Once

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¡Mierda! Casi se va todo al carajo.

Tengo que admitir que mi plan tuvo su parte negativa porque casi hago que se vaya, se veía molesta y hasta pensé que no lograría convencerla, pero lo positivo fue que le gusto la vista. No podía quitarme los ojos de encima.

Luego de cambiarme, pase por la cocina para tomar algo de comer y regrese al jardín, ella ya estaba sentada y pude ver una enorme sonrisa en su rostro mientras observaba su celular.

¿Sería el sujeto con el que la vi fuera de la escuela?

Debía averiguar qué tipo de relación tenía con él. Tal vez sería su mejor amigo, aunque yo no beso a mis amigos, quizás era un mejor amigo gay. Lo acepto, ya estaba divagando, tenía que entender que ella salía con él, y quizás eran novios o hasta estaban comprometidos, a lo mejor hasta vivían juntos y por eso se negaba a que la llevará a su casa.

Si, era difícil pero no imposible. Solo tengo que lograr que tengamos sexo, no quiero casarme con ella o algo así. Pero parece una mujer con valores, por lo que dudo que engañe a ese tipo.

-volví- anuncié, dejando sobre la mesa una bolsa de cheetos y coca cola -¿me veo mejor así?- pregunté -de verdad lo siento, no debí hacerte esa broma… discúlpame-

Suspiro -esta bien Justin, dejemos eso atrás-

Abrí la bolsa de cheetos -te traje esto, y sino te gusta Martha horneo galletas-

-oh no, me encantan- se sonrojo -gracias-

-supongo que soy adivino- la oí reír.

-bueno… empecemos porque ya perdimos bastante tiempo-

-si, tienes razón- abrí mi computadora -comencé a escribir el ensayo, en un momento te lo muestro para que me des tu opinión-

-mientras se enciende tu computadora, quería contarte que leí tu trabajo- la notaba ansiosa.

-¿y qué tan malo fue?-

-al contrario, me sorprendiste mucho, es muy bueno- no pude evitar sonreír -tiene algunos errores pero en general está muy bien-

-eso quiere decir que obtendré una buena calificación-

-aún no lo califique pero hiciste un buen trabajo-

-gracias- agradecí -tu también- me miró extrañada -si, por lo visto tuviste en cuenta lo que hablamos el otro día… sobre los profesores y lo que enseñan-

-en realidad eso era algo que tenía pensado, pero me ayudaste mucho, lo único que me preocupa es que a tus compañeros no les interesa en lo más mínimo-

-no es eso- dije -créeme que muchos te escucharon, es solo que hay algunas personas que creen que tu les robas atención, y por eso hacen esas estupideces de las notas y lo de tus cosas-

-es un poco tonto, yo no llegue a ese lugar a quitarle protagonismo a nadie, solo quiero hacer mi trabajo y disfrutar de lo que amo-

-entiendo, pero algunos personas no lo ven de esa forma-

-pienso mucho en todo esto, es obvio que no le voy a caer bien a todo el mundo, pero merezco respeto, porque no es nada agradable llegar a un lugar y que te llamen puta o perra, solo por ser joven y porque unas adolescentes creen que me quiero robar a sus compañeros- me había quedado mudo -por eso decidí dejar de lado la compasión y ser un poco más dura con ustedes, lo siento por quienes no están de acuerdo con lo que hacen tus compañeras pero no puedo seguir siendo tan tolerante- me había quedado viéndola sorprendido, y ella pareció notarlo -bueno, ya dejemos de hablar de esto y muéstrame el trabajo-

-si claro- le pase la computadora y ella comenzó a leerlo con la vista.

La observaba con disimulo, de verdad no podía ser más hermosa.

Me quedé pensando en todo lo que dijo, y fue ahí cuando lo entendí. La clave para lograr ganar la apuesta era convertirme en su amigo, en alguien comprensivo, que podía escucharla y que la hacía sentir bien, si ella se había abierto conmigo de esa forma, era porque estaba en el camino correcto.

No sabía mucho sobre ella, pero tenía en claro que era una mujer decente, de principios y valores. Y de la única forma que lograría mi objetivo sería acercándome a ella, que confiara en mí y porque no, lograr enamorarla.

Selena es hermosa, pero yo no lograría enamorarme de ella. Había estado con algunas otras chicas a mis 17 años, y no había sentido nada por nadie, y ella no sería la excepción.

Una gota de lluvia me hizo salir de mis pensamientos, miré al cielo y estaba cubierto de nubes grises.

-Sel deberíamos ir adentro, está empezando a llover-

Empezamos a recoger nuestras cosas, y apenas pusimos un pie adentro se desató una tormenta.

Nos volvimos a sentar, y ella continuó leyendo y luego me miró -está muy bien Justin- sonrió -podríamos usar algunos sinónimos para reemplazar unas palabras, pero esta muy bien-

-gracias Selena-

Luego de hacer unos cambios a mi trabajo y de que me ayudara con mi tarea de matemáticas, la note intranquila. Observaba el reloj cada tanto, movía sus piernas y golpeaba sus dedos contra la mesa una y otra vez.

-¿pasa algo?-

-no nada- bajo su vista y luego me miró avergonzada -bueno si… es solo que es un poco tarde y yo debería regresar a casa pero no ha dejado de llover-

-si quieres puedo llevarte- ofrecí.

-oh no, te lo agradezco… no es necesario- estaba apenada -pero sí aceptaría que me prestaras tu teléfono para llamar un taxi, porque el mío se quedó sin batería-

-claro, ten-

Definitivamente él vivía con ella.

Tenemos una apuesta [Jelena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora