La verdad me estaba sorprendiendo aquel día, ¿de verdad había cambiado o tan solo era uno de sus intentos para que volviéramos?
-Llegamos -me dijo sacándome de mis pensamientos.
Sin hablar le seguí saliendo de la carroza, estábamos en el inframundo, Tom me cogió de la mano sin importarle nada lo que los otros demonios dijeran.
-Vamos, ya casi estamos -sonrió alegre.
Me llevó a una sala de juegos del inframundo, donde nos conocimos por primera vez.
-Se nota que ya no vienes por aquí -entrando al local.
En una pizarra estaban escritos los mejores jugadores, por supuesto Tom estaba en el primer puesto y como ganador debía aceptar cualquier desafío para mantener su estatus bien alto.
-Bueno he estado un poco ocupada -solté una pequeña mentira que en parte era verdad.
Miré por todos sitios y aún quedaba algo de mí, sonreí en seguida al recordar mis récords, aprovecharía para jugar un rato con Tom.
-¿Te apetece una competición como en los viejos tiempos? -le sonreí retándolo.
-¿De todos los juegos o alguno en particular?
-No sé -miré con fingido desinterés al fondo encontrando el juego perfecto- podríamos jugar a la diana ¿te parece?
-De acuerdo -me sonrió.
De pronto los altavoces anunciaron que Tom había aceptado mi duelo y como era costumbre todos se nos quedaron viendo susurrando por lo bajo. Tom preparó todo, 2 dianas especiales con dardos, cada uno separado a una distancia considerable de su propia diana.
-¿Qué tal si empiezas tú? -ofreció cortésmente.
Asentí con una sonrisa y así empezó el desafío, el primero en llegar a 0 puntos ganaba, cada diana marcaba en total 1000 puntos para que la partida durase más. Me divertí bastante, Tom era muy bueno y se esforzaba por mantener su reputación intacta mientras yo tan solo pensaba en divertirme.
-No sé cómo ha sido capaz de desafiar al príncipe Tom.
-Esa niña va a perder.
-¿Es qué no sabe lo que él hace a los perdedores?
Aquello ya me estaba empezando a molestar pero intenté pasar, es más si hacía falta perdería a propósito para comprobar la verdad de aquello. Después empecé a escuchar más cosas pero referidas hacia Tom.
-He escuchado que está en el curso de ira por una chica.
-Jamás lo conseguirá, cualquiera que se le acerque es mero interés.
-También es humillado por ella, jajajaja, patético.
Las voces empezaron hablar más fuerte sin importar que él las escuchara, yo preocupada le miré, Tom estaba haciendo su mejor esfuerzo por ignorarles pero a medida que avanzaba nuestra partida se le iba haciendo más difícil. A Tom le quedaban 100 puntos y a mí 300, ya era obvio quien iba a ganar pero debíamos acabar el desafío.
-No tiene dignidad jajaja, hace todo por una chica y encima ni siquiera le hace caso jajajaja.
Aquello colmó su paciencia, sus ojos se volvieron rojos, estaba a punto de explotar y descargar toda su ira contra quién había dicho aquello. Pero en vez de eso tan solo pidió un momento para arreglar algo, se lo concedieron y acercándose a la mesa de ese demonio sin usar la ira destruyó aquello.
-De está te libras por pura suerte -le dijo entre dientes y volvió a dónde estaba yo.
Vale, ahora sí que estaba impresionada y con la boca abierta. El antiguo Tom ni hubiera pensado en las consecuencias de explotar conmigo delante pero ahora estaba siendo muy cuidadoso por demostrar su gran progreso.
-Wuau, ojalá fueras así siempre -dije sin pensar deseando eso de verdad.
Sabía que pedía en aquel momento algo técnicamente imposible ya que a duras penas lograba mantener el control, pero no podía culparle ya que sus poderes estaban ligados directamente con sus emociones.
-*Y sin su conejo ni nada de ayuda* -pensé aún más impresionada.
Terminamos la partida, obviamente él me ganó, aunque ya con todo lo que estaba viendo no salía de mi asombro ¿en serio deseaba otra oportunidad tanto que sería capaz de llegar al año entero sin ira?
-Star ¿qué piensas?
Cuando me quise dar cuenta estábamos saliendo de allí.
-Estoy impresionada la verdad, has aguantado sin ira todo el rato.
Él se sonrojó y le di un beso en sus labios para despedirme.
-Me lo he pasado genial pero ya tengo que volver a la Tierra -le susurré al oído.
-¿Me tendrás al tanto de la farsa? -agarró mi mano.
-Claro Tom -le sonreí.
Él me abrazó y yo le devolví el abrazo, estuvimos un rato así, la verdad no quería volver ya mismo, me apetecía quedarme un poco más con Tom.
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-Te habló por Whatsapp cuando esté en casa ¿vale? :3
-Esta bien -se calmó un poco.
Aún le veía como deprimido por acabarse el tiempo.
-¿Qué te parece si cuándo te escriba Starco signifique que Marco puede leer lo que hablamos y cuándo escriba Startom podemos hablar libremente porque no puede leer nada?
Aquello pareció que le animó.
-Perfecto estrellita -me besó en la frente soltándome.
-Gracias por este día Tom -me despedí abriendo un portal con mis tijeras tridimensionales.
