“Hicimos un trato”
Con sus manos temblorosas Justin tomo su iPhone y comenzó a marcar los números según su memoria, espero, 1, 2, 3, hasta que el teléfono de la otra línea fue descolgado.
—¿hola?—la dulce y alegre voz de Melody hizo que por un momento olvidara su dolor.
—Melody, te necesito—dijo ahogado en lágrimas mientras veía la sangre un poco seca de sus manos
—¿Justin? ¿Estas bien?—pregunto preocupada al escuchar el tono de voz de el y que sobre todo, que no la llamara bonita como siempre lo hacía.
—¿Justin es el chico del que tanto hablas?—escucho el desde la otra línea y entre las lágrimas y el dolor, sonrió ligeramente.
—Alexa, te llamo después—se hizo silenció después de que Melody hablara—¿estas bien? ¿Qué ocurre?
—abre tu puerta—susurro llorando. Silencio, fue lo único que escucho en la otra línea y la puerta frente a el se abrió. Melody colgó al momento que lo vio y su boca se abrió en grande con sorpresa.
—Dios mío...—hizo pasar al chico y volteo a todos lados asegurandose de que estuviera sola—ven—susurro y tomo con delicadeza el brazo de Justin y lo guió a su habitación, lo sentó en su linda cama—iré por una venda y pomada, no hagas ninguna estupidez.
Salió corriendo de la habitación y Justin río leve pero aún con lágrimas en las mejillas viendo cada fotografía de su habitación.
—ya estoy aquí—entro sonriendo y se arrodilló frente a Justin.
Comenzó a curar tiernamente las heridas de Justin y las vendo para que no volvieran a sangrar. Justin se sintió feliz de ver como Melody se preocupaba al extremo por el, sabía que Melody también lo amaba, por muy leve que lo demostrara y claro, el se moría por ella, en serio se había enamorado de ella.
—¿me contarás que paso?—pregunto ella mientras preparaba una ensalada a Justin en la cocina. Habían estado callados desde que ella le ofreció algo de comer—tengo esa duda desde la otra noche—dijo ella fría.
El se sorprendió, nunca había visto a Melody tan sería con el, sin embargo ella se mantenía dura ante ese tema, algo que ella hizo años atrás por culpa de Blake y la verdad no tenía humor de recordarlo. ¿Pero qué le haría? Estaba sumamente preocupada por el chico y en serio quería saber que pasaba para ayudarlo.
—yo mmm, me corto—dijo el y Melody enarco una ceja.
«¿cómo puede ser cómico en una situación así?» pensó ella algo histérica.
—bien, bien, te diré, si tu me dices por que has actuado tan raro desde que llegue.
Ella sintió su corazón palpitar fuerte y sus manos sudar, contando que sus manos al cortar la fruta comenzaron a temblar haciendo que casi se cortada un dedo. Suspiro.
—está bien, pero tu primero—Justin asintió cuando tenía ya el plato frente a el. Melody le señalo el sofá y ambos se sentaron en el.
—cuando estaba pequeño, me hacían bullying, por que, no era tan rico como lo soy ahora, lo se, difícil de creer—dijo al ver el rostro de Melody estupefacto—y me golpeaban y robaban la poca comida que tenía, no sabía que hacer, y tuve que recurrir a cortarme para desahogarme
—¿tus padres no lo saben?—Justin negó—¿y qué acaba de pasar?
—resulta que me he enterado que mis “amigos” no son verdaderos amigos, sólo me quieren por mi dinero y estoy harto de eso, la verdad... Me dolió. Siempre creí que estarían ahí para apoyarme cuando quisieran y resulta que no...—suspiro—creo que lo único confiable que me queda es mi familia y... Tu—Melody sonrió.
