Personaje que representará a Kya: INDEFINIDO.
KYA BAKER.
—¡Mami, mami, mira lo que hice! –gritó mi niña Maddie, enseñándome un pequeño castillo de arena.
—¡Está precioso, mi amor! –le sonreí.
Maddie siguió haciendo aquel castillo, poniéndole detalles que ningún niño con 4 años haría. Para su edad era una niña muy inteligente, atenta, tierna, dulce y simpática, tanto que me recordaba a mí hacía ya unos 18 años atrás.
Mi pequeña era idéntica a su padre, Rubén Doblas. Había sacado todas sus facetas en cualquiera de los sentidos: ojos color leopardo, sonrisa con hoyuelos a ambos lados de sus mejillas, su cabello castaño... Hasta su piel blanca. Era exactamente la réplica de él, tanto que cada que la veía me hacía recordarlo. Detestaba saber que mi niña tuvo que crecer sin ningún padre que le diera el ejemplo, sin alguien que le dijera qué estaba bien y qué estaba mal; claro que eso podía hacerlo yo, pero sea lo que sea cualquier niño necesita de un padre.
Es lo suficientemente inteligente para entender que su vida no es igual a la de los otros niños, aquellos que tienen a una familia, aquellos que tienen un papá. A sus cuatro años empezó a entender que era una niña especial por no tener un padre, así que también entendió lo suficiente para darse cuenta que su padre la había dejado.
Rubén, Rubius... No sabe de ella y ni sabrá. Tuvimos cuatro años de relación hasta que un día YouTube le hizo elegir entre él o yo. Estaba claro que era una decisión difícil de tomar, algo que era "todo o nada", así que lo entendí. Le dije que la decisión que quisiera tomar lo entendería y apoyaría, aunque muy dentro de mí deseaba que fuera a mí a quien escogiera. Pero no fue así. Terminamos y siguió con su carrera mientras yo terminaba la universidad hasta que tiempo después empezaba a tener mis sospechas sobre mi embarazo. Meses después confirmé que esperaba un bebé de él, pero lo amaba lo suficiente para dejarlo seguir haciendo su vida, su carrera, su mundo. Mis padres, obviamente, no estaban de acuerdo con la decisión que había tomado, me decían e insistían que tenía que hablarlo seriamente con él, pero no, mi decisión fue firme y decidí dejarlo por la paz.
Dejé de pensar cuando vi que un gato negro se acercaba hacia mi hija. Me levanté de golpe cuando vi que Maddie lo cargaba y lo traía hacia mí.
—Mira, mami, un gatito –la pequeña me extendió a ese gato con collar.
—Mad, el gatito tiene dueño –tomé al gato en mis brazos, lo que me hizo notar que se encontraba ronroneando.
—¿Lo podemos adoptar? –mi pequeña me miró con ojos suplicantes.
—No podemos, hija, tiene dueño y debe de estar buscándolo.
Maddie tomó al gato entre sus bracitos mientras hacía pucheritos por no aceptarlo. Cuando estaba apunto de echarse a llorar, el sonido de esa voz captó toda nuestra atención. Esa voz... Su voz.
—¡Raspy! ¡Joder, qué susto me has dado!
Maddie dudó en si entregarle el gato a ese chico de ojos color leopardo, sonrisa con hoyuelos, cabello castaño, alto y de tez blanca.
Me sentí incómoda al darme cuenta que ambos se quedaban viendo fijamente, como si se estuvieran viendo en un espejo.
—Maddie, dale el gato al chico –apreté levemente la mano de mi hija, encorvándome para llegar a su altura.
—Tenga, señor –Maddie extendió el gato y se lo entregó al chico.
Fue entonces cuando me miró. Sus pupilas se agrandaron al verme, tanto que pensé que sus bonitos ojos color leopardo le cambiarían a negros. Su semblante estaba serio, tenso, que pensé que se quedaría inmóvil en su lugar. Por mi parte no sabía si decir ni una palabra, si moverme o si salir corriendo de ahí junto a mi hija. Estaba tan nerviosa que estaba segura que lo había notado.
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La pequeña de ojos color leopardo (elrubiusOMG) || #Goldenlipsawards2018
FanfictionRubén Doblas Gundersen fue una de las personas más importantes que pudieron haber aparecido en mi vida; habíamos sido la mejor pareja del mundo, cruzando fronteras y llegando lo más lejos posible... hasta que un día acabó. Él siguió con su vida en Y...