Louis Tomlinson, es un chico independiente, el cual dejó los lujos de su hogar y que trabaja humildemente de informático. Debido a que ha estado mintiendo a su adinerada y excéntrica familia, este necesitará una pareja urgentemente para acudir a una...
Tras el paso de varias semanas más, Louis decidió al fin plantar cara a sus padres pues se sintió fuerte, ya que su relación con Harry era un hecho y estaba pletórico.
Tenía muy claro que saldrían adelante, ya no le importaba si no aceptaban a su novio y a pesar de que le entristecía, no podía cambiar la forma de pensar de su familia.
Harry por su parte, por fin cobró su dinero de la herencia y vendió la casa de su padre, entonces pagó sus estudios por adelantado pues le iba muy bien.
Finalmente, los Tomlinson escucharon lo que su hijo les dijo pero estos estaban aún muy dolidos y no lo perdonaron, ya que para ellos las apariencias eran lo más importante y los rumores de tener un yerno prostituto y un hijo puntero, no habían tardado en salir a la luz y extenderse.
Con todo el dolor de su corazón, el ojiazul se despidió de ellos pues no volvería a tratarse hasta que aceptasen a Harry como uno más, puesto que todo lo que antes habían conocido de él les había gustado y parecían haberlo olvidado.
El tiempo pasó, los días dieron paso a las semanas y las semanas a los meses.
Harry compró una casa para los dos, en la que eran muy felices, Louis finalmente dejó su trabajo de informático en la empresa y con la ayuda de este abrió la suya propia, la cual subió como la espuma.
Los chicos exprimieron su amor al máximo, demostrándoselo uno al otro cada noche sobre el colchón y tras pasar un año de su relación, el ojiverde le pidió matrimonio y Louis acepto encantado.
Los novios se casaron en una pequeña ceremonia civil junto con Niall y Zayn como testigos.
Poco después, Harry se licenció y abrió su propia consulta y para ese entonces Louis ya había ampliado su empresa y tenía cientos de personas trabajando para él pues tenía un talento especial.
Dos años después, la pareja ya eran dueños de una gran fortuna, incluso mayor que la de los Tomlinson y eran dos miembros muy conocidos en la alta sociedad.
Harry estaba encantado pues se había convertido en un reputado psicólogo y ya nadie se acordaba de su pasado como chico de compañía, mientras que Louis se codeaba con grandes empresarios del sector de la informática y las telecomunicaciones.
Los Tomlinson por su parte, se sentían muy mal pues habían renegado de su hijo cuando más les había necesitado y no confiaron en su juicio al ver en Harry el buen hombre que era.
Estaban arrepentidos, por lo que finalmente quisieron acercarse a ellos y pedirle perdón por su arrogancia y soberbia, ya que el ojiazul les había dado una lección de superación y fe en los demás.
La pareja no les guardaba rencor pued habían sido tan felices con su amor, que no habían notado la indiferencia de la familia, teniéndose el uno al otro les había sido suficiente.
En una gran cena, toda la familia volvieron a reencontrarse, el ojiverde muy contento agradeció al fin pertenecer a una gran familia, que aunque tenía sus cosas como todas, permanecían juntos y habían sabido reconocer sus errores.
...-¿Amor, vienes a la cama?-dijo el rizado llamando a su esposo.
-Ahora voy cielo, no seas impaciente.- habló el ojiazul desde el baño.
-Quiero sentirte amor, te extraño mucho-insistió este.
Louis regresó con una nueva pieza de lencería femenina, de color rojo, la cual había empezado a usar y las cuales a su marido le volvía loco.
-Ven aquí, quiero arrancarte eso con los dientes, pequeño- gruñó Harry al verlo.
Éste caminó como si fuese un dócil felino gateando por el suelo, luego se subió a la cama, hasta alcanzar a su esposo, el cual ya tenía una gran erección bajo la sábana.
-Miiiaaauu- dijo sonriendo al ver el gran bulto.
Acto seguido comenzó a besar el pecho de Harry subido en él, mientras que éste se retorcía entre gemidos apretando sus redondas nalgas y haciéndolo soltar grandes suspiros.
El ojiverde finalmente le quitó la sutil prenda de lencería y lo volteó para tenerlo bajo suya, amaba eso, tener a Louis gimiendo, mientras lo amaba, rendiendose al placer que se daban.
El ojiazul abrió su piernas para que su marido se acoplara perfectamente a él y le introdujese su enorme polla, follando con ímpetu su dulce entrada.
El rizado sacaba y metía su polla tocando la próstata del ojiazul y llevándolo a la locura, este hacía que por inercia.
Louis apretara con las piernas su cadera, empujandolo y que llegase bien a su interior, mientras lo besaba y mordía con hambre en el cuello y clavículas.
-Aaah... sigue amor... sigue aaah... aaah- decía Louis entre gemidos.
-Eres tan de-licioso peque-ño, aah... nunca me can-so de ti aaah...Me encanta follar-te aaah....
Tras varias estocadas más el ojiverde se derramó en su esposo, haciendo que este también se corriese con un gran grito de placer.
Así seguían siendo cada uno de sus encuentros, así siguieron siendo, las noches de pasión entre aquel exfriki sin pareja y aquel exchico de compañía, los cuales una noche se habían encontrado a causa de una fiesta y gracias a anuncio en el periódico y desde la cual jamás se separaron.
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