Sugar and Honey ↔ MYG ff. ✔️(Terminada)

5. karma is a fair b*tch

―Es hora de irnos.

Había caído en el quinto sueño sobre el césped cuando la voz de mi hermano Jungkook me hizo despertar algo desorientada y perdida en el tiempo y el espacio. Afortunadamente logré recobrar mis sentidos en su totalidad rápidamente y no fue necesario esperar demasiado para recordar exactamente lo que había pasado, logrando que me estremeciera de solo volver a pensarlo, al menos, gracias al gran Morfeo, había logrado deshacerme un treinta por ciento de la vergüenza que había sentido horas atrás. En ese preciso momento lo único que quería era irme a casa y rogarle a Jesucristo bendito que Suga no haya notado que sus aparentes habilidades con el baile en pareja me habían puesto más caliente que una estufa.

Aquello que ocurrió entre los dos había sido terriblemente vergonzoso, verle la cara después de como la situación había logrado que los niveles de excitación se elevaran en mi a un nivel considerablemente peligroso, iba a ser dolorosamente bochornoso para mi propia integridad mental ¿Mi orgullo? Se fue a la mierda apenas a mi intimidad se le ocurrió la grandiosa idea de emocionarse demasiado por algo tan simple como un bailecito random...algo erótico para ser denominado así, la verdad.

Mi hermano me zarandeaba sin demasiada delicadeza para despertarme por completo a pesar de que ya había abierto los ojos y le estaba ofreciendo una mirada recriminatoria por su poca sutileza en sus gestos, para luego tenderme su mano con el propósito de impulsarme hacia arriba y con algo de dificultad gracias al mareo, el dolor de cabeza y los músculos vueltos mierdas debido a la postura en la que me quedé rendida, me reincorporé. Hyebin estaba al lado suyo evidentemente ebria, quien para borracha está mandada a ser la muy picara, verla así me causaba gracia, con su rostro colorado, hipando mientras se apoyaba del hombro de Jungkook y se tambaleaba de un lado a otro.

―Pero...hay un problema ―prosiguió―, somos demasiadas personas para un solo auto ―llevé mi vista hacia donde mi hermano señalaba con su índice, notando en la lejanía un pequeño grupo de personas estaba de pie fuera de la casa quienes fui reconociendo apenas nos íbamos acercando, al frente del auto de Vee. Entre ellos estaban: La misma Vee, su novio Hoseok, una amiga de la rubia...y por supuesto, la persona con la que menos quería toparme, Suga, quien apenas noté, sentí mi rostro acalorarse.

―De alguna manera debemos acomodarnos todos allí dentro ―agregó Vee. Aunque había bebido lo suyo, el alcohol no le había afectado tanto como a mi cuñadita, esta última parecía una jodida cuba.

―¿Quién manejará? ―pregunté algo preocupada, me ponía nerviosa que este montón de ebrios pueda poner sus manos frente al volante, me crucé de brazos esperando respuesta, la cual no tardó en llegar.

―Lo hará Cecile, es la única lo suficientemente sobria aquí ―señaló a su amiga quien levantó las llaves del auto al aire, sonriente, según su semblante en efecto, estaba sobria. Aquello me alivió un poco. Ahora el problema era ¿Cómo carajos íbamos a entrar siete personas en un auto tan pequeño? Donde sólo cabían máximo cinco―. A ver... ―la rubia comenzó a sacar cuentas mentales con su mano en su mentón―, yo me sentaré en el asiento del copiloto, junto a Hoseok, Celice, manejará por supuesto. Hyebin puede ir en el regazo de Jungkook y no te queda de otra Heeyeon que irte en sobre Suga. ―luego de bufar sonoramente por la irracional sugerencia, negué rotundamente con la cabeza. Miré a Suga, esperando verle protestar también, sin embargo, con indiferencia, sólo alzó los hombros y frunció los labios, totalmente impasible de toda esta reverenda mierda.

―¡Me iré a pie! ―exclamé muy segura de mí misma― No se preocupen por mí. Nos vemos. ―Sin esperar reacción de su parte, comencé a caminar hacia la carretera, pero Jungkook fue mucho más rápido que yo y me tomó de la muñeca apenas puse un pie en el asfalto. Vee me observó como si se me hubiese zafado un tornillo.