“Tu idiota no correspondido”
La música de la casa hacia que el corazón de Justin diera vuelcos y el aire lleno de humo le mareara y cansara la vista. Su mirada sorprendida se enfocó en Melody, en lo que traía puesto y donde estaba: en el bar. Llevaba un vestido de lentejuela negro con unos tacos negros, su cabello suelto y de una manera que jamás le vio. Hasta dónde el sabía, a Melody nunca le agradaron las fiestas.
Decidido, se acercó a la barra y sin importarle que Nix estuviera cerca, tomo las caderas de la castaña y se acercó a ella seductoramente.
—hola, ¿ya bebiendo tan temprano?
Ella se tensó y se incorporó a medias, el alcohol le estaba haciendo efecto, tanto que tuvo que detenerse del hombro del chico para mantener el equilibrio y no dar al suelo.
—¡no estoy tomando!—chillo y se acercó al barman—¡dame otro!—exclamo sonriendo y casi al instante recibió un típico vaso rojo lleno de un líquido incoloro pero con horrible olor.
Lo acercó a sus labios y lo bebió hasta la última gota, sorprendiendo a Justin. Sonrió mientras sacudía su cabeza y le quitó el vaso, ya no había nada así que lo tiro por ahí y tomo sus manos.
—¿quieres bailar?—le pregunto y se arrepintió al ver como Melody dudaba mientras le veía a los ojos directamente. Frunció el ceño y espero un no acompañado de un empujón.
Pero no pasó eso, al contrario.
La castaña sonrió y tomo las manos de Justin juguetonamente para llevarlo hacia la improvisada pista de baile justo en medio del living de la gigante mansión a propiedad de Thomas Stevens. La música electrónica continuó y la chica comenzó a mover sus caderas al ritmo de la música al tiempo que jugaba con su cabello, perdida en la libertad de la canción. Tomo las manos de Justin y las llevo a sus caderas haciendo que el riendo se acercará a ella para bailar más juntos, el suspiro. No quería aprovecharse de la situación pero era casi imposible que el se detuviera, estaba disfrutándolo. Acercó a Melody a el tanto que casi podía sentir el corazón de la chica latir fuerte y acelerado. Sonrió al notar que el aún causaba ese efecto en ella.
—¿por que sonríes?—pregunto la chica mientras llevaba una mano a la nuca de Justin y acariciaba su cabello
—por que aún me amas—le contesto sin preocuparse por la reacción de ella
Al ver que ella no decía nada, junto su frente con la de ella y sonrió al ver como eran la atención de algunos, incluido Nix. La castaña aún seguía moviendo sus caderas y Justin con sus manos en ellas.
—eres un idiota, ¿lo sabes?—le dijo arrastrando las palabras pero con sinceridad
—soy un idiota, pero soy tu idiota no correspondido—le dijo tratando de bromear un poco
—¿no correspondido? ¿De dónde sacaste eso?—le pregunto extrañada—puede que no te perdone, pero no significa que no te ame—sonrió
«Bueno. Algo es algo» pensó Justin sonriendo.
Se acercó a ella y capturo sus labios en un tierno y lindo beso pero a la vez salvaje y apasionado.
Lo amaba.