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Después de estar al rededor de media hora tirados en el piso, deciden levantarse y Louis no deja de mirar su anillo como la cosa más maravillosa del mundo. Se siente feliz de una manera inexplicable, sentía que necesitaba un pellizcon para despertar, pero si eso era un sueño, espera realmente que nadie se acerque para despertarlo. Miró a Harry y se lanzó para abrazarlo y besarlo por vigésima vez en menos de cinco minutos. El amor de los dos también se sentía feliz y dichoso, y más aún por ver la felicidad plasmada en el rostro de su, ahora, prometido.

-Queria pedirtelo de una forma más especial, pero tú... Pequeño impaciente y celosito, no me dejaste otra opción -Harry envuelve la cintura de Louis con sus brazos y besa su mejilla y nariz haciendo reír ligeramente al más pequeño.

-Fue perfecto. Es perfecto. ¡Voy a ser tu esposo! -dice, eufórico y besa una vez más a su novio. Harry le devuelve el beso, feliz.

-Estoy feliz de estar aquí contigo mi amor, y lo estaría todo el día. Pero tenemos que entrar a tu casa -recuerda el mayor de los dos, rozando su nariz con la de Louis, quien se niega a soltar su cuello y bajarse de sus zapatos. Porque si, está sobre los zapatos de Harry, para evitarle el trabajo de tener que estirarse hasta sus labios.

Después de que Harry insiste un par de veces más para que entren a la casa, entre risas y besos cortos, finalmente Louis accede e ingresan a la casa, está vacía y Louis lo sabía. Puesto que su madre ahora está en el trabajo, pero aún así no debe tardar en llegar. Él sigue mirando su anillo con adoración y Harry lo mira con adoración a él.

-Ya quiero que nos casemos, Harold -chilla Louis emocionado mientras se cuelga del cuello de su novio. Harry lo toma por la cintura y besa sus labios repetidas veces.

-Estaba pensando que podía ser después de mi graduación. ¿Que opinas, mi amor? Tú mandas y yo estoy a tus pies.

Louis asiente repetidas veces, estando de acuerdo.

-Nos daría tiempo de organizar todo a la perfección, ambos terminamos éste pesado y terrible año escolar. Te gradúas, y me da tiempo de planear todo. Casarme a los 20 parece realmente una locura -Louis realmente nunca pensó que iba a casarme, mucho menos tan joven, pero está demasiado feliz y ansioso por hacerlo ya. Harry nota la euforia y el nivel de feliz que tiene Louis porque no para de hablar y eso lo pone tan feliz que lo único que hace es besarlo y apretarlo contra su cuerpo.

-¿Cómo le diremos a mi mamá? ¿Y tus padres? ¿Tu madre estará de acuerdo?

Harry besa nuevamente los labios de Louis para que deje de preocuparse por todo y éste corresponde gustoso pero aún así la intriga se come su cabeza.

-Harreeeeeh, escúchame -dice, safandose de los brazos del mayor y retrocediendo unos pasos. -Tu madre, ¿está enterada?

Harry rueda los ojos. -Papá está realmente feliz-dice, para desviar el tema y Louis sabe perfectamente que solamente está evadiendo la conversación.

-Tienes que hablar con ella, Harry. No podemos casarnos o hacer planes sin que ella esté enterada -exige, y mira como el rostro de Harry entristece.

-¿Ya tan rápido te arrepentiste de casarte conmigo? -pregunta, siendo dramático. Louis ríe ligeramente y se pone de puntas para besar su nariz.

-Claro que no, bobito. Es solamente que debiste hablar con ella, al menos platicarle. Casarte no es cualquier cosa y ella es tu madre.

Harry asiente estando de acuerdo y después de prometerle a Louis que hablará con ella y acordará una reunión para dar la noticia, éste finalmente puede quedarse tranquilo. Por ahora no planean decir nada hasta que Harry termine de arreglar su situación en casa y puedan reunir a ámbar familias.

Después de terminar esa conversación ambos suben a la habitación de Louis y éste decide cambiar por un pantalón rosa de una tela muy suave, que se ajusta a sus piernas, pero no demasiado, y así poder estar cómodo en cama. Ambos pasan la tarde entre risas y mucha diversión, hasta que marcan las seis y Harry decíde que ya es hora de irse a su casa. Cuando baja saluda a Johannah con un beso y sale de la casa.
Cuando finalmente Harry llega a su casa, está completamente dispuesto a hablar con su madre y sube hasta su habitación, tocando la puerta pacientemente, segundos después ella sale y le regala una sonrisa ladina a su hijo.

-¿Pasa algo? -pregunta ella, con un semblante tranquilo. Harry sonríe ligeramente para crear un ambiente más agradable.

-Sabes que tengo novio... Desde hace bastante tiempo que salimos -dice, omitiendo la ruptura, cosa de la cual su madre jamás se enteró. Ella asiente inexpresiva. -He decidido pedirle que se case conmigo.

La madre de Harry sigue con una expresión neutra. Esté último se siente mal por la reacción poco demostrativa de su parte, pero en el fondo sabía que no habría más que eso.

-Me alegro por ti, Harry. Me alegra que quieras independizarte. Ya estás por terminar tu carrera. ¿Pero estás seguro que quieres casarte ya?

-Por supuesto que sí. Amo a Louis, mamá. Lo quiero, lo quiero como tú quieres a papá, como él te quiere a ti. Lo quiero como se quiere para toda la vida -dice, y siente como su corazón se acelera mientras dice todo aquello, nunca se había abierto de esa manera con su madre. Lo único que quiere es hacerle entender que él ama a Louis como cualquier persona podría amar a otra y que el género no importa, no importa si tiene pene o vagina. Lo ama por lo que es.

Ella lo mira un par de segundos más y finalmente lo abraza, Harry siente como llora y el rápidamente le devuelve el gesto sintiendo como su corazón está apunto de estallar.

-Te quiero, mi niño. Eres mi niño, no puedo creer lo rápido que has crecido y madurado y la manera tan sana en la ves el mundo... Eres mi tesoro, Harry. Y es una lástima que no te haya valorado lo suficiente, pero quiero que sepas que jamás he dejado de quererte y jamás dejaré de hacerlo.

Harry se separa de su madre y puede ver la sinceridad en su mirada, seca las lágrimas de ella y le da un beso en la frente, envolviendola de nuevo en un abrazo reconfortante.

-No naciste con un manual que te enseñara como ser madre. Tuviste tus errores, al igual que todos, pero aún así nunca necesitaste un manual para ser la mejor madre, porque lo eres.

Anne no puedo creer la persona en la que Harry se ha convertido. Es un hombre de bien, un hombre que cualquier madre se sentiría orgulloso de tener como hijo. Ella sabe sus errores como madre, sabe que a veces es dura con Harry y no hace nada para entenderlo, pero lo ama, lo ama con todo su corazón y no importa lo que pase, el siempre será su niño, y le encantaría regresar el tiempo y corregir sus errores, pero como eso es imposible, solo se dedicada a ser mejor de ahora en adelante. Ser la madre que Harry merece tener.

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Gracias por leer chiquitas. Prometo no volver a desaparecer y menos ahora que ya estamos por terminar:(
Les quiero❤
¡No olviden dejar su voto porque me ayudarían muchísimo!

Sweet lie➳ Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora