Ninguno había ingresado a la Universidad, pero lo más difícil era ocultarlo. La esencia del colegio, su razón de ser, descansaba en la cantidad de estudiantes que lograban aprobar el examen de admisión con las más altas calificaciones. A pesar de la dedicación y el esfuerzo, de las vigilias interminables, los descansos pospuestos, los discursos de éxito, las clases adicionales y las multitudinarias separatas resueltas, el resultado fue exactamente opuesto al esperado.
Lo más complicado ahora era ocultar a todo el distrito la verdad, más aún el inventar justificaciones. El dueño y su fiel coordinador general confiaban en ellos – sus queridos docentes y colaboradores – y esperarían alguna respuesta, cualquier explicación. "Es culpa de otras actividades escolares", "no nos pagaron lo suficiente", "los alumnos y alumnas no estudiaban", "no había buen material", "todo es poco a poco". A pesar de la multiplicidad de alternativas, era necesario buscar la más contundente si se quería sobrevivir un año más.
Reunidos con urgencia, los encargados concluyeron con unanimidad que la responsabilidad entera era de los estudiantes, quienes no habían valorado el esfuerzo de sus profesores. La culpa es de ellos, pensaron, mientras recordaban – sin culpa - las preguntas que no habían sabido responder y los libros que prefirieron no consultar. En caso de emergencia, acusarían a los profesores de otros años sobre su inoperancia, recurso sencillo de usar pues ya no habría lugar a réplica. De esta manera, salvaban la reputación de la institución y la suya.
Acordada la respuesta, el equipo se dirigió a conversar a la oficina donde los esperaba el dueño y el coordinador general.
- ¡Buenas tardes profesores! ¡Pasen, pasen por favor!
Un joven recién rapado y egresado hace algunos años ocupaba una de las sillas. Mientras sonreía, negociaba con el dueño y el coordinador la venta de su rostro como publicidad para el colegio, a cambio de una generosa retribución económica.
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Expedientes secretos :)
Random¿Alguna vez te preguntaste cuánto sabe un profesor de sus alumnos y alumnas? Más de lo que crees. Más de un secreto llega sin pedirlo a nuestros oídos. Algunos se pueden contar, otros se quedan en el olvido. En este conjunto de relatos encontrarás...
