Mis consejos para escribir.

Finales de capítulos.

Esto va tanto para los finales de los capítulos como para la historia completa: dejad misterios sin resolver.

El cerebro no descansa hasta que algo está concluido. Pensemos por ejemplo en esas veces que nos olvidamos del nombre de alguien, o del nombre de algo, una canción, una película, un alimento... ¿qué hacemos? Pensar y pensar una y otra vez en eso, intentando recordarlo, y no descansamos hasta que lo hacemos, hasta que la información está completa. Las cosas concluidas le dan confort a nuestro cerebro, por decirlo de alguna manera desde mi humilde conocimiento, y una vez que esa información está terminada, la olvidamos.

Pues eso pasa también con las historias. Es una estrategia, para atrapar al lector. Si leemos un libro y todos los cabos sueltos que había terminan atados, nos quedamos satisfechos, cerramos el libro, y pasamos a otra cosa... pero cuando nos hemos dejado cosas sin resolver (no hablo del misterio principal, pero sí de pequeños detalles) nos quedamos dándole vueltas a la historia, y la recordaremos por mucho más tiempo porque se nos ha quedado la espinita clavada de qué pudo haber pasado con tal personaje, o cuál era el motivo de por qué actuaba de una manera, o por qué un personaje en concreto dijo un diálogo determinado...

Así que... sí, dejemos pequeños cabos sueltos, chicos, y los lectores se quedarán pensando en vuestra historia por más tiempo.

Con respecto a los capítulos de manera individual, si tenemos una escena determinada o un diálogo, o una sola frase que sabemos que es importante y que va a causar cierto impacto, dejémosla para el final del capítulo. Sabemos que el cerebro retiene con más facilidad la información del principio y la del final, quedando la de en medio de forma algo difusa.

Esto es un buen truco psicológico para aplicar en el día a día, como cuando queremos que nuestros padres nos compren algo. Lo mejor es decirles el precio en la mitad de la información, ni al principio ni al final de tu petición, y tendrás más posibilidades de que al menos se lo piensen.

Por tanto, dejemos lo mejor para el final en los capítulos. Creará intriga y el lector estará ansioso por saber qué pasará en el siguiente.