Veinticinco

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Apreté mis labios y no supe que contestar.

-dinos- volvió a insistir -dudo que sea de Niall porque no creo que haya ganado la lotería o algo así, como para comprar un auto como ese-

-sh- dije -ya les contaré, solo denme un segundo… necesito recostar a Gracie-

-haremos esto- intervino Ashley -en una hora vendremos por ti para comer juntas… así nos cuentas- estaba apunto de excusarme -y no aceptaremos un no como respuesta- las dos se cruzaron de brazos mientras sonreían maliciosamente.

Suspiré -está bien- acepte -las veo en un rato- cerré la puerta y entré. Acosté a mi hermana y fui a darme un baño, me vestí y sequé mi cabello. Agradecía tener algo de ropa todavía en casa.

Estaba hablando con mamá cuando recibí una llamada de Theresa, me despedí y salí.

-hola- dije al subir al automóvil.

La pelinegra arrancó, mientras la rubia volteó a mirarme -y bien- dijo -comienza a hablar-

Comencé a pensar qué decir.

-y queremos la verdad- agregó Ashley -te conocemos perfectamente, así que nos daremos cuenta si intentas mentirnos-

-eso y que no sabes mentir Sel- habló Theresa.

Son mis mejores amigas, y puedo confiar en ellas -ese auto es de Justin-

-Justin… Justin- repitió -ese nombre me suena familiar-

-¡Justin!- exclamó la rubia de ojos verdes -tu alumno- y sentí mis mejillas sonrojarse -el bombón-

-espera- interrumpió Ash -¿tú y él salen?-

Mi rubia amiga la interrumpió -cómo vas a preguntar eso- rió -Selena jamás saldría con él… ella no engañaría a Niall… no digas tonterías Ashley-

Yo me quede callada.

-¿por qué no dices nada Selena?- preguntó Theresa -¡mierda!- maldijo -no me digas que... -

Y de una maniobra brusca, la pelinegra se cruzó de carril y terminó estacionando de golpe.

-Ashley Cook ¿por qué mierda hiciste eso?- se quejó -¿quién carajo te enseño a conducir?-

-ya, no me retes- se quejó -lo hice porque necesitamos hablar… hay muchas cosas que Selena nos está ocultando-

Las dos me miraron -¿y bien?- dijeron al unísono.

-yo… yo- balbuceé -estoy muy confundida- baje la mirada -hemos estado saliendo, ya saben… ir a comer- preferí omitir el hecho de que organice su fiesta de cumpleaños -y hoy nos llevó a Gracie y a mí a Santa Mónica, y les juro que he tratado de alejarme de él- mis ojos se aguaron -pero simplemente no puedo- sequé una lágrima que comenzaba a asomarse -me gusta estar con él, me hace reír y me siento tan bien a su lado… y luego llego a casa y está Niall y me siento la peor persona del mundo… amo a Niall pero siento cosas por Justin que no puedo manejar… es como un cosquilleo en mi estómago y mi corazón que se acelera sin parar, y no puedo evitar sonreír o perderme en sus ojos. Él es increíble de muchas formas y me hace sentir increíble-

-ay Sel- masculló Theresa.

Suspiró la pelinegra -creo… creo que estas enamorada de él-

Cerré mis ojos -no, yo no me puedo enamorar de él- presione mis labios -es mi alumno, es menor que yo y no es correcto… yo estoy casada-

Ellas salieron y se sentaron en el asiento de atrás, una a cada lado de mi.

Theresa -mira Sel, nosotras no te vamos a juzgar- miró a mi amiga, que estaba a mi izquierda -se que ahora es complicado, pero en unos meses él no será tu alumno… y en cuanto Niall… tu puedes divorciarte-

-¿divorciarme?- tenía lágrimas en mis ojos -no, no podría… él me ama y yo… yo también- sacudí mi cabeza -solo estoy confundida, eso es todo… si yo me alejo de él, estoy segura que todo volverá a ser como antes-

Ashley paso uno de sus brazos por mis hombros, para abrazarme de lado -amiga no pienses así… yo no creo que te vayas a olvidar de él de un día para el otro. Tu no planeaste enamorarte, solo paso- dijo -eres su maestra, no vas a poder evitar verlo… qué le vas a prohibir que entre a tu clase- su comentario me hizo sonreír -porque no seguimos nuestro camino y nos divertimos esta noche… y dejamos de pensar en Justin y Niall por hoy-

-si Sel, vamonos- yo asentí.

*

-mamá iré al baño- ella solo asintió.

Amo pasar tiempo con ella, pero sus intentos por convivir conmigo y su trabajo no son para nada agradables, al menos para mi.

Era un sábado en la noche y podía estar pasándolo de lo mejor con mis amigos, pero en vez de eso, estaba cenando con mamá y su representante. Llevaba casi dos horas, escuchándolos hablar de trabajo. Y no podía irme, ni siquiera podía distraerme con mi celular porque automáticamente sentía como me golpeaba con su pierna por debajo de la mesa; ya que según ella, era de mala educación que estuviera con teléfono mientras comíamos.

Fui al baño, hice lo mío y me lave las manos. Me tomé un momento para revisar mis redes sociales y escuchar los audios de mis amigos, diciéndome que me esperaban en una fiesta en casa de Stephanie. Y yo seguiría aquí, por quién sabe cuánto tiempo más.

Abrí la puerta y alce la vista al oír la puerta del baño de mujeres. No pude evitar sonreír, estaba preciosa.

Al parecer ella no me vio y pasó por mi lado sin detenerse, rápidamente tomé su brazo, provocando que se detuviera un poco asustada.

-lo siento- dije al ver la expresión de asombro en su rostro.

Automáticamente me sonrió -hola-

-que casualidad encontrarte aquí- dije.

-lo mismo digo-

Sentí curiosidad y no pude evitarlo, necesitaba saber con quién estaba -¿qué haces aquí?-

Me miró divertida y sonrió -es un restaurante, las personas venimos a comer-

Me sonroje -muy graciosa- sonreí -me refiero a si estas sola o viniste con alguien-

-no sabía que fuera tan curioso señor Bieber- una risa se escapó de sus labios -solo estoy jugando… vine con unas amigas- me sentí aliviado al saber que no estaba con él. Lo que me recordaba que aún no sabía quién era, ni lugar ocupaba en su vida -¿y tú?-

Bufé -ni me lo recuerdes, vine con mamá y su representante… y créeme que ha sido la cena más aburrida de mi vida, dos horas escuchando sobre trabajo- estaba frustrado.

-oye, tu mamá es agradable- quería contener su risa.

-y no niego que lo sea, es solo que… quiero irme, estoy muy aburrido y ni siquiera puedo ver mi teléfono porque me va a regañar- no pudo más y se rió -hey, no te burles… esto no tiene nada de divertido-

Cubrió su boca con su mano y luego de unos segundos hablo -perdón, es que te ves tan lindo así enojado que no puedo evitarlo-

Enarque una ceja -con que me veo lindo- y me crucé de brazos.

Se sonrojo -bueno… si- mordió su labio inferior. Estaba nerviosa.

Ahora fui yo él que se rió -y tu te ves tan linda cuando haces eso… eres adorable cuando estas nerviosa- el carmín de sus mejillas se volvió más intenso.

-ya, no me digas eso- se quejó y bajo su cabeza -bueno, debo irme y será mejor que regreses antes de que Pattie venga a buscarte-

-ni me lo digas, porque es capaz de hacerlo-

-nos vemos- quiso alejarse pero logré tomar su mano.

-no olvidas algo- negó con su cabeza -¿qué voy a hacer contigo?- me acerqué y besé su mejilla, aunque deseaba besarla en los labios -adiós Sel- me despedí dejándola sola.

Tenemos una apuesta [Jelena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora