Capítulo 9| Ocean Boys

126 12 8
                                    

ANTES.

El viento es demasiado fuerte, es por la velocidad. Me siento libre, huele a pinos. Admito que lo que tengo en la cabeza me fastidia un poco pero puedo acostumbrarme. Todo se siente tan tranquilo, tan relajante, tan vivo, tan libre, tan... tan... tan perfecto.

Pero nada es perfecto.

En un abrir y cerrar de ojos veo solo imagines borrosas y dos segundos después siento el impacto contra nosotros, el dolor, el sabor metálico de la sangre, todo destruido, mi vida. Su vida. Trato de moverme, de ver pero no puedo, es difícil, es complicado. No siento nada ni puedo reconocer mis emociones, solo sé que estoy en un estado de shock totalmente traumático. Lloro descontroladamente, ¿Qué pasó? ¿Por qué a nosotros?.

Quiero salir, quiero despertar, esto no está pasando... esto no está pasando, ¡Esto no está pasando! ¡No! ¡Mi vida! ¡Todo! La muerte... no, ahora no, siento como si ya no pudiera más, mis lágrimas es lo único vivo en mí ahora, veo negro, no quiero ver, quiero ver, quiero saber, pero no quiero enterarme de nada. Estoy débil, hay mucho rojo, y un aparato de transporte totalmente destruido.

¡No!

¡Mi mamá!

¡John!

¡Mason!

¡Abby!

¡Troy!

¡No! ¡No me puedo ir!

¡NO!

—¡NO!

—Azul... Azul... todo está bien, solo fue un mal sueño, una pesadilla.—dice Abby tratando de calmarme. Me encuentro en mi cama, a salvo y con una Abby preocupada por mi aspecto me imagino.

—P-pero y-yo mi-mi v-vida y—me interrumpe.

—Hey, tranquila, solo fue un sueño, nada más, aquí todos estamos bien, no pasó nada. Te voy a preparar un té caliente para que te relajes.

—¿Q-qué hora es?

Son las seis de la mañana y todavía no entiendo nada.
Ok, no es momento. Me despertaste porque estabas llorando y sudada, mejor date una ducha y te espero abajo con el desayuno.—me guiña un ojo y se retira de la habitación. Creo que se va porque quiere que piense un poco... o no sé, porque yéndose no es la forma de ayudar a una persona que acaba de despertar de en horrible sueño.

Me levanto de la cama y me paso una mano por la frente porque tengo todo el cabello adherido a mi cara por el sudor, limpio una de las lágrimas que tenía en el lagrimal del ojo.

Lo sentí tan real... tan fuerte. No puede ser que eso solo halla sido un sueño, mi boca tenía sangre, sabía a sangre. Todavía tengo la respiración agitada.

Trato de recordar... qué pasó ahí. Había alguien más, yo me sentía culpable, yo estaba destrozada por lo qué pasó. ¿Pero quién era esa persona? Estaba manejando... y de un momento a otro estábamos en el piso desangrándonos y poco a poco muriendo por el accidente, yo estaba peor que mi acompañante, de eso estaba segura.

Alejando todos estos pensamientos de mi mente y haciéndome la idea de que solo es una pesadilla, que es totalmente normal, me doy una ducha refrescante. Abby tenía razón, darse una ducha ayuda. En medio del baño me paro en seco y solo muestro una pequeña sonrisa en mis labios, me acuerdo que por esta ducha fue que conocía a Troy, que raro y divertido encuentro, pero se desvanece al instante al recordar la pesadilla que ahora me da escalofríos.

La Otra Cara del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora