—¡SAM!—me giro sobre mis talones para observar a la dueña de ese grito, me detengo y espero a mi mejor amiga quién biene corriendo unos cuantos metros atras mio.
No me he presentado soy Samara Saleen tengo 20 años, soy de Canadá pero vivo en Los Angeles gracias al trabajo de mis padres, Tomás y Rosalinda Saleen empresarios y dueños de las revista de moda "Saleen". Estoy siguiendo economía en una de las mejores universidades de los Angeles y la que grita mi nombre es mi mejor amiga. Natalia Blecher tiene mi edad y es muy divertida y carismática.
—¿Porque no me esperastes perra?—dice doblandose para recuperar la respiracion, se la ve muy agitada—recuerda que hoy toca noche de cine en tu casa—dice ya mucho mejor de como llego, caminamos por el campus para llegar a la salida
—Lo se ¿quieres que mande a alguién por ti?—si, mis padres me tienen puesto chofer y todo. Ella niega
—No sera necesario, mi primo esta de visita y le pedire a el que me lleve—sonrie, se para en la garita que esta en la entrada y firma su salida al igual que yo—estoy cansada de firmar cada ves que entramos y salimos—dice una ves alejadas de los guardias. Como nuestra universidad es una universidad pagada y solo los de buena economía entran a estudiar aqui, Nat y su familia son de bajos recursos económicos y su manera de ser humilde y sencilla hiso que fuera mi mejor amiga.
Gracias a una beca ella estudia aqui, solo los mejores entran y ella es una genio. Asiento dandole la razon
—Yo igual—suspiro al ver el auto de la mansion acercarse a nosotras con letras grandes pegadas a un costado derecho del conductor "Saleen" —Creo que vienen por nosotras—digo y mi amiga se gira para ver al auto mas cerca nuestro. Al llegar el chofer se baja y como es de costumbre nos abre la puerta
—Señorita Samara, señorita Natalia buenas tardes—su tipico saludo de todos los dias dice abriendo la puerta trasera para nosotras, mi amiga entra primero y luego yo. Antes de entrar veo como todos los demas estudiantes nos miran ya que todos saben quienes son los Saleen.
—Marcos—saludamos mi amiga y yo al chofer ya una ves dentro, el nombrado cierra la puerta y camina hasta llegar a su puerta, entra se pone el cinturón de seguridad y arrancá hacia la casa de mi amiga que queda en el centro de los Ángeles.
Veinte minutos despues estamos en la entrada de la casa de mi amiga, su madre Roxana sale a recibirnos como de costumbre
—Samara ¿como estas hija? —si la señora Roxana me aprecia como una segunda hija, llega hasta a mi y me saluda con un beso en la mejilla seguido de su hija
—Roxana buenas tardes—la saludo educadamente ya que a ella no le gusta que le digan señora
—¿vas a pasar? Sam—niego
—mamá Samara solo paso a dejarme, ella tiene que regresar a su casa—le dice su hija y ella asiente un poco apenada
—lo entiendo—se despide de mi con otro beso—me hubiera gustado que conocieras a mi sobrino
—Sera en otro momento con mucho gusto Roxana—respondo viendo la hora en mi reloj de mano—ahora tengo que irme, mis padres llegaran para el almuerzo. Adios, te espero esta noche—me dirijo a mi amiga y esta asiente, Marcos me abre la puerta y entro ahora si rumbo a mi "hogar"
(....)
—¿Que tal la universidad Samara? —Tomás, mi padre me habla desde su asiento en la cabecera de la mesa
—Bien—sonrio, mi relación con mis padres no es tan buena ya que por su Imperio no pasan mucho tiempo conmigo y desde pequeña mi abuela venía de Canadá para pasar conmigo el tiempo que mis padres perdían construyendo su imperio. Lastimosamente mi abuela murio cuando yo tenia doce y desde entonces la pasaba sola o con los empleados
—¿Solo bien? —Rosalinda, mi madre habla por primera ves desde que estamos almorzando, la miro ya que ella esta al lado derecho de mi padre y yo a su izquierda quedando de frente con ella
—Si—digo sin mas y termino mi almuerzo en silenció, las mucamas recojen la mesa y nos traen el postre—¿me pueden decir para que nos reunimos esta tarde?—rompo el silencio y ambos me miran
—Somos tus padres ¿no podemos pasar una tarde con nuestra unica hija?—habla Tomás viéndome fijamente
—¿es enserio Tomás? —ruedo los ojos
—no le hables asi a tu padre jovencita—me reprende Rosalinda
—por favor Rosalinda—me dirijo a ella—todos sabemos aquí que ustedes nunca tienen tiempo para su unica hija y como es eso que ahora se tomaron un dia para almorzar conmigo si no lo hacen en años—miro a ambos que se han quedado sin habla, suspiro y me pongo de pie lista para irme pero la vos de Tomás me detiene.
—Siéntate que tenemos que darte una noticia—lo miro mientras estoy de pies y ago caso a lo que me dice, la sala guarda silencio por unos minutos hasta que el vuelve a hablar—tu madre y yo hemos elegido al que sera tu esposó—el postre que se compone de una gelatina de fresa hace que me atragante con la noticia y empieze a toser como loca, ambos se asustan y golpean mi espalda para que me ruede. Tomo un poco de agua y me calmo
—¿que has dicho? Yo no pienso casarme con ningun extraño y peor uno que es elegido por ustedes—digo y me levantó de mi lugar dispuesta a irme a mi habitacion
—Ya esta decidido—Tomás imita mi acción—mañana después de la escuela conoceras a tu futuro esposó y si tratas de reusarte te olvidaras de tus estudios y de la casa que te dejo tu abuela—me giro al escuchar lo último y lo encaró
—no te atreverías—no me importa que ellos no me apoyen en mis estudios pero si me quitan lo unico que me dejo mi abuela eso me destrozaria mucho
—¿quieres ver que si?—dice y lo miro fijamente antes de irme y encerrarme en mi habitación a llorar hasta quedarme sumamente dormida.
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CASADA CON UN MAFIOSO
RandomDecir "Aceptó" el dia de tu boda es lo mejor ¿verdad?. pues yo creo que no y peor aun si decir "Aceptó" es por obligación. me llamo Samara Saleen y te invito a que conozcas mi tragica historia de como mis padres me entregaron a un extraño. Que no...