La entrevista

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- Lo esperamos en media hora profesor.

La indicación fue rápida. Tanto, que no hubo tiempo de réplica. ¿Dónde quedaba el bendito colegio? La dirección no era muy precisa pero, como siempre, preguntando se podía encontrar un destino. Aunque el profesor tenía una entrevista en PAMER, iría primero a la propuesta que estaba, ligeramente, más cerca a su casa.

- Buenos días, soy el profesor...

No hubo oportunidad de responder, seis profesores de Comunicación se habían sucedido uno tras otro y habían durado, a lo mucho, un día, incluso solo dos horas y después se habían ido. ¿Qué ocurriría? Nada sería peor que el colegio anterior donde trabajó, que las experiencias vividas en una institución donde los estudiantes sabían pelearse a la salida, fumar marihuana o juntarse en pandillas. La experiencia pasada era suficiente para entender que cualquier otro colegio sería, relativamente, más pacífico y tranquilo para trabajar.

La encargada hablaba sin parar, intentaba explicar la grandeza de colegio, los premios obtenidos, la forma de llegar viniendo por la avenida principal. No había opción de responder, ni siquiera de preguntar por la Directora (la persona que lo había llamado). Casi sin opciones, el profesor terminó firmando el contrato, aceptando los registros, recibiendo los manuales (mal hechos, vale aclarar), caminando a las aulas, ingresando al salón del que sería tutor, presentándose, observando los rostros, atendiendo a lo blancas y vacías que estaban las paredes, al uniforme tan serio y por momentos triste. Era muy tarde para decir que no, para no comenzar, debatir o cuestionar.

- Comienza mañana profe. Muchas gracias y hasta entonces.

La entrevista de PAMER (otro colegio al que en principio iría) nunca se dio. Con los materiales en las manos, decidió caminar a la avenida Principal. Pensar en este abrupto inicio, ingresar en un proceso nuevo, en un distrito nuevo, en un lugar que desconocía. Era tiempo de olvidar las alturas de Ricardo Palma, las clases al aire libre, los múltiples roles que junto a su esposa tuvo que realizar en el colegio aquel. Huarochirí y sus cerros rebeldes, el cementerio de San Antonio y las lágrimas de un adolescente en la tumba eterna de su madre, los partidos de fútbol, los campeonatos, las marchas, el río hablador que descendía limpio hasta contaminarse con los caudales de agua sucia, los cerros otra vez, la multitud de escarabajos multicolores (mototaxis)....todo debía quedar atrás, en el olvido, acaso este colegio sería más tranquilo (Solo ir, trabajar, recibir el sueldo, retirarse) y mucho menos complicado que todas las experiencias vividas hasta entonces.

Su primer día de trabajo sería un viernes. El único problema es que era el día de su cumpleaños. ¿Los alumnos? Jamás lo sabrían.

Continuará...

Expedientes secretos :)Where stories live. Discover now