A mi subconsciente le encantaba jugarme terribles bromas muy seguido y ya estaba hartándome un poco de esto, quiero decir, no es sano ese hecho de ser invadida por pensamientos carnales de repente al recordar cierto acontecimiento. Quería darme con un martillo en las sienes solo para ver si con eso lograba por fin hacer que a mi imaginación se le bajara la temperatura ¿Por qué no podía pensar mejor en perritos y gatitos? ¿Por qué tenía que hacerme pensar en el cuerpo de un hombre al que quiero mil metros lejos de mí de lo cargante que es para mi paciencia? Pero es que joder, luego de la vergonzosa e incómoda situación en el baño de la casa de Min Suga, cada vez que veía a al bendito pelinegro que tanto me caga la existencia toparse conmigo sentía mi rostro acalorarse inconscientemente en cuestión de milisegundos al tener aún plasmada en mi memoria la nítida imagen de su impoluto cuerpo.
Luego de haberle visto como Dios lo trajo al mundo mi mente no deja de jugarme mierdas de muy mal plan, era difícil y arduo evitar imaginármelo de esa atractiva y comprometedora forma una vez más, lo peor de todo es que los detalles se hacían presentes en mis pensamientos, imaginaba cada centímetro de su cuerpo que fue captado por mis ojos esa noche, sin ningún filtro y sin ninguna excepción, y como la jodida zorra caliente que últimamente me estaba volviendo, mi mentalidad cochambrosa se acentuaba en esa linda parte que todos sabemos. Maldición, es que no lo puedo negar, tiene un cuerpo jodidamente atractivo y...algo que jamás pensé que diría, pero...
¡Madre mía, que Min Suga tiene un muy buen tamaño! Estaba superdotado el muchacho, que si no me cayera tan mal y no conociera sus tácticas de tío playboy que le encanta jugar con los sentimientos de las chicas, todo fuera tan diferente. En definitiva, no me hubiese podido resistir de semejante encanto que se carga entre las piernas.
«La madre que me parió, joder, me siento como una depravada sexual sadomasoquista y parafílica, Wanda La Pute ha llegado tu competencia.»
Si no exagero no soy yo, en definitiva.
―Siento...lo de la noche anterior ―su voz grave y profunda se escuchó detrás de mi cuándo se acercó, haciendo que me sobresaltara por su repentina e inesperada presencia. Estábamos aún en el conservatorio, mientras yo acomodaba a Danny para poder irnos a casa de Kat ya que su clase había culminado. En todo el santo día, intentaba evitar a Suga lo más que podía, pero es obvio que el destino me tenía en su contra.
―Creo que es mejor que lo olvidemos, hagamos que eso no pasó, fin. ―me apresuré a responder, aun sin poder mirarle a la cara por mucho tiempo. Además, si lo observaba, mi vista por «mera inercia» se desviaba hacia «ese» lugar ¿Por qué eres así, Heeyeon? Calma las tetas, por Dios― Fue un error, son cosas que pasan, además, andábamos ebrios. No volverá a ocurrir. ―forcé una sonrisa, haciéndome la inocentona y dándome cabezazos mentales para mantener mis cabales dentro de lo establecido por la ley.
―Aunque no me molestó en lo absoluto, lo admito ―le dediqué una mirada asesina y éste escondió la evidente sonrisa que se había formado en su rostro. No sé quién de los dos era peor. Pero al menos yo sólo lo pensaba y procuraba que esos pensamientos comprometedores no salieran de mi boca en ninguna circunstancia. Que vergüenza me daría que se diera cuenta de que yo hasta pensaba lo mismo que él, eso sería perder mi orgullo y mi dignidad de la manera más burda― ¿Qué? Tienes bonitas tetas, Heeyeon. ―Abrí la boca en una reacción de asombro y de vergüenza al mismo tiempo. ¡¿En serio ha dicho eso?! Es como que yo vaya y le suelte de repente: «¡Oh gracias, Min, tu pene también luce admirable!» Que si bien, me alagaba el hecho de que mis bubis les parezcan bonitas, pero ese no era el maldito punto, se supone que se debe mantener el margen, aparte, estábamos frente a un niño.
―¡Suga, por Dios! No digas esas cosas en frente de Danny, madre mía. ―le reclamé con pudor, tapándole las orejas al pequeño crio como si con eso voy a evitar que escuchara lo que ya escuchó.
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Sugar and Honey ↔ MYG ff. ✔️(Terminada)
FanfictionCuando se habla de sarcasmo, humor negro, honestidad en su máximo esplendor, lenguaje hiriente y actitud despreocupada, hablamos exactamente de Jeon Heeyeon y Min Suga. Dos personas que comparten la misma nacionalidad, el mismo carácter y el mismo s...