Acepté el entrenamiento mientras Tom estaba al lado de Toffee obligado por este.
-¿Qué me pasa? -preguntó Tom- ¿por qué no puedo moverme?
Sus esfuerzos eran cada vez más inútiles, su cuerpo no respondía a las órdenes.
-Ah, se me olvidó decir algo, mientras dormías he dibujado en tu cuerpo sellos especiales que te obligan a obedecerme y tampoco puedes abandonar el castillo sin permiso -le aclaró Toffee neutral.
-¿¡QUÉ?! -dijimos Tom y yo sorprendidos.
-¡¡Sorpresa!!
Un silencio incomodo se formó hasta que Toffee volvió hablar.
-Bueno primero piensa en un hechizo que te salga muy bien e intenta hacerlo sin la varita, concéntrate.
-De acuerdo.
Pensé en mi primer hechizo, cambiarme el peinado, recordé lo que Glosary me había dicho e intenté recordar lo que sentí cuando Marco casi descubre mis auténticos sentimientos de aquel entonces por él.
-Más profundo -susurré con los ojos cerrados.
Después de concentrarme e intentarlo sin parar un buen rato al fin me salió.
-¡Lo has conseguido Estrella! -exclamó Tom alegre abrazándome.
-Si -le contesté sonriendo devolviéndole el abrazo.
-Bien hecho pero aún te queda mucho.
Entonces Tom se encaro con él.
-¿¡Es que piensas tenerla aquí hasta que tú quieras?! -enfadado con Toffee- ¡¿Qué no ves que no quiere!? -me puso detrás suya para poder protegerme.
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-Tom no importa -le abracé por detrás para calmarle.
-Bueno puedes ir donde quieras del castillo pero sigue practicando -dijo Toffee marchándose y dejándonos solos.
-¿Qué estará planeando? -murmuro Tom ya calmado.
-No lo sé, pero lo que importa es que tú estés bien.
Tom se quedó sorprendido, parecía no comprender nada.
-Que lindo estás >///<.
-Gra-Gracias -se quedó casi sin palabras.
Aisn, adoraba cuando hacía eso. Le solté del abrazo para ponerme enfrente y estaba aún más adorable que antes.
-¿Star estás bien? Te has puesto roja -comentó.
Moví la cabeza sacando de mí aquellos pensamientos rápido.
-Sí, no te preocupes. Mejor sigo practicando hechizos para que Toffee me ayude -cambie el tema.
-Espera, -me agarró de la muñeca para impedir que me fuera- ayer no me respondiste ¿por qué haces todo esto...por mí?
Sus ojos tenían un brillo de esperanza mezclado con una inmensa tristeza.
