Psicosis; Psicótico.
La psicosis es un término genérico utilizado en psiquiatría y psicología para referirse a un estado mental descrito como una pérdida de contacto con la realidad. A las personas que lo padecen se las denomina psicóticas. La...
Aclaro que no me odien. Lo iré subiendo por partes. Comenta si sabes a qué me refiero 7u7 😏
Shawn se aproximó a ella con rapidez y se detuvo a espaldas de ella, giró su silla giratoria hacia él, tomó sus manos de su rostro, que estaban mojadas, y tiró de ellas, obligándola o ponerse de pie, en cuanto lo hizo; Shawn se arrodilló frente a ella y la abrazó por la cintura y la parte baja de esta, ocultando su rostro en su estómago.
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Ella cubrió su rostro.
—Te lo suplico—rogó—basta, detente, no soporto verte así.—susurró con voz queda Shawn sobre su estómago. La joven sollozó más.
Estuvieron así largos minutos en los cuales ella lloraba en silencio mientras acariciaba los cabellos castaños de Shawn.
El castaño se separó de ella, dejando algo húmeda su blusa, se puso de pie y acunó sus mejillas en sus manos.
La joven se sentía tan rota en ese momento. Su pasado la tenía presa. Los maltratos, abusos, la muerte de su padre y ahora de su madre, que a pesar de todo la amaba con todo su corazón pero se negaba a aceptarlo completamente de que le hizo mucha falta. Y cuando tuvo la oportunidad nunca fue con ella para ver cómo estaba y entre otras cosas.
—Intentar ser fuerte te destruye al doble.—le susurró él, acercó su rostro al de ella y le besó ambas mejillas, pobrando lo salado de sus lágrimas. Besó sus labios con un pequeño roce, haciéndola ansiar más.
___ miró el bellísimo rostro de Shawn, sus mejillas rojas por haber llorado; llorado por ella.
Se sentía vacía; lo necesitaba, hoy más que nunca.
Se acercó a Shawn mirando los labios de este y finalmente se unieron en un beso lento.
Pero ella necesitaba más; lo necesitaba.
Tomó con desesperación la playera percudida de Shawn, la estrujó entre sus manos con deseo y lo acercó más a ella.
Shawn tomó las mejillas de ella y la alejó un poco para verla, aún lloraba y veía lo mal que se encontraba a través de sus ojos.
La tomó del cuello y la besó con fervor, deseo, lujuria.
Él la haría sentirse mejor.
La tomó de las caderas, la hizo girar, mientras se besaban y le hizo retroceder hacia el sofá, lentamente, sentían que su ropa quemaba al igual que la habitación. La excitación y adrenalina corría por sus venas y se concentraba en una parte específica en sus cuerpos; sus entrepiernas.
Sus respiraciones mezcladas realmente pesadas ponían más caliente aquella oficina.
La recostó sobre el sofá más largo, ella sin protestar le dejó un espacio a Shawn entre sus piernas. Mientras sus labios se besaban con necesidad, las manos de Shawn paseaban de forma lenta y caliente sobre la espalda de la joven, lo que hacía que se arqueara hacia él. Lamió si labio inferior y posteriormente intrudujo su lengua a su perfecta y caliente boca, en el momento en que sus lenguas se tocaron, la joven gimió deseosa. Las manos de Shawn se colocaron a los costados de la cabeza de ___, aún con los labios juntos. Como si no hubiese mañana. Pero aún seguía llorando.
Los pezones de ___ se habían puesto duros y sus braguitas se habían humedecido al sólo sentir la lengua de Shawn con la de ella. Cómo la tenía realmente loca este hombre. Shawn se alejó unos segundos de los labios de la joven.
—Te haré sentir mejor, ya lo verás.—susurró excitado en el oído de ___.
Al escuchar esas palabras tan dulces y sucias a la vez la hicieron soltar un gemido como una bestia.
___ llevó sus manos al cuello de Shawn y con necesidad juntó sus labios, moviéndolos ahora más rápido.
Bajó sus manos con anhelo de tocarlo. La mano de ___ acunó el sexo de Shawn y dio un pequeño movimiento circular hacia la derecha, estimulándolo. Shawn gimió fuerte sobre la boca de ella e incluso se mordió el labio inferior con ferocidad. Eso la excitó aún más.
___ volvió a repetir la acción y ahora ella también gimió cuando sintió que Shawn movió sus caderas en busca de más placer.
Pero, sin embargo dejó de tocarlo y subió de nuevo sus manos, pero está vez en su cabello, despeinando y tirando de este.
El castaño comenzó a bajar sus labios hacia su barbilla, descendiendo poco a poco hasta llegar al cuello y a la clavícula dejando una pequeña marca, que fue respondida con un gemido bajo.
