-Ya tienes lo que querías ¿no? -decidida a atacar.
-Aún no -sonrió el señor errante.
Un ataque fue lanzado hacía Dark por la espalda rozándola.
-Tú también podrías obtener lo que quisieras -se acerca a ella con precaución- ¿no te gustaría ser libre y dejar de depender tanto de esa niña?
-No soy como tú -sonríe de medio lado.
-Ella te tiene presa ¿por qué no deseas la libertad? -insistió lanzándola un ataque.
Dark lo esquivó a tiempo posicionándose detrás suya.
-¿Qué harás después de matarle?
El señor errante se giró para darla con su poder cuando eso le detuvo, realmente no lo había pensado del todo bien, necesitaba un cuerpo resistente pero se negaba a volver al del demonio.
-Ya veré lo que hacer -apretó los dientes.
Dark aprovecho el descuido para atacarle con un rayo oscuro.
-Vuelve a Tom, ese chico -refiriéndose a Marco- no aguantara mucho.
-¡Jamás!
El cuerpo de Marco atacó a Dark sin descanso, finalmente después de ella haber estado un rato esquivando sus ataques lanzó un rayo especial rojo dando a Marco y Tom a la vez.
-*Ya está hecho, ahora rompe el hilo antes de que despierte Marco* -dijo Dark con sus pensamientos a Star volviendo a su interior.
-*Gracias* -respondió la rubia.
Star encontró a Toffee en una esquina contemplando el espectáculo.
-¿Me ayudas a romper el hilo rojo? -se acercó a él.
Toffee asintió y la dio las instrucciones necesarias.
1°. Hacer un círculo lo bastante grande para poder entrar las personas afectadas en él.
2°. Una vez dentro ambas personas rodearlo con velas.
3°. Pensar profundamente en los sentimientos que se quieren separar con esa persona.
La chica hizo al pie de la letra cada cosa, primero el círculo, alrededor de ella y Marco, luego pensó en ese amor que sentía hacía el castaño imaginándose que cortaba aquel hilo rojo.
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Deseaba estar con el demonio y pensó en el peli salmón mientras hacía el conjuro.
-¿Pero qué ha pasado? -se despertó Marco confuso- ¿Star, qué...haces? -encontrándose en aquel extraño círculo.
-Romper el hilo que nos une -contestó concentrada pensando en todos los momentos que deseó ser la novia de su amigo.
-No lo hagas...por favor... -su voz sonó un poco triste.
Pero ya era tarde, su amiga estaba decidida a romper aquella unión y nada parecía detenerla.
-No lo hagas, aún puedes salir con Marco... -la voz débil del demonio la detuvo.
-Star...¿quieres...salir...conmigo?
Finalmente el castaño se lo había pedido, Star había esperado tanto que su corazón y mente dudaron unos segundos.
-Marco...yo... -no sabía qué decir pero al mirar el rostro del demonio lo tuvo claro- quiero salir con Tom.
-¿Por qué? -agachó la cabeza el castaño.
-Eso es cosa mía Marco -le contestó sonriendo.
El hechizo continúo, ella estaba más segura que nunca ahora. Marco sentía como todas las emociones con Star se desvanecían, en cambio ella libraba aquel inmenso peso de su corazón.
