Waiting for love

Tres

Ya faltaban tres minutos para que se acabara la jornada de clases, podía saberlo con seguridad puesto que tenía sus ojos clavados en el reloj de pared que se hallaba sobre el pizarrón del salón de clase practicamente desde que empezó la hora, además había dejado de prestar total antención hace cerca de media hora y se encontraba dibujando en la última hoja de su cuaderno, solo Dios y ella sabían cuan grande era su odio por las matemáticas, por lo que muy rara vez lograba comprender algo de lo que dijese el profesor y lo poco que llegaba a entender no pasando mucho después lo olvidaba por lo que Alan tenía que explicarle todo después o el día en que hubiese lección
De todos modos le entendía más a él que al profesor aunque quizá debía esforzarse un poco por entenderle durane las clases aunque sería la siguiente por que esta ya se acababa.

Desvió su mirada hacia Alan, el "cerebrito" de la secundaria además de ser uno de sus mejores amigos desde hace cerca de cinco años, el siempre era el único de los tres que le ponía real atención a las clases, siempre tomando apuntes y respondiendo a cada cosa que preguntase el profesor no por nada era el dueño de las mejores calificaciones de la secundaria. Los directivos del lugar al inicio del año intentaron convertirlo en el presidente del gobierno estudiantil pero el declinó la oferta pues creía que era un stress innecesario para el.
Y ella le daba la razón, el año escolar no había comenzado hace mucho pero el chico que había aceptado el cargo ya tenía la vida patas arriba, Tom solía decile al presidente que para fin de año estaría calvo pues:
-*El stress hace que tu cabello caiga.*-

Posó entonces su vista en Thomas que se hallaba completamente dormido en la banca continua a la suya completamente oculto tras Sammuel, su compañero mas robusto, tan cómodo y despreocupado usando su mochila como almohada.

Devolvió su vista al reloj de pared y vió que ya solo faltaba un minuto , esperó a que el profesor se volteara completamente hacia el pizarrón nuevamente pues había volteado para responder una pregunta y estiró su brazo hacia el hombro de Tom y lo sacudió levemente sin embargo no esperó que este se levantara asustado diciendo en voz alta:

-¡Aquí profesor! - A lo que Ella rió por lo bajo mietras el profesor volteaba hacia el.
-¿Qué es lo que necesita Sr.Gates?-
-Yo...huuum... Es que no entendí lo último profesor, ¿podría explicarmelo otra vez?- Le respondió Tom pero al instante sonó la sirena de la hora de salida.
-Se lo explicaré la siguiente clase,hoy no habrá tareas ,hasta mañana jóvenes, tengan una buena tarde.- Dijo finalmente el profesor que tomó su maletín y salió del salón seguido por los alumnos ansiosos por dejar la secundaria.

Séfora se puso de pie junto a Tom que se estaba quitando la pereza y este regresó a verla con cara de pocos amigos.

-De pié Tom, ya es hora de irnos- Dijo Alan mientras se acercaba a ellos y Tom se puso de pié, tomó su mochila y le dió un zape en la cabeza a su amiga antes de reclamarle lo que había hecho.

-Ni se te ocurra hacer eso otra vez, creí que el profesor me llamaba.- Séfora le sonrió. -No te prometo nada Tom. - Le dijo y cargó su mochila.
-Oigan chicos, vamos a mi casa mi madre hará tarta de manzana, ya saben que es su especialidad.- Les dijo Alan una vez salieron del salón de clases.
-¡Genial! Estoy hambrienta.- Soltó Sefora haciendo reir a sus amigos.

Un par de minutos después ya estaban subiendose al autobus esperando que hubiesen asientos libres encontrando toda la fila final de asientos vacíos.

-¡Yo junto a la ventana.!- Gritó la unica chica entre ellos insitandolos a correr para ganar el asiento junto a la ventana si embargo ella lanzó su mochila al mismo y haciendo a los dos hombres a un lado para poder pasar.

- ¡Sefora, eso es trampa!- le gritó Tom.- Lanzar la mochila no es válido, debes ganar el asiento corriendo.- Ella le sacó la lengua de manera infantil y se acomodó con tranquilidad mirando hacia la calle.
-En la guerra todo es válido.-