckett lo pensó dos veces antes de llamar a la puerta. Al parecer no se había caído la puerta, cualquiera pensaría que con el más mínimo golpe, esta caería. Un par de minutos después, una mujer delgada, cabellera café y ojos verdes recibió a los agentes.
—¿Señora Valley? —Pregunto el pelinegro. La mujer tenso rostro y oprimió más su mano en la puerta. Arizza golpeo discretamente el brazo del agente. El le miro con el ceño fruncido y la chica solo le hizo una seña con la mirada. El observo a la mujer y de nueva cuenta hablo. —Disculpe, señora Lander.
—No se preocupes joven. ¿Se les ofrece algo?
La castaña mostró su identificación. —¿Podemos entrar? Se trata sobre su hijo... Raúl Lander.
La mujer asintió y dejo libre el paso a los agentes. A pesar de que el edificio era una pocilga, la mujer mantenía su apartamento limpio, era pequeño, pero suficiente como para vivir ella ahí con su hijo. Blake dice que el padre de los chicos los abandono, después de que Roberto Valley fuera a la cárcel, además no era el padre del mundo. Era un alcohólico sin remedio.
La mujer ofreció algo de beber a los agentes, a lo cual ellos se negaron.—Estamos bien. Gracias señora Lander.
—Muy bien... —Dijo y les mostro la sala para que los tres tomaran asiento. Matthew prefirió quedarse parado, estaba inspeccionando el hogar con la mirada mientras que Arizza hablaba con ella.
—Señora Lander. Su hijo esta relacionado con un caso...
—¿Es osbre el incidente de hace diez años? —Pregunto la mujer molesta. —El no tiene nada que ver, es un buen niño. ¡Se ha pasado toda su vida ocultando quien es, por temor a ser juzgado! ¡Y ahora viene usted y me dicen que mi hijo es un asesino! ¡Me niego a creer eso!
—Señora, le ruego que se calme. —Pidió la agente. Su voz melosa y sin intención de autoridad, tranquilizo ala mujer. La mujer retorció sus manos en el regazo. —Señora Lander... ¿Sabe dónde se encuentra su hijo, ahora mismo?
—No... —Su voz quebrada, daba por echo de que en cualquier momento se echaría a llorar. —No llego ayer. El suele hacer eso, suele llegar muy tarde, se queda hasta tarde en el instituto y luego de ahí va a una biblioteca de por ahí cerca. Se la vive metido ahí... Es... Es un buen chico.
Arizza le miro con cierta pena. —Señora Lander, necesito que este al tanto de lo que sucede. —La mujer dejo escapar unas lagrimas.
—¿Usted... Usted cree que... qué el asesino al antiguo director de la secundaría? —Pregunto cabizbaja.
—Es lo más probable... —Respondió con delicadeza. La mujer soltó un sollozo, el cual se convirtió en lamento. La agente s elavnto de su asiento, y se acerco a la mujer. Se sentó al lado suyo y sin previo aviso, la mujer abrazo a Arizza. Esta sorprendida por la acción no pudo reaccionar, por lo que solo daba torpes palmaditas en la espalda de la mujer. Una vez que la agente controlo a la madre de Dan Valley, le explico sobre el como se llevo a cabo la ida a la secundaría Mighlet North, dos compañeros hablaron de su hijo, y así eso los llevo hasta el equipo de Americano. La mujer no tenía idea de que su hijo sufría acoso escolar. Arizza le hablo sobre los posibles altercados que desataron ese instinto asesino en el chico. Falta de una figura paterna, el daño que le provoco al saber que su hermano se suicido y nunca tuvo la oportunidad de verlo una sola vez y claro, el ser victima de acoso escolar. Eso lo llevo a un estado de trance, cegado ante el odio, lo llevo a cometer un asesinato.
—No... Es que... No puedo creerlo, Raúl... Siempre fue un chico diferente, pero... No se que creer...
—Créame que entiendo como se siente... Pero, aveces las personas más cercanas a nosotras no llegamos a conocerlas a fondo. Solo perdura una buena imagen de ellos, sin ni siquiera saber si de verdad es quien aparta ser. —Esas palabras las dijo más para así mismo que para la mujer. Matthew noto ese cambio en el rostro de la agente, por lo que decidió intervenir.
—Si usted dice que su hijo no ha venido, eso quiere decir que se encuentra cerca de la escuela. Probablemente quiera estar listo para activar la bomba y a como se ha visto en las noticias, dudo que pase desapercibido que agentes del FBI y especialistas en desarme de bombas anden alrededor de la escuela.
Arizza asintió. —Señora Lander, necesitamos de su ayuda. Solo hay una persona a la que Dan... Raúl. — Se corrigió la castaña. —Haría caso. Y es usted.
La mujer se tomo unos minutos, pero accedió a lo que la agente le estaba diciendo. La madre de Dan Valley iría a la asamblea. La agente se ofreció pasar por ella, pero la mujer se negó, dijo que sabía donde quedaba la secundaría.
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WITHOUT A TRACE|Matthew Daddario|FIC #1|
FanfictionTODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. WITHOUT A TRACE, FIC, MATTHEW DADDARIO. -XMissStoriesX-