doce
- Se están riendo il mio cazzo -Dijo Tonino, sentándose en la cama, totalmente decepcionado- Sono stupido
- Joder, ¿esto qué es?
Tonino buscó a Marco con la mirada, quien se encontraba abriendo los cajones de Elettra.
- La niña tiene aquí una colección de móviles.
Tonino se acercó hasta ellos y cogió algunos, mientras Marco miraba otros cuantos.
- Hay menajes personales... -Decía, con la boca abierta- Están juntas, Tonino, son novias. "Llevamos más de media hora sin hacer el amor" -Leyó.
- Non è necessario, Marco!
Y así fue como Marco guardó silencio y dejó de leer los detalles de todos aquellos mensajes personales. Sin embargo, no dejó de cotillearlos.
- Detonadores, pasaportes falsos, armas sin registrar... -Decía Tonino alucinado- ¡Está haciendo cómplice a mi hija!
- Bueno... a ver... Son mensajes entre una tal "Culo de mula" y una tal "Carapolla". No sabemos si son ellas, además...
- Ma tu sei stupido! -Gritó Tonino, sin dejarlo hablar- Son nombres en clave, cazzo di merda.
Tras eso se creó un gran silencio, Tonino estaba totalmente descolocado, aquello le había tomado por sorpresa.
- ¿Y si el CNI tiene razón? –Dijo, mirando a Marco ¿Y si Daniela mató a Caparrós? ¿Y si ha enamorado a mi hija para utilizarla a su antojo? Hija de...
- ¡Tranquilízate, Enrique! –Gritó, antes de que él pudiera acabar la frase- Escúchame, ¿vale? Vamos a pensar con cabeza fría. Tiene que haber una explicación para todo, tranquilo.
Tonino guardó silencio y lo miró.
- Nada justifica que esté poniendo en peligro a mi hija.
**
Volvimos a quedarnos dormidas un rato más, pero yo debía ir a la comisaría a trabajar. Así que me levanté, le dejé una notita diciéndole que podía quedarse en el hostal el resto del día, tranquila, y que después la llamaría. Antes de salir, le di un tierno beso en los labios.
Horas después, no tardó en llamarme, pero muy apurada.
- Necesito encontrar a Abad antes que el CNI.
- Bueno, hola bella durmiente. Buenos días, ¿cómo estás? Yo también estoy muy bien, gracias.
- Buenos días, cariño.
- Es un suicido, el CNI entero va a estar ahí.
- Tengo que encontrarlo antes que ellos, Eli. De lo contrario no tendré ninguna oportunidad. Alejandro Abad es mi pasaporte para llegar hasta Salazar y demostrar mi inocencia.
Mientras Daniela me hablaba miré hacia la puerta y, entonces, el corazón me dio un vuelco. Abad, esposado, estaba entrando en la comisaría, siendo respaldado por varios policías.
- Pues tu pasaporte está entrando por la puerta. Alejandro Abad está aquí, lo han detenido.
- ¡Mierda! –Gritó en varias ocasiones. Incluso escuché que golpeaba algo.
La comandante pasó tras ellos y me miró fijamente, yo le quité la mirada y me di la vuelta, para no llamar la atención.
- El interrogatorio será a las seis –Escuché como le decía a uno de mis compañeros, Sergio concretamente- Encárguese usted.
