Sugar and Honey ↔ MYG ff. ✔️(Terminada)

10. just another chance

―Jungkook se encargó de comprar las entradas, así que lo más seguro es que haya escogido una película de terror ―añadió Hyebin.

Odio los cines.

Son la combinación de las dos cosas que no me gustan, la oscuridad y en este caso, las jodidas películas de terror.

Nunca iba al cine por esta razón, porque no importa si se transmite una película animada, de ciencia ficción o fantasia, el hecho de estar completamente a oscuras, alimentaba a mi ridícula fobia a la oscuridad, miedo que se acrecentaba si lo combinábamos con que mi querido hermano quería ver una película de terror sin ni siquiera pedirnos opiniones al respecto. ¡Y es que ni siquiera sabía que vendríamos a un cine! Las citas en los cines son algo que quedó en la época de los 2000's según yo, ahora la gente utiliza los cines más para hacer cochinadas que para ver una jodida película.

Estuve en todo el camino tratando de mentalizarme a que quizás, si ponía un poco de mi parte y dejaba atrás mi irritabilidad crónica, mi intenso odio a la personalidad de Min Suga y al hecho de que se suponía que esto era una puta cita doble, podría ser menos mierda de lo que al principio pensaba. ¡Pero, por supuesto, no contaba que estaríamos viniendo a un sitio que volvía todo mucho más mierda de lo que ya era!

Estaba frustrada, irritada, molesta, con ganas de gritar a los cuatro vientos que odio al mundo y que ojalá cayera un meteorito ahora mismo y que nos desintegrara a todos de una jodida vez por todas, pero estaba luchando internamente para contenerme solo porque acabo de caer en cuenta que si dejo fluir mis malas emociones y las malas vibras conseguirán un maldito caos innecesario. Y por más que sea, no quiero generar disturbios al orden público.

O en realidad es que soy una pasiva agresiva de mierda que se aguanta todo.

En realidad, la segunda opción tiene mucha más lógica. ¿Malas emociones? ¿Malas vibras? Acabo de sonar como el conductor de un programa de horóscopo cutre.

Me caga que esto tenga que ser en un puto cine. ¿Qué no había otros sitios mejores? Un parque, un restaurante ¡Hasta un maldito museo era mejor que esto! ¡Que estoy usando un short, por el amor a Cristo! Me voy a congelar dentro de esa puta sala, a lo mejor y pueda sacarle provecho a mi «cita» -Dios, que cringe atribuir esa palabra al imbécil que se supone que me acompaña-, y pedirle a Suga esa chaqueta que trae puesta ahora para poder cubrirme y no sufrir de una posible hipotermia allá adentro.

Me vale verga si estoy exagerando, déjenme atravesar por mi colapso mental y mi dramatismo a gusto ¿Vale? Que me lo merezco después de tanta tortura.

― Creo que es de zombies . ―¡Perfecto, maravilloso, bravo, bravísimo!

Eso no ayudaba en nada. ¿Qué tiene de divertido ver zombies comerse a humanos o contagiarlos con su maldito virus? Me importa poco si la historia tiene un plot distinto, zombies son zombies y comen humanos, hay sangre de por medio y vísceras volando en la pantalla a diestra y siniestra, oh si, que atractivo, vaya...

Ni siquiera había entrado a la sala y ya me estaba sintiendo despavorida, capaz y aún hay chance de salir corriendo, fingir que tengo diarrea o que acaba de venirme el periodo y no me puse un tampón ¿Qué se yo? Tantas excusas, pero tan poca fuerza de voluntad, Jeon Heeyeon ¿Y si mejor te matas y acabas con tus dilemas existenciales de esa forma? ¿Tentador, eh? Estamos en el sexto piso del centro comercial, calculo una caída de aproximadamente quince metros tal vez -yo qué sé, siempre fui mala en Física-, será rápida, ni la sentirás, quedarás vuelta caca, pero es lo de menos, para eso existe la Tanatopraxia...

¿Por qué cojones tienes que pensar en tantas estupideces ahora, Heeyeon? ¿Hasta cuándo?

Tomé a Hyebin del brazo mientras hacíamos la fila para comprar las palomitas antes de que a mi consciencia de diera por meditar demasiado mis peligrosas divagaciones mentales, madre mía, soy un peligro para mi propio bienestar. Te estás volviendo loca, Heeyeon, medícate de una vez por todas, ya comienzo a dudar de mi estabilidad mental a estas alturas. Necesitaba sentirme acompañada, definitivamente, poner mi mente en orden y dejar el dramatismo para cuando me dé por dedicarme a la actuación.