seis

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Caminaron en silencio junto a la madre de Alan, ninguno tenía idea de como iniciar algún tipo de conversación, no encontraban palabras para calmar a la mujer o preguntarle que había sucedido sin afectarla más de lo que ya estaba.
Alan siempre había sido el que encontraba las palabras correctas.

Una vez llegaron a la sala de espera Tom se acercó a la madre de su mejor amigo y la abrazó en un intento de demostrar que no estaba sola porque Alan era tan importante para ellos como lo era para ella.

-Tranquila Sra.Miller, ya verá que Alan va a estar bien.- Dijo Séfora para terminar con el silencio que los envolvía y esperando que sus palabras tengan un efecto positivo en la madre de su mejor amigo a la vez que intentaba convencerse a si misma de ello puesto que muy rara vez un accidente automovilístico no era grave y los médicos según lo que les había contado ya la señora Miller estaban demorando mucho y las espera la estaba ahogando.

El doctor que estaba a cargo de Alan fue divisado por la Sra.Miller quien tal como si tuviese resortes en sus piernas se levantó de un salto, el doctor lucía impasible y su voz sonaba igual aumentando sus nervios al no poder leer en el rostro del doctor el estado de su amigo.

- ¿Usted es la Sra.Miller?- pregunto el hombre observando fijamente a la mujer.
-Si doctor, ¿Como está mi hijo?-

-Puede estar tranquila Sra las lesiones que sufrió su hijo no son  severas y en unas cuantas  semanas el joven estará como nuevo tiene una fractura en el radio, una costilla fisurada y varios hematomas, ya le hicimos todos los examenes necesarios para comprobar que no tenga algun traumatismo cerebral o daño en algun otro órgano y han salido todos negativos, por lo pronto el jóven no debe hacer mayor esfuerzo .-

La madre de Alan lloraba con una pequeña sonrisa en su rostro mientras le agradecía al doctor que finalmente le dijo que Alan estaba despierto y que podían pasar a verlo. Escuchar que Alan no había sufrido mayor daño tambien había relajado bastante a Sefora y a Tom, sin enbargo este aun se veía tenso .

Sefora al notarlo no pudo hacer mas que entenderlo pues ella misma aun estaba nerviosa por lo que había sucedido con su amigo debido a lo mucho que lo apreciaba, sin embargo Tom y Alan eran amigos desde años antes de conocerla a ella y por ende su vínculo era más fuerte.

Otra vez se colocaron tras la madre de Alan mientras caminaban hacia la habitación del antes mencionado y entraron despacio encontrando a Alan observando el techo y golpeteando con sus dedos sobre el colchón de la camilla.

Apenas lo vió su madre corrió a abrazarlo mientras nuevas lagrimas comenzaban a caer de sus ojos y el simplememte se dejó hacer, pues seguro tenía mas o menos una idea de lo preocupada que estubo ella y sus amigos que acababan de entrar tras su madre.

-Mi niño. Dime cielo¿como te sientes?¿necesitas algo?-Alan le correspondió el abrazo como pudo y le sonrió a su madre, quien le ayudó a sentarse para poder verlos mejor.

-Me siento como si me hubiese pasado un auto encima mamá pero no me quejo, almenos no fui a clases hoy y no tendré que hacer deportes por un tiempo, ustedes saben cuanto odio esa pista atlética.- Dijo sonriendo y luego bajo su vista hacia sus manos. -Lamemto haberlos preocupado.-

La mujer sonrió ante el comentario de su hijo, el solía ser un optimista y siempre tenía una hermosa sonrisa para regalar.

-Lo importante es que estas bien, dentro de poco llegará tu papá, le aliviará saber que no sufriste mayor daño. - Dijo Tom que se había quedado frente a la camilla. Alan volteó a verlo y asintió, Sefora no encontraba las palabras para decirle a su amigo.
Alan entonces abrió los brazos y de inmediato Tom se acercó a abrazarlo con cuidado mientras la madre de Alan los observaba con una sonrisa y Sefora por primera vez en sus cinco años de amistad se sintió fuera del lugar pues sentía una energía diferente en ese abrazo, algo mucho mas entrañable que los gestos que los había visto compartir antes.

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