“Maldita suerte”
Melody entro a su casa sonriendo, había sido un día grandioso en la escuela.
«Que mal que no iré al estudio hoy» Pensó con cierta tristeza.
Luego sonrió, tendría una “cita” con Justin.
«Una cita... Con Justin. ¡La cita! Tengo que cambiarme de ropa, no puedo ir así»
Subió con rapidez las escaleras y se encerró en su cuarto haciendo que Joan y Frankie se preguntaran que estaba pasando.
—cariño, ¿todo bien?—pregunto Joan del otro lado de la puerta
—si, mama, tranquila—abrió la puerta y sólo saco su cabeza sonriendo—saldré y me estoy arreglando
—¿a dónde y con quien? Si se puede saber
—a los bolos... Con Justin—dijo sonrojada y Joan sonrió
—bien, no te interrumpo más, sigue con lo que hacías, te llamare cuando llegue.
Melody entro y cerró la puerta, camino a su armario y escogió lo que se pondría, algo simple, sólo irían a los bolos y tal ves a caminar, nada fuera de lo común.
Tomó una blusa con un lindo dibujo de un gatito, unos jeans y sus botas marca UGG color café caqui, se veía muy hermosa para haber escogido algo muy simple, se colocó un lindo moño rosado en su cabello y estaba lista. Había llegado dos horas tarde a casa por el simple hecho de haberse venido caminando y se había perdido, gracias a Dios encontró a Ryan, y el le indicó el camino correcto para ir a casa.
Exactamente a las 6 de la tarde el timbre de la casa sonó, Melody sonrió.
«Es puntual, me gusta. Ni un minuto más, ni un minuto menos» Sonrió mientras se retocaba su maquillaje, tomo su celular y se hecho unas gotas de su perfume.
—ya está aquí—dijo Annie sonriendo—date prisa que Frankie debe estar cuestionándolo abajo—rieron y juntas bajaron.
—hola Justin
—Hola bo...—Frankie elevo una ceja y Melody río más para ella que para ellos—Melody, ¿nos vamos?
—claro
Salieron juntos de la casa, Melody río al ver el nerviosismo de Justin ante Frankie y partieron a los bolos. Cuando llegaron ambos pidieron sus zapatos.
—ya sabes cual—dijo Justin riendo al chico y el riendo también se los entrego.
—¿cuál es tu número, linda?—dijo el chico coqueto y Melody tomo su cabello nerviosa
—6...—susurro tímida y Justin sintió su corazón latir rápido.
«Aw» Pensó el.
El chico los entrego y Melody se los amarro, luego caminaron a la mesa que les asignaron. Melody se quedo tiesa al ver a los amigos de Justin al fondo.
—¿tu los invitaste?—pregunto algo irritada
—¿a quienes?—dijo buscando el número de su bola
— a ellos—los señalo y Justin sonrió
—joder—susurró notoriamente molesto—no, y no se qué hacen aquí.
«Viernes de bolos» Recordó.
—imagina que no están aquí, no nos molestarán, lo prometo
—bien—contesto ella y camino al estante donde estaban todas las bolas y tomo la más ligera. Justin río enternecido al ver que ni por que escogió la más ligera podía cargarla, se acercó a ella y la tomo por ella.