Capitulo 24: SIN EXPLICACIONES

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La cena de noche buena en familia fue la mejor en muchos años.

Natan leyó la Biblia y oramos como familia, cosa que antes nunca hicimos con mi padre.

Raúl y Margarita nos acompañaron en la cena y Miriam una señora mayor que no tenía familia también.

Los regalos eran sencillos pero llenos de amor.

Fue un tiempo hermoso.

La mañana de Navidad desayunamos en la cocina y nos regocijamos del milagro del día anterior.

Todo lo sucedido sería tema de conversación por muchos días.

Preparamos todo para ir a tomar unos mates al balneario. Llevamos los sillones, una pequeña mesita y por supuesto cosas ricas para comer.

Natan llevó a la abuela en una silla de ruedas que consiguió prestada del hospital y juntos pasamos una tarde en familia.

Gran cantidad de personas eligieron el mismo programa para la tarde de navidad. Muchos de los cuales habían asistido al pesebre del día anterior.

Tuve la oportunidad de charlar con varios vecinos que tenían inquietudes y también volver a testificales y algunos recibieron a Cristo.

Me sentía tan feliz.

Caminé por la orilla de la laguna en dirección a la loma. No había otro lugar en donde quisiera estar para agradecer a mi Dios por todo lo que había obrado el día anterior.

A la distancia pude ver que alguien estaba sentado en aquella gran piedra en la cima de la loma. Mientras me acercaba, pude confirmar que quien estaba allí era Victoria.

Subí aquella cuesta hasta donde ella estaba. Con el trajín del día anterior no había tenido ni tiempo de pensar en ella y en mis sentimientos, quizás este era el momento de aclarar todo lo que había pasado.

_ Te estaba esperando_ dijo sin sorprenderse de mi presencia_ sabía que ibas a venir.

_ ¿Tienes poderes que desconozco?_ pregunté en forma de chiste

_ No hay que ser mago para saber que cada día a esta hora vienes a este lugar especial_ respondió sonriendo con esa bella y dulce sonrisa que yo tanto amaba_ Ayer no pudimos hablar_ continuó_ tuve que irme rápido para ayudar a mi madre con la cena... quería decirte tantas cosas..._ hizo otra pausa y continuó_ tu mensaje fue muy lindo... muy claro... y la actuación de los chicos, estuvo genial.

_ Tu canción también salió muy bien_ dije sentándome a su lado en la aquella piedra_ Tenías razón, Dios se encargó de la gente... no esperaba que tantas personas asistieran.

_ Ahora tenemos que orar para que Dios haga la obra en el corazón de todos los que escucharon

_ Podríamos decir que ayer fue un día perfecto

_ Un día casi perfecto... _comentó con voz suave

_ ¿Casi?_ pregunté

Y los dos reímos. Aquel juego de palabras volvía a repetirse. Solo debía aprovechar el momento y aclarar las cosas.

_ Creo que te debo una explicación..._ le dije

_ No, no es necesario...

_ Pero quiero hacerlo, de verdad...

_ No es necesario porque ya sé lo que sucedió_ afirmó

La miré extrañado. ¿Cómo podía saberlo? ¿Sería esa la razón por la que el día anterior había sido tan amable conmigo?

Notó la confusión en mi rostro y sin que preguntara nada sola me explicó.

_ Tu abuela me visitó ayer al medio día. Tuvimos una charla muy interesante...

¿Mi abuela? ¿A caso no me había dicho que dejara el tema de lado? No podía creer que ella hubiera visitado a Victoria.

_ ¿Qué te dijo?_ pregunté aún confundido.

_ Bueno para empezar, que tiene un nieto hermoso, maravilloso, muy inteligente... que tiene un único defecto y es que no sabe escuchar... e interpreta mal las conversaciones...

No pude evitar reír y decir:_ Mi abuela siempre tiene la razón...

Los dos reímos y luego nos quedamos en silencio por unos minutos, mirando hacia la mar, en donde como cada tarde el sol estaba cayendo en el horizonte y pintando el cielo de colores naranjas y violetas. Podía sentir la presencia de Dios allí en aquel momento tan importante de mi vida. Como si aquel instante hubiera sido planeado por él para unir nuestras vidas para siempre.

_ Victoria... ¿crees que este podría ser tu día perfecto?

Se quedó pensativa por unos segundos.

_ Me encantaría que lo fuera_ respondió mirándome directamente a los ojos.

Y allí estábamos, frente a frente. Tan cerca como aquella noche de la fiesta. Pero esta vez no iba a retroceder.

Aquellos labios rojos y delicados rozaron los míos en un mágico beso que siempre recordaré, justo cuando el sol mostraba sus últimos rayos en el horizonte, en el atardecer más perfecto de toda mi vida.

Cuando me separé unos centímetros de ella pude ver aquellos ojos que parecían haberse tragado el sol, tan brillantes, tan dulces...

_ Definitivamente este será mi día perfecto_ comentó

_ Y el mío_ agregué_ No sabes cuantas veces he soñado con este beso... Te amo Victoria Benet, realmente te amo.

_ Y yo te amo Ignacio Wesler, realmente te amo.

Volvimos a besarnos.

Allí en la loma donde todo había comenzado meses atrás cuando me enamoré de ella, ahora una nueva etapa estaba comenzando.

Ahora era mi novia y con quien compartiría el resto de mi vida.

C

Mi lugar en el mundo _ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora