Treinta y dos

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No me he sentido muy bien estos días, sé que estoy desanimado y de muy mal humor, pero es que lo de Selena me tiene así.

Mis amigos me han insistido que hable con ella pero no puedo. Ayer la vi en la entrega de diplomas, saludo a mamá y estuvieron hablando por un rato pero yo preferí no acercarme.

En realidad sí quería hablar con ella y después de mucho pensarlo esta mañana decidí ir a su casa, pero me desilusione al verla junto a su esposo. Al parecer ya había decidido irse porque los dos estaban junto a un camión de mudanzas. Era su decisión y yo debía respetarla, aunque me doliera.

Esta noche no la vi, de todos los profesores, ella era la única que no había venido.

Estaba tan absorto en mis pensamientos que no escuche cuando me nombraron rey del baile de graduación, fue gracias a un reflector que me entere que debía subir al escenario.

Subí torpemente las escaleras hasta llegar al escenario y me paré junto a Stephanie.

-ahora la señorita Gomez le entregará la corona a nuestro rey de la graduación- al oír a la directora no pude evitar mirar hacia ambos lados, hasta que apareció.  No podía creer que ella estuviera aquí, se veía preciosa en un vestido rosa que se ajustaba perfectamente a su cuerpo y le llegaba hasta las rodillas; traía su cabello recogido y unos mechones que caían a los lados de su rostro.

Me alegraba tanto ver su sonrisa luego de dos semanas -felicidades señor Bieber- dijo mientras colocaba la corona en mi cabeza y luego besó mi mejilla.

Mi corazón estaba acelerado, por mi cuerpo me recorría un cosquilleo, y juro que no podía evitar sonreír.

-tengo que hablar contigo- ni siquiera lo pensé, solo se lo dije de golpe y con rapidez.

Ella no me respondió y se ubicó a un costado de mi.

-ahora démosle un aplauso a nuestro rey y reina de graduación- se oyó otra vez la voz de la directora por el micrófono.

Se escucharon aplausos y silbidos, acompañados de algunos gritos.

-ahora nuestros reyes bailarán una canción-

Durante todo el baile ni siquiera miré a Stephanie, solo observaba a Selena junto al maestro de historia. Ellos hablaban animadamente y no me miró ni un solo momento.

Al separarnos mis amigos se acercaron para felicitarme y fue que la perdí de vista, ella ya no estaba ahí y no pude con la desesperación. Salí corriendo a buscarla, no podía dejar que se fuera sin confesarle mis sentimientos.

-¡Selena!- gritaba por los pasillos, no me importaba que pudieran escucharme.

Di una bocanada de aire al salir afuera -¡Selena!- volví a gritar, pero en el estacionamiento no había nadie -¡Sel!-

No podía ser, había llegado tarde, ella ya no estaba.

-Justin…- su dulce voz se escuchó detrás de mí.

Me di vuelta y allí estaba, yo tenía razón, ya se iba. Traía puesta una chaqueta y su bolso.

-Sel yo- ahora no sabía qué decirle, estaba muy nervioso -perdón… perdóname- balbuceé -yo nunca quise lastimarte, fue una estupidez- me miraba con seriedad -estábamos hablando sobre ti y yo hable de más, mis amigos me retaron… y les seguí el juego- baje la cabeza -luego me arrepentí porque nunca pensé en ti, en que tal vez tenías un novio o un esposo- me dolió decirlo -cuando te pedí que me ayudaras con la escuela, en parte lo hice por la apuesta pero también porque lo necesitaba, y con el tiempo me fue gustando pasar tiempo contigo… eres maravillosa Sel, en serio- dije.

-esta bien Justin- habló con serenidad -y perdón por haber escuchado esa conversación con tus amigos, yo no debí hacerlo-

-no Sel, no está bien… fui un tonto, inmaduro e infantil- callé -y no debes disculparte, él único que tiene que hacerlo soy yo- la mire a los ojos -te juro que pensé en decírtelo pero no sabía cómo hacerlo porque cuando tú lo supieras te alejarías de mí, y yo no quería eso- en ese momento pensaba si era correcto o no decirle que la amaba -pero creo que de todas formas te alejarás de mí- sonreí con tristeza.

-yo…-

Terminé interrumpiendola -sé qué decidiste mudarte a las Vegas, y creo que esta bien… tu y tu esposo se merecen ser felices-

-yo no me mudare a las Vegas- me sonrió cálidamente -y no tengo esposo… bueno legalmente aun estamos casados pero muy pronto volveré a estar soltera-

Sentí una alegría enorme, no podía creerlo -¿cómo?-

-quise decírtelo, por eso fui a tu casa y luego pasó lo que pasó… ya sabes- se encogió de hombros.

-y yo que no quería saber nada de ti- negué con mi cabeza y sonreí -qué tonto-

-Bueno yo debo irme- dijo -el taxi que pedí acaba de llegar- la bocina sonó -adiós- me sonrió y se despidió con su mano -ve a disfrutar de la fiesta rey del baile-

Paso por mi lado y yo la detuve -no te vayas- tome suavemente su brazo -tengo que decirte algo-

-te escucho- me quedé en silencio, tengo que admitir que nunca en toda  mi vida había estado tan nervioso -no es que quiera apurarte pero el taxi-

¡mierda!

-dame un segundo- corrí y le dije al taxista que se fuera.

Ella estaba cruzada de brazos -¿por qué le dijiste que se fuera?-

-porque esto va a tardar- rodó sus ojos y yo le sonreí -bien… lo que yo quería decirte es que... - rasque mi nuca -es que yo-

-tu…- intentaba que continúe.

Cerré mis ojos un momento, tomé aire y exhale -tu me gustas, y no sólo me gustas... yo… yo quería decírtelo pero luego me dijiste que tenías un esposo y me enoje tanto contigo, que termine comportandome como un idiota pero no es tu culpa porque nunca hablamos sobre esto pero- y ella me dejo sin palabras, tenía mis ojos abiertos y no lograba asimilar que Selena me estaba besando.

Sus pequeñas manos tomaban mis mejillas y sus labios presionaban los míos. Abrió su boca y pude sentir como sonreía -te amo Justin-

Me separé de ella y la miré con incredulidad -¿es en serio?-

Paso sus brazos por mi cuello, atrayendome a su cuerpo -ya callese y beseme señor Bieber- volvió a sonreír.

-yo también te amo nena- pase mis brazos por su cintura y la bese.

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Hola

Hoy estuve inspirada, así que aquí tienen un nuevo capítulo. Espero que les guste.

Les agradezco enormemente el apoyo. Las amo mucho 💜💜💜😚😚😚

Tenemos una apuesta [Jelena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora