The Last Chance

El Obstáculo

16. El obstáculo

Louis golpeó delicadamente la puerta del dormitorio de Liam, sabía que estaba triste y no quería molestarlo, pero tampoco podía dejarlo ahí encerrado por días. Volvió a golpear y como respuesta recibió un gruñido.

—Louis, por favor, déjame en paz. No quiero hablar con nadie, no quiero verte ni que me hables y no quiero que hagas nada por mí a excepción de que me mates. —gruñó.

—Liam, por favor tú—le pidió. —Sal de ahí, has estado encerrado desde que te dejé ayer a las cinco de la mañana en la cama. No has comido, no te has bañado—comentó Louis.

Se oyó un silenció y Louis se atrevió a entrar, ya que la puerta no estaba cerrada y su cortesía había tocado fondo.

Lo encontró sentado en la cama, con los ojos rojos, cansados como si no hubiera hecho nada más que llorar, como si no hubiera dormido. Ni siquiera levantó la cabeza cuando lo vio entrar.

—Liam—susurró con tristeza y cualquiera hubiera percibido como el ánimo en el espíritu de Louis se desvanecía cuando lo vio así.

—No, Louis—lo frenó con sus manos.

—Liam, tienes que poder hacerlo—le dijo triste. Liam negó con su cabeza y se tragó las lágrimas.

—Lo lamento, lo siento mucho, pero en algún momento tendrás que seguir adelante, en algún momento tendrás que dar el paso al costado…—le dijo Louis.

Liam se rió irónicamente.

—¿Qué crees que soy? ¿Un obstáculo? Si lo fuera al menos hubiera cumplido bien mi misión—reclamó.

Louis se pasó la mano por la cara y trató de hallar la forma de arreglar esto, al parecer la estaba cagando.

—Eres un obstáculo—le dijo.

Entonces suspiró y pensó que Louis podía estar muy errado o demasiado en lo cierto.

—Eres un obstáculo para ese hombre que está a punto de casarse y se siente como si estuviera condenado a muerte. —me dijo.

¿Liam era un obstáculo para Zayn? ¿Por qué?

Esto parecía la idea más estúpida del mundo porque Zayn estaba siendo todo menos detenido. Es para eso para lo que sirven los obstáculos ¿no? Entonces, ¿por qué era Liam un obstáculo, por qué debía dar el paso al costado? La respuesta era muy simple: Incluso aunque Liam no estuviera reteniendo a Zayn, lo hacía de alguna forma. Era la única forma de explicar porque era tan complicado para Zayn, porque le dolía tanto.

Un obstáculo, son barreras que dificultan nuestro camino. Liam era eso que le impedía pensar que estaba bien todo esto, incluso aunque todo eso hubiera ocurrido teniendo como objetivo lo correcto. Liam era quien lo ataba, era aquella valla que no podía saltar, imposible de superar, imposible de olvidar, un recuerdo recurrente que lo atormentaba junto cuando intentaba avanzar. Pero, espera, esto era más complicado aún porque jamás hemos conocido a alguien que le gusten los obstáculos, las trabas, pero en este caso ¿qué se podía decir? ¿Que Zayn Malik estaba enamorado de ese obstáculo?

Alguna vez habrás escuchado la frase: “Para poder hay que querer”, Liam Payne era ese impedimento que Zayn no quería quitar del medio incluso aunque esto ya estuviera hecho.

Complicado aunque la respuesta fuera simple.

—Él no va a poder hacerlo sin tí—le hizo saber Louis.

—Yo no voy a poder hacerlo de todos modos…—suspiró. —Dime cómo salgo de esto.

—No lo sé, Liam. —le respondió Louis. —De éstas cosas no se salen, estas cosas se enfrentan.

—Pero yo no quiero—lloriqueó. —No quiero enfrentarlo.

Louis lo miró fijamente.

—Y ¿qué vas a hacer? Te vas a ir del país, te vas a cambiar de nombre, te despedirás de todo, te alejaras, empezaras una vida lejos de Zayn? Porque es un hecho que se va a casar—le dijo.

A Liam le dio un zumbido en la cabeza al escuchar “es un hecho que se va a casar”.

—¡Cállate! —le lloró.

Liam lo decidió, si era un obstáculo para la felicidad del amor de su vida, se quitaría del camino incluso aunque nunca hubiera estado. Tragaría profundo sus sentimientos y trataría de superar el más grande amor que jamás había sentido. Cuando Zayn volviera de la boda y de la fiesta, encontraría a un Liam sonriendo y dispuesto a darle un abrazo y felicitarlo, estaría allí cuando todo avanzara, apretando ese sentimiento, hasta que se hiciera más y más pequeño. Pero aún le quedaba algo de orgullo y por respeto a él no se obligaría a asistir a esa boda incluso aunque estuviera toda la noche mirando la puerta esperando a que se abra y que de ella apareciera Zayn diciéndole que todo está bien y que entendió que la historia es sobre ellos dos. Y quizás esté toda la noche, hasta que la luz de la vela se apague y sus ojos cansados se cierren.

Liam asintió.

—Lo que siento por Zayn es lo más injusto que me ha pasado—comentó.

—¿Quién dijo que el amor es justo? —le dijo Louis.

—No lo haré, Louis. No seré el padrino de bodas de Zayn—habló Liam.

Louis asintió.

—Él te quiere mucho, Liam—le hizo saber Louis.

—Si me quiere tanto como dices, sabrá que no puede pedirme tanto…—le dijo Liam.

Louis lo miró e hizo la pregunta que todos estaban esperando.

—¿Por qué eres así? ¿Por qué desprecias lo que siente Zayn por ti? —preguntó.

—Yo no lo desprecio, lo tengo bastante claro—respondió fríamente.

—Te ama mucho más de lo que puede imaginar, no sé si ha tenido oportunidad de decírtelo o demostrartelo—dijo Louis.

—Yo lo sé, no hay nada que decir o demostrar—dijo Liam.

—¿Lo sabes? —preguntó Louis desafiante.

—Lo sé y créeme que sería mucho más feliz si no fuera así. Es aún peor ser consciente de eso—confesó. —Lo sé, Louis, ese es el problema.

—Dime, ¿Cuál es el impedimento entre dos personas que se aman? —preguntó Liam. Y se oyó un silencio profundo.