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(...)

—Estúpido chino.—murmuró Esther

Bueno, son tal para cual.

—Estúpida coreana.—le imitó

No cabe duda.
La señora le quitó la manzana a mi amigo y este se mantuvo con el ceño fruncido.

—Deja de robarme las cosas, niño. Que si sigues así, te irás a la cárcel.—

—Deje de regañarme, anciana. Que si sigue así, se irá al asilo. Bueno, aunque ahí es donde pertenece.—

¿Para que venimos aquí? ¿Para molestarla?
La mujer se levantó y abrazó a Jackson.

—¡Extrañé tanto pelear contigo, ladrón inútil!—

Jackson también le abrazó. Sólo que la levantó un poco.

—¡Extrañé comerme sus manzanas, vieja estúpida! —

¿Que tipo de amor es este? ¿Se quieren o se odian?
Que bipolares.

—¿Y usted, señorito Bambam? ¿Por qué no me vino a ver? —Dejó de abrazar a Jackson para dirigir su mirada hacia a mi.

—Estaba estudiando, lo siento.—me acerqué

—Estudiando a jugar a cosas malas con su novio.—Jackson movió sus cejas.

Estaba hablando en doble sentido. ¿Qué le importa a él de lo que haga con Yugyeom?

—¡Oh! ¡Y además tiene novio! —Sonrió Esther.

Jackson Wang, estás muerto.

—Me va a tener que contar todo. Y tú —Apuntó a Jackson—, imbécil sin futuro, también me contarás todo desde que te fuiste.

(. . .)

Estábamos sentados en la mesa de la señora Esther. La nombrada estaba calentando algo y venía con nosotros.

—¿Me puedes explicar por qué se tratan así? Desde que recuerdo, ustedes siempre se pelean y después dicen que se quieren como si no hubiera pasado nada.—Le reclamé.

—Bam, tú sabes que nunca alcancé a conocer a mi abuela—Yo asentí—. Esther es como alguien parecido a eso, sé que nos llevamos mal, entre varias comillas, pero en el fondo la quiero muchísimo. Quiero volver a los viejos tiempos, donde ella era más o menos joven y yo un enano sin conocimiento alguno. Bam, piénsalo por unos momentos. ¿Que pasa si en una de éstas ella muere de verdad? Morirá sola. Por eso me gusta molestarla, por que no quiero que tenga ninguna pena el resto de vida que queda. Me gusta verla enojada, para luego verla feliz. Todo esas "peleas" lo hago pensando eso.

Noté que sus ojos estaban rojos. Él quería llorar.

—Jackson, yo lo había pensado de esa manera. —Murmuré y él posó su mano derecha en mi cabeza.

Sonrió pronunciando “No te preocupes.”
Jackson, ¿Como puedes sonreír a pesar de querer llorar? Yo ya habría rompido el llanto. Sonreí también, hasta que llegó Esther con dos platos de comida.

—Ya, cuenten, ¿Que ha sido de sus vidas?—Preguntó sentándose con nosotros

Querido Yugyeom ✿ YugBam.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora