Too much love will kill you | BellDom

3.

Lindsey y Dominic estuvieron armando aquel rompecabezas una y otra vez; Por más que Dominic le insistiese que jugaran a algo más, Lindsey no cambiaba de opinión y mantenía su posición de armar el cuerpo de su dibujo animado favorito.

-Que peculiar –Comento Dominic desarmándolo por onceava vez. Ya se notaba cansado.

-¿Cuántas veces lo han armado? –Pregunto Matthew interesado

-No lo sé, dese la sexta perdí la cuenta –Bufo observando los movimientos de la niña. Pareciera que no los escuchara hablar, se centraba mucho en las piezas de madera-. Ningún niño se enfoca tanto a algo, debería aburrirle esto pero no

Matthew notaba de nuevo esos comportamientos inusuales en Lindsey. No sabía si confiarle a Dominic aquello, pero se sentía hostigado de no saber porque era así. Quizás hasta Dominic lo notaria.

-Quizá sólo le gusta más porque tiene a ese cerdo que le gusta tanto –Vacilo Matthew restándole importancia

-Aun así, no me parece normal –Dijo el rubio mordiéndose el labio-. Eso sólo se da en niños con algún tipo de trastorno

-¿Trastorno? –Interrogo el padre a la defensiva- ¿Qué insinúas?

-Que deberías llevarla con un experto, un pedagogo quizás, o un pediatra –Respondió sin temor por haberle hecho esa insinuación a un padre respecto a su hija-. No tiene nada de malo, pero si no se alienta ahora, cuando crezca tendrá muchas complicaciones

-¿Cómo es que sabes tanto? –Cuestiono más calmado bajando la guardia

-Mi hermana estudio todo eso –Dijo echándose al respaldo del sofá-. Noto que tiene comportamientos extraños, como eso –Y ella seguía armando y colocando piezas una tras otra sin mirar a los adultos-. Cualquiera se hubiera hartado y dejado el rompecabezas, pero ella está sumamente interesada, además, parece que no se da cuenta de que estamos aquí, hablando de ella. Ni siquiera le importa, lo cual es genial, pero es un signo

-¿De qué?

-Hay varios trastornos con esas índoles, Matt –Murmuro indeciso-. Podría ser Asperger o tener autismo, no lo sé, deberías llevarla a algún examen con un pediatra especializado

-Para serte sincero, ya he notado esos signos antes –Revelo apenado, el rubio le escucho atento-. Se centra mucho en una cosa, a veces parece no escucharme ni a mí ni a su madre, siempre sigue un tipo de rutina, podría jurar que tiene una obsesión por el orden –Suspiro-. Sí, sé que podría tener algo de eso

-¿Y por qué no visitas un especialista? ¿Quisieras que te acompañe?

Una sensación de calidez empezó a absorber al castaño al sentirse amortiguado por alguien aunque también le causaba incertidumbre y un poco de temor el por qué Dominic estaba tan interesado en ayudarle con Lindsey, ¿Acaso estaba devolviéndole el favor?

-Sería de mucha ayuda, pues yo no sé mucho de niños en estas situaciones –Dijo franco con algo de pena-, y bueno, mi esposa menos

-Bueno, sí tú me estas ayudando ahora, yo también puedo hacerlo –Finalmente si estaba devolviéndole el favor. Eso lo tranquilizo-. Además, en menos de dos horas me he llevado genial con ella y contigo. Nada me gustaría más que ayudarlos

-Muchas, gracias, Dom –Sintió extrañez al llamarle Dom por primera vez-. Lo aprecio, en verdad gracias

-No agradezcas, amigo –Le guiño el ojo. Regresaron sus miradas a la pequeña, quien no se detenia de armar el juguete ese-. Lindsey –Le llamo con tono alto-, Lindsey, pequeña deja a la cerdita descansar o no querrá jugar contigo mañana, Lindsey