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Louis rió ligeramente sintiendo las manos de Harry recorrer su estómago. Mordió su labio inferior, que segundos después fue besado por su novio.

—Te amo —susurró muy cerca de su oído, antes de besar su mejilla con dulzura. Louis suspiró enamorado.

—¿Juras amarme siempre? —los ojos de Louis se cristalizaron cuando Harry no respondió la pregunta. — Harry...

Sintió como las manos de él mayor se aferraroncon fuerza a sus muñecas, inmovilizandolo en la cama. De pronto empezó a desesperarse. Los besos estaban acompañados de un cosquilleo molesto, y supo que era de un bigote. Uno muy conocido.

—¡Sueltame! —exclamó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Sus muñecas estaban siendo apretadas con fuerza, pero aún así no sentía dolor.

—Que lindo muñequito.

Las manos liberaron sus muñecas, pero aún así no podía moverlas. Sus piernas desnudas estaban siendo acariciadas, y aunque no podía ver a la persona que lo tocaba de aquella forma tan atroz, sabía de quien se trataba.

Por favor, déjame... -suplicó, pero fue ignorado una vez más.

Está vez quería gritar, pero no podía. Su voz no salía, y entonces aquellos ojos se fijaron en los suyos. Con esa mirada cargada de deseo, que a Louis le congelaban los huesos. Fue cuando gritó en medio del llanto que pudo despertar de esa terrible pesadilla.

Estaba en su habitación, solo, sudado, y llorando. Su respiración era inestable, y su desesperación aumentó cuando vio a todos lados y en ninguno estaba Harry. Cerró sus ojos e intentó dormir de nuevo, pero era inútil considerando que no puede parar de llorar, y su mente se llena de recuerdos tóxicos que quiere desaparecer.

*           *          *

Al amanecer Louis se levanta aturdido para darse cuenta que aún tiene una hora para alistarse e irse a la universidad. Dura al rededor de treinta minutos en el baño, y se viste con lentitud, sintiendo como la ropa arde al pegarse en su piel, piensa que quizás esté algo irritado. Pero termina de darse cuenta que es por rascarse excesivamente, aún cuando nada pica. Incluso notó algunas partes que están tan rojas, que parece que están a punto de sangrar. No se molesta en peinar su cabello, ni arreglarse o maquillarse ligeramente como hacía en tiempos pasados, así que solamente toma su mochila y coge rumbo hacía la universidad.

Le había prometido a su madre a duras penas que iba a asistir a la universidad. Y solamente cumple a su palabra porque no quiere seguir estorbandole a todo el mundo. No quiere seguir siendo una carga para Johannah. Está harto de sentirse un peso que nadie se atreve a sostener.

El camino en autobús se hizomás largo de lo deseado con miradas sucias sobre él. Al bajarse un hombre estuvo a punto de tocarlo de forma inapropiada cuando James lo defendió. Louis agradeció el gesto, porque ya estaba hipando sólo de pensar en el tacto de ese hombre sobre su piel. Él rubio lo abrazó por los hombros y caminaron juntos el trecho que quedaba hasta la universidad.

—Gracias Horan —Louis sonrió de medio lado, y bajó la mirada para pasar por su lado e irse.

—Espera, bonito. ¿Estás bien? —cuestionó con el ceño fruncido. Louis asintió.

—Anoche no dormí bien, eso es todo.

James dudó un segundo. Louis lucia demacrado, algo impropio de él. Parece que no duerme durante toda la noche, y que, además, estuviese llorando demasiado tiempo.

—¿Estás seguro?

Louis nuevamente volvió a asentir, está vez intentando tener más estusiasmo en sus acciones, aún así parece demasiado forzado y falso.

Sweet lie➳ Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora