Louis Tomlinson, es un chico independiente, el cual dejó los lujos de su hogar y que trabaja humildemente de informático. Debido a que ha estado mintiendo a su adinerada y excéntrica familia, este necesitará una pareja urgentemente para acudir a una...
El día señalado llegó y entonces Harry aparcó su lujoso coche en el aparcamiento del cementerio, dónde iban a enterrar a su padre, ante las extrañadas miradas de muchos curiosos, ya que sorprendentemente había mucha gente.
El ojiverde estaba muy nervioso por encontrarse con todos los amigos de su padre, con los que había tenido sexo por dinero, ya que entendiblemente no era muy grato y además estaba Liam.
Tener a Louis a su lado, le hacía sentirse más fuerte, él era como su kriptonita pero también era su fuente de fuerza y confianza, por lo que suspiró hondo y se armó de valor.
Los dos vestían muy distinto, por lo que el informático se sintió un poco mal al ir tan informal, aún así se bajaron del coche finalmente y caminó hacía la capilla cogido de la mano del guapísimo gigoló.
Aún faltaba diez minutos para empezar la ceremonia y el sepelio de su padre estaba al pie del altar, así que Harry dudó en acercarse, luego miró a Louis y este asistió.
Todos a su paso los observaron detenidamente, unos cuchicheaban y otros solo miraban frunciendo el ceño, al llegar el ojiverde puso la mano en la caja cerrada de su padre y se despidió de él, luego regresaron a los bancos y se sentaron a esperar la ceremonia.
Los hermanos de Harry; Gemma y James llegaron, entonces le dieron un beso y un abrazo y a continuación se sentaron a su lado, junto con sus respectivas parejas.
La ceremonia transcurrió sin problema, el sacerdote les dijo que se continuarían despidiendo de Des en el cementerio, frente a su tumba, donde éste descansaría eternamente.
Un tiempo después, entre lloros, besos y abrazos le dieron el último adiós a su padre y la gente una a una fueron pasando y dándole el pésame a los tres hermanos.
Ambos se despidieron de James y Gemma hasta el martes pues un abogado se había puesto en contacto con ellos, por lo visto su padre tenía un testamento y se lo leería en dos días.
Cuando ya llegaban al coche, una voz de sobra conocida para el ojiverde los detuvo.
...-Harry, querido... ¿Acaso ya te vas?, ¿no te despides de mi?.
-Li-Liam, ¿qué tal?— saludó el ojiverde no muy contento.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Louis lo observó detenidamente y la verdad era que el profesor universitario era un tipo realmente atractivo, aunque no tanto como el rizado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tras un choque de mamos un tanto extraño, seguido de un abrazo aún más extraño, Liam reparó en el ojiazul.
-Vaya...tú debes ser el novio de Hazza...Realmente eres una lindura, él no exageró nada al describirte- habló este entre dientes.
-Si, lo es, mi novio es el más bello.
Louis se sonrojó al escuchar eso del rizado, aunque sabía que tan solo fingía para darle en las narices a su marido.
-Mucho gusto, Liam- dijo el informático mientras estrechaban sus manos.
El ojiverde pasó su mano por la cintura de Louis sujetándolo fuertemente.
—Bueno ya nos veremos...nosotros ya nos vamos, ¿Verdad cielo?.
El ojiazul lo miró y asintió rápidamente tras notar en los ojos de Harry la búsqueda de complicidad.
—Si, claro amor.
El aún esposo del ojiverde los miró sonriendo con malicia.
-¿Podemos ir a tomar algo un momento Harry?... querría hablar de lo que tanto ansias.
Tras titubear un momento, finalmente este aceptó.
-Está bien Liam, vamos a esa cafetería de enfrente.
-Me parece bien—habló el profesor poniendo su mano sobre el hombro de Louis descaradamente.
Tanto a Harry como al propio Louis ese gesto no les gustó nada pero no dijeron una palabra pero luego en el local, este no dejaba de miraba el cuerpo del ojiazul, él cual hablaba con un par de chicas a las que se había encontrado, en una mesa del fondo y había ido a saludar.
-¿Podrías parar de hacer eso, por favor?.
-¿Él que Harry?, no estoy haciendo nada- dijo Liam mirando de nuevo a Louis.
-Oye, quieres hablar de una vez, porque te juro que te voy a dar un puñetazo como vuelvas a mirar a mi novio así- habló molesto el rizado, sorprendiendo al ojimiel.
-Tranquilo hombre, no te pongas celoso, además es que el chico es un caramelito.... joder, ¿En dónde lo has encontrado?, porque en la Universidad no lo he visto nunca...que lástima—dijo este relamiéndose.
-Joder...en serio me cansas Liam, ¿me vas a dar el puto divorcio o no?- Harry perdiendo la paciencia.
Su aún marido chasqueó la lengua y lo miró fijamente con una sonrisa malévola.
-Te lo doy, con una condición.
El ojiverde resopló.
—No voy a tener más sexo contigo. Olvidal...
—No...no te quiero a ti—lo interrumpió rápidamente—... Te daré el divorcio, si me dejas follarme al chico.
Rápidamente, Harry se levantó furioso y le pegó un fuerte puñetazo pues estaba harto de Liam y lo cerdo que era un cerdo.
—¡Vete a la mierda, grandísimo hijo de puta!, ¡Ni lo sueñes!, ¡Jamás!—le gritó y acto seguido cogió a Louis de la mano, el cual lo miró atónito mientras era arrastrado hasta la salida.
-¿Ha-Harry le has pe-pegado?... pero ¿q-qué ha pasa-do?.
-No te preocupes, él se lo merecía... Es un cabrón y que se meta el divorcio por el culo y sus clases también.
Ambos caminaron rápidamente hasta el coche.
-Pe-pero Harry, tú vi-viniste para arreglar las co-cosas.
-Me da igual Louis, nunca podría aceptar sus condiciones...Anda sube, te llevaré a casa.
El informático obedeció sin decir nada más, aunque varias preguntas ocupaban su mente...¿qué era lo que Liam le había pedido?, ¿Acaso dinero?, ¿qué volviese con él?.... ¿qué podría se tan grave cómo para que el ojiverde le pegase y renunciara al divorcio?.
Todo aquel paripé había sido para que el tal Liam lo dejase libre pues Harry quería conseguir el divorcio por fin pero ya no sería así.
Un tiempo después, el gigoló detuvo el coche frente el edificio del ojiazul.
—Gracias por todo, Louis.
-¿No me vas a contar que pasó?—preguntó el ojiazul al ver que este no tenía intención de subir a su casa y hablar de ello.
