siete

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El fin de semana había sido reparador, convivir con Tom y Alan era su energético personal, y por supuesto el convivir con el pequeño Tim y los señores Miller.

Aun cuando había llegado a su casa ya una vez habían acabado clases ese Lunes, su ánimo era muy bueno por que no había tenido ningún contratienpo para alterarlo de ningún modo.Aún.

Hiso la poca tarea pendiente que tenía puesto que había decidido adelantarla en el colegio y salió de casa sin hacer mucho ruido.
Caminó a lo largo de la calle viendo los jardines llenos de nieve, saludó un par de personas con las que se llevaba remotamente bien, unos de los pocos vecinos agradables y salió por completo de aquel barrio rico y siguió caminando hasta encontrar un taxi.
Ese día saliendo del colegio se encontró con una señora del barrio de Tom cuyo patio solía ayudar a limpiar cada tanto puesto que ella era ya bastante mayor y por que se había ganado su confianza a pulso.
Una vez llegó a la casa de la mujer esta la recibió calidamente , con calidéz sincera puesto que la consideraba la hija que no tubo nunca , en esta ocación tendría no solo que limpiar la nieve de su patio si no que debía limpiar y poner sal en exactamente solo su espacio de vereda pues a la señora en realidad el resto de barrio le importaba muy poco y no desaprobechaba ninguna oportunidad para dejarlo en claro.
Si había una palabra que Sefora pudiera usar para describir a la señora Jones era "misantropa".
Ella había estudiado psicología clínica con especialisación en psiquiatría y además tenía un doctorado en medicina forence era una mujer muy inteligente, la había escuchado hablar en 8 idiomas diferentes y sabía escribir y leer en 4 de ellos.
No tenía hijos por que nunca quiso tenerlos y su esposo había fallecido ya hace cerca de 30 años y ella vivía de una pensión del gobierno por lo que el dinero era por mucho una de sus menores preocupaciones, además tenía inversiones varias que le daban ingresos también. Su casa era en realidad bastante amplia y su patio lo era aún más, ella lo había cercado por completo pues no confiaba en sus vecinos y de hecho siempre le estaba contando a ella sobre la molesta existencia del humano sobre la tierra.
Ella en el barrio era vista como una mujer triste, siempre sola a pesar de agradarle al resto de vecinos.
Cuando comenzó a visitarla seguido una vecina se le acercó con una pequeña cesta con yogurt unas cuantas frutas y queso y le había dicho que le las entregara en su nombre, había dicho: Es bueno ver que tiene visitas, ella en realidad es una mujer muy solitaria, nunca la he visto pedir ayudar ni hablar durante mucho tiempo con nadie, es una buena mujer que vive un etrno luto por su esposo fallecido, cuidala por nosotros y avisano si necesita , si?, ella nunca nos lo pediría, solo recibe algo de ayuda si se viene personalmente a brindarsela. Si supieran que en realidad a ella ninguno le agradaba.

Incluso ella solía dudar aveces de su cariño pues la había visto actuar como la mujer mas dulce del planeta solo para hacer mala cara después y decir cosas negativas sobre esa persona y otras tantas mas con las mismas características.
-Nunca confíes en las personas Séfora, no hay animal mas traicionero y desleal que el humano.-
Y bueno, ella talvez era muy susceptible pero estaba segura de comenzar a sentirse un poco paranoica gracias a eso, y el vivir en una casa en la que vivía una farsa no ayudaba mucho.

Era realmente una mujer poco común y cuando consideraba que había hecho un buen trabajo le daba buena paga así que solía esmerarse bastante cuando se trataba de un trabajo para ella.
Limpió todo lo que le pidió siendo lo mas perfeccionista posible hasta cuando la mujer le dijo que era suficiente por ese día siendo reconpensada entonces con una taza de café en leche y galletas que ya sabía la señora Jones compraba puesto que en realidad la cocina le gustaba muy poco, y se sentó junto a la señora Jones mientras veían videos sobre insectos extraños.

-Sabes Séfora? Aveces quisiera comprarme una planta carnívora, una grande de esas que comen ratones y aves pequeñas, pero una vez recuerdo que el clima aquí no es favorable para ella me abstengo de comprar una.-

Waiting for loveWhere stories live. Discover now