Sugar and Honey ↔ MYG ff. ✔️(Terminada)

4. don't even think about it

―Aunque ahora que los veo, tiene sentido que sea todo lo contrario... ― reiteró la chica, haciéndome sentir aún más tonta a mí por pensa mal. Aun estábamos a solas ella, Danny y yo en la sala de estar de Suga, quien aún no sabía dónde se había largado. La puta luz no había regresado y yo estaba rogándole a cualquier santo que escuchara mis suplicas e hiciera que regresara aquella fuente de energía tan necesaria para largarme de este sitio de una vez por todas.

Aparte la situación está tornándose más incómoda a medida que pasaban los minutos, quería largarme de aquí y dejar que ellos sigan con lo suyo y por supuesto, yo con lo mío. Pero el destino estaba en mi contra como era tan usual en mi día a día, ya habían pasado horas y al parecer el apagón era más grave de lo que parecía.

―Él y yo...en realidad nos odiamos, exacto, eso es todo.

― ¿Y qué haces aquí, entonces? ―tragué saliva. Vale, me había callado con eso. Porque en realidad la peliverde tenía razón. De tantos vecinos que había, no sé porqué había ido como estúpida a refugiarme en el lugar de la persona que más me cagaba la existencia, la lógica no existe para Jeon Heeyeon―. No es porque me desagrades o algo, es sólo que me parece raro ―soltó una risita aguda nuevamente. Alcé los hombros para no tener que encontrarle también una lógica a esta singular situación ni responderle que estaba ahí porque soy una paranoica de mierda, era mejor zanjar el tema sin llegar a detalles poco relevantes. Poco después de la pregunta de la peli verde, Suga se había dignado a aparecer, vestido completamente diferente, incluso traía una gorra con dos aros en la visera puesta.

―Voy a salir un momento a intentar encontrarle una solución a este apagón, no hagas ningún desastre ―me señaló―. Por supuesto que me refiero a ti, Honey. ―Puse los ojos en blanco, ya había ideado un plan para hacerle cabrear, pero me contuve. La jodida luz no daba ni señales de llegar y la presencia de la peliverde me incomodaba, me hacía sentir demasiado extra aquí, quería volver a donde Kat, pero mi puta fobia me lo impedía, sentía que si salía de ahí iba a terminar colapsando. La chica ni siquiera hacía ni ademán de volver a refugiarse a su habitación de nuevo, al contrario, se acomodó aún más, hasta subió las piernas al mueble.

―Soy Suran ―me había conseguido ya tres coreanos en Inglaterra, pero esta vez cuando escuché su nombre, mordí mi labio inferior para evitar reírme, sin embargo, fracasé en el intento soltando una estruendosa carcajada. ¡Ah, soy una mierda! Su nombre significaba <<Huevo escalfado>> ¿De verdad se llamaba así? ¿Cómo no iba a reírme de eso?―. Ya, ríete todo lo que quieras, todos lo hacen, igual algún día me lo cambiaré. ―Me sentí mal de repente por ser tan indiscreta, así que dejé de reírme, incluso le había contagiado la risa a Danny.

―Lo siento. ―Limpié las lágrimas de risa que había logrado salirse de mis ojos.

― Está bien, ya me acostumbré. Tú eres Honey ¿No? ―Con que vengándose la muy astuta.

―En realidad es Hani, no Honey...pero ese idiota que acaba de salir lo tergiversó solo para joderme la paciencia, prefiero que me llames Heeyeon. Te recomiendo que te consigas un alias, es la manera más fácil de escabullirse de las burlas. ―Ella se río de mi comentario ridículo―. Eres su novia, ¿cierto? ―Las palabras salieron de mi boca casi por inercia, la verdad que no sentía la necesidad de preguntárselo, pero por alguna razón terminé haciéndolo. Como si me importara y fuera de mi jodida incumbencia. Lo más seguro, es que sea uno de mis ataques de cotilla ¿Qué más puede ser?

― Bueno... para serte sincera, creo que él no lo considera así. Nunca me lo pidió ni nada. ―Alzó los hombros, aparentemente desilucionada―. Trabajamos juntos en el mismo conservatorio, soy profesora de canto y pues...un día, una cosa llevó a la otra y aquí estamos. ―Asentí entendiendo a lo que se refería. Quizá para el guarro de mierda de Suga ella tal vez era simple y llanamente algo momentáneo y pasajero. No sé ni por qué llegué a esas conclusiones, no es algo que debería interesarme―. Él me gusta bastante ¿Para qué negarlo? Su actitud me atrae demasiado, los chicos rudos como él son como mi tipo ideal. Desafortunadamente, puedo estar segura de que él no piensa lo mismo de mí. ―Bajó la mirada aparentemente abatida, la dejé que se desahogara porque al final todos necesitamos de alguien que te escuche de vez en cuando―. He llegado a notar que sólo me llama para follar, cuando anda con la calentura...y yo como una estúpida le hago caso ―negó con la cabeza―. No sé ni para qué te estoy contando esto, es obvio que no te interesa ―se tapó el rostro con ambas manos avergonzada. Con todo lo que me comenta, me hace odiarle más a ese idiota.