Usame (Startom)

Capítulo 3.

Tom me abrazó poniendo mi rostro contra su pecho y sin poder ocultarlo por más tiempo comencé a llorar. Sentía rabia por todo, Marco no se había separado de Jackie en ningún momento desde que eran novios, se olvidaba de todo lo relacionado conmigo y para colmo no asistió a mi cumpleaños solo por estar con su novia. Sabía que no debía sentirme así pero no podía evitarlo, agarré más fuerte a Tom llorando en silencio.

-Tom ¿cómo aguantas esto...? -le miré con los ojos llenos de lágrimas.

-Porque estoy enamorado de ti -me contestó.

Yo busqué en su rostro algún signo que le delatara pero no ocurrió nada, decía la verdad, él me amaba.

No pude evitar volver a llorar, Tom me consolaba en silencio estando ahí para mí. Cuándo al fin me calmé después de casi una hora llorando, Tom habló.

-¿Entramos? -refiriéndose al centro comercial.

Asentí y casi arrastrándole entramos. Quería seguir con la farsa y aquel sitio era perfecto, cuanta más gente se creyera aquella relación entre mi ex y yo, tenía más posibilidades de poder poner celoso a Marco.

Una vez dentro seguí con mi plan, Tom y yo fingíamos a cada momento, la gente curiosa se quedaba parada mirándonos cada vez que entrábamos en alguna tienda.

-Star ¿podemos ir a otro sitio? -me dijo un poco incómodo después de aguantar durante horas aquellas miradas.

Marco nos estaba viendo a cada momento que Jackie entraba en algún probador, me estaba divirtiendo provocándole celos pero ya eran suficientes por hoy, mañana seguiría.

-Esta bien ¿cuál quieres? -respondí sonriente.

-¿Qué tal si damos una vuelta en mi carroza? ^^

-De acuerdo -le besé los labios.

Ante aquello Tom se sonrojó, sin saberlo no podía apartar mi vista del ojo que tiene en la frente. No salí de mi trance hasta que finalmente nos encontramos solos en su carroza del inframundo.

-Quiero enseñarte algo Star -me dijo sonriente.

De un estante sacó un libro de fotos y se sentó en el sillón conmigo para mostrármelo mientras el carruaje avanzaba al destino que Tom quería, todas las fotos eran de cuando estábamos juntos en el pasado.

-¿Aún las guardas? -sorprendida.

-Sip, además eres alguien muy importante para mí Estrella -me miró a los ojos entristecido.

No fui capaz de contestarle, sabía que le estaba utilizando pero aún así él deseaba volver conmigo. El silencio ya se me estaba haciendo incomodo hasta que cambié de tema.

-¿Qué tal vas con tu control de ira? -le pregunté de repente.

-Bien, ya llevo 160 días libre de ella -se metió la mano en un bolsillo mostrándome aquella placa.

Me sorprendí al ver ese número tan alto, ningún demonio había llegado a esa cifra que yo supiera y Tom consiguió llegar.

-Aunque quiero acumular al menos 1 año, pero eso ya es más difícil.

-Bueno, ningún demonio con ataques de ira lograría esto ni en sueños -le animé.

-¿Eso piensas de mí? -se desánimo más- ¿que soy un demonio con ataques de ira?...

Cada palabra le dolía más a él que a mí.

-No pienso eso, es que te enfureces con mucha facilidad -le aclaré.

-¿Entonces que piensas...?

Ok, ahí sí que no sabía lo que responderle, no quería enfurecerle después de tanto tiempo pero Tom se enfadaría si mentía, debía decirle la verdad por dolorosa que fuera.

-Es complicado Tom -empecé a jugar con mi pelo.

Bien, era ese momento o nunca, reuní todo el valor posible y lo solté todo sobre nuestra relación tanto bueno como malo, cuando acabé Tom tan solo miraba el suelo sin pronunciar palabra.

-¿Estás bien? -me preocupé un poco.

-Si, lo entiendo, pero he cambiado -al fin despegó la vista del suelo.