Usame (Startom)

9 (3/3).

Nota mía: Me ha costado relatarlo como si lo hiciera Star, este es el uno de los pocos que estará en 3ra persona.

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La joven chica rubia se despertó en su más temida pesadilla, el hospital de Santa Olga. Había sido llevada de emergencia allí al fallarla el corazón por la reciente ruptura del demonio.

-*Mi corazón...* -pensó al notarlo débil, recordando el motivo de su hospitalización- *al menos él no lo sabe...*

O eso pensaba ya que el estímulo excesivo podía matarla pero ella en vez de decirle que moriría por su culpa al provocarla tantos estímulos peligrosos, se medio inventó lo de su ira.

-*Da igual, tengo que salir de aquí. Tom me necesita* -recordó que estaba dentro de su peor pesadilla.

La chica caminó sin mucha dificultad por los inmensos pasillos blancos abriendo cada puerta que se encontraba a su paso.

-*¿Dónde está?...Tom...*

Recordar los últimos momentos del demonio con el "señor errante" antes de llegar allí hacían querer darse prisa aunque no podía ir demasiado rápido debido a que acababa de salir del quirófano. Buscando encontró la sala donde estaban los documentos con trasplantes de órganos, al ver algo de sangre fresca entró acercándose a la mesa donde había el papel de su operación.

-*No...puede...ser...* -las lágrimas cayeron por sus mejillas al leer el nombre de quién había dado su corazón- *¿entonces...todo este tiempo...?*

Se vio incapaz de terminar la frase, ahora comprendía muchas cosas y no podía evitar sentirse culpable por todo lo que había hecho en el pasado.

-*T-Tengo que rescatarle* -se limpió como pudo las lágrimas.

La sangre de la mesa dibujaba un sello de los que Tom tenía en el cuerpo. Era una pista.

-*Debo encontrarle a tiempo* -preocupada por el demonio.

-Star tú no le mereces, tan solo haces que sufra, déjale y olvidate de él -la decía una voz débil que se oía con dificultad dentro de aquel cuarto.

-*No lo haré, Tom me necesita* -respondió mentalmente.

-No vengas, no aguantaras.

Sin hacer caso a las supuestas advertencias comenzó a guiarse por esa voz dentro de los pasillos. En poco tiempo aquello se escuchaba más claramente, ya se encontraba cerca.

-No quiero...da igual...lo que me pase...con tal de que ella esté bien... -escuchó la voz del demonio débilmente.

-¿Tom? -alzó su voz.

-¿Star? -volvió a oírle con dificultad.

-¡Soy yo Tom, tu estrella! ¿¡dónde estás?!

-Por favor no te acerques...vete...y no mires atrás... -se escucharon sollozos del demonio.

-¿En serio crees que te dejaré solo cuando más me necesitas? -ignoró su llanto avanzando.

Detrás de una puerta de acero la voz de Tom se escuchaba más fuerte junto con la del "señor errante".

-Haz lo que te dice, él quiere dejar de sufrir y yo puedo ayudarlo -se escuchó al "errante".

-¡¡Mientes!! -gritó ella- ¡¡solo quieres matarle!!

-¿Es verdad...eso...? -la voz de Tom se notaba confusa.

-No, solo quiero ayudarte, vamos confía en mí y sigue con el ritual.