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Louis se miró en el espejo por quinta vez en menos de dos minutos. Hoy no llevaba nada que lo diferenciara de otros días; un sweater un poco más grande que él color gris y una falda blanca a cuadros. Sin embargo hoy se sentía diferente, de una buena forma. 

Retiró el flequillo de su frente con cuidado, y aplicó un poco, sólo un poco de brillo labial sobre sus delgados y rosados labios. Bajó las escaleras de dos en dos, haciendo elevar su falda, y se sentó en el sofá a esperar por Harry.

Se sentía raramente ansioso por salir con Harry, espera que hoy por fin puedan dar un paso más, porque el tiempo se agota, y aun no ha consigo tenerlo en su cama, ni siquiera cerca de ella.

Escuchó como tocaban la puerta, y antes de correr a abrirla, le avisó a su madre que ya se iba.

—¡Hola Harry! —Exclamó Louis al abrir la puerta, y se colocó de puntas para besar la comisura de los labios de él ojiverde. Harry como de costumbre sonrió apenado y sin saber como responder al gesto de Louis, simplemente se dio la vuelta y le hizo una seña con su mano para caminar juntos hasta su moto. —Deberías vender ésto y comprar un auto. Pensaría menos al salir contigo  —Bromeó Louis y Harry pareciera estar considerando esa opción.

—No sería mala idea —Respondió del mismo modo, y se montó en su moto, para luego ayudar a Louis a hacerlo.

Louis abrazó la cintura de Harry con fuerza y aferró su pequeña cabeza a la ancha espalda de éste. 

—¿Podrías decirme a dónde vamos?  

—Pronto lo sabrás—Harry hizo rugir el motor de su motocicleta, y la puso en marcha.

Louis intentaba pensar lo menos posible en que estaba sobre una moto, que a su parecer, en cualquier momento iba a estrellarse de lo rápido que iba. Mientras tanto Harry disfrutaba como el viento chocaba contra su rostro, sin embargo, no había podido dejar de pensar en el hecho de vender su motocicleta para comprarse algo más práctico como un auto, con todo el dinero que seguramente conseguirá por la moto, puede comprarse un increíble auto. 

Él ama su moto, luchó mucho para conseguirla, pero amaría más el que Louis se sintiera más cómodo y seguro estando con él.

—¡Llegamos! —Louis abrió sus ojos algo desorientado, y bajó rápidamente de la moto, sin siquiera percatarse de el lugar tan hermoso en el que se encontraba.

—Definitivamente odio las motos —dijo mientras acomodaba su cabello, y estiraba pequeñas arrugas que se habían formado en su falda.

—Calma, princesa  —Harry rió marcando sus dimples, y Louis sintió como todo el estrés abandonaba su cuerpo en una fracción de segundos. —¿Te gusta el lugar?

 Louis miró a su alrededor, y sus ojos se iluminaron por completo. Era un lugar lleno de arboles y flores, parecía lo alto de una colina, o algo así. Había un pequeño arroyo, y como si todo eso no fuera suficiente, también se podía apreciar el sol ocultándose a través de las nubes. Un hermoso paisaje digno de mirar.

—¡Me encanta! Siempre quise venir a un lugar así —Admitió el ojiazul y caminó con cuidado hasta llegar a su arbusto lleno de flores de diversos colores. —Es perfecto 

—Y eso no es todo —Harry caminó hasta un arbusto y tomó una canasta que estaba entre éstos. Tendió con mucho cuidado una manta sobre el césped y luego sacó diferentes tipos de postres de chocolate, algunas fresas, y por último unas pizzas.

La mandíbula de Louis cayó al piso ante aquel gesto, que nunca nadie había tenido el atrevimiento de hacer. Sin pensarlo dos veces se lanzó a los brazos de Harry, mientras escondía su cabeza entre le cuello de éste. Harry tardó unos segundos en reaccionar, pero cuando lo hizo envolvió a Louis, acurrucandolo contra su pecho.

Sweet lie➳ Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora