1 de diciembre
Tomaste mi cintura con fuerza y me posaste encima de ti de nuevo. Dejé caer mi cabeza sobre tu pecho mientras tú dabas vagas caricias en mis cabellos. Todo estaba muy pacífico, tú estabas relajado al igual que yo. Pronunciaste un "Te amo" como siempre lo hacías cuando terminábamos de tener relaciones sexuales, en respuesta, te di un pequeño beso seguido de muchos más.
—Por cierto, las veces que vengo, ¿Por qué no están tus padres? A veces extraño hablar con tu madre...—Dije en un murmuro
—No quiero que vengas a pasar un mal rato, cielo. —Sonreíste con un toque de tristeza
Sí, tristeza porque todo había cambiado desde que nos volvimos pareja, tu madre dejó de mirarme con los ojos de "el mejor amigo de mi hijo" y ahora para ella, lamentablemente tenía que comenzar a aceptar que somos algo más que mejores amigos.
Yo quiero comenzar a pasar tiempo contigo y mis "suegros" al igual que lo haces tú con mi madre y Nam.
Estaba a punto de quedarme dormido, hasta que sonó la puerta principal de la casa abrirse. Abriste tus ojos como platos, viste la hora y te alteraste.
—Kun, ponte esto —Me entregaste tu sudadera y nos levantamos rápido de la cama.
—¡Yugyeom! ¿Estás arriba? —Gritó tu madre desde abajo.
Mi corazón estaba a mil, ¿Dónde tendría que esconderme? El armario de tu cuarto no era tan grande y bajo de tu cama era imposible, no había forma de entrar ahí, o eso pensé en ese momento.
—Amor, metete debajo de la cama —Yo te miré como si estuvieras loco y sonreíste—. No temas, si yo entro ahí, de más entras tú.
Mordí mi labio y levantaste la cama, ni saber cómo lo hiciste pero en el momento era necesario esconderme como si de un ladrón se tratase. Me metí y tu fácilmente soltaste la cama.
—No te pasará nada, no hay arañas. —Dijiste y cerré mis ojos intentando aguantar un poco mi respiración
—Yugyeom, ¿Por qué no respondes, eh? ¡Ahg, ponte algo de ropa! —Te regañó tu madre y te reíste.
—Lo siento mamá. —
—Nada qué lo siento, ¿Qué es este desorden? ¿En qué andabas, niño?—
—Eh, en nada, sólo que —titubeaste—, que no he podido ordenar, ya sabes, las pruebas de fin de semestre.
Se escuchó un suspiro de alivio de parte de ella, vi que tu madre se sentó en la orilla de la cama. Recé a todos los dioses que llegaran a existir de que no descubrieran nada mío, hablo de mi ropa interior y el resto de cosas que habíamos traído desde el instituto.
—Quisiera que me disculpases, hijo. —la escuché decir
—¿Por qué te disculpas?—
Mañana te sigo escribiendo.
—Bam.
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Querido Yugyeom ✿ YugBam.©
Random¿Qué pasa sí no puedo olvidarte? ¿Qué pasa sí no puedo superar esto? El dolor me está invadiendo, Yugyeom. atentamente; Bambam. Dreamiri, 2017 [ACTUALIZACIONES MUY LENTAS.]