Ebrisia

Capítulo 1.

Desayunar con prisa es una de las peores cosas que se puede hacer. Mi padre siempre me decía que tratara de andar siempre con tiempo, para llegar a todas partes bien. Mi padre era un gran hombre, y digo era porque hace dos años murió. En realidad él no murió, lo mataron. La familia Hansmith fue quien acabó con su vida. El país donde vivo, Ebrisia, está gobernado por el Gobernante Hans, el hombre más malvado que he conocido jamás, aunque nunca lo he conocido en persona, pero sí lo he visto por la televisión de mi casa. Ebrisia está dividida en ocho Cliptas, yo vivo en la séptima. A parte de las Cliptas está Waltum, la ciudad que gobierna a todos, la ciudad donde residen el Gobernante Hans y la familia Hansmith. 

La familia Hansmith es quien está siempre al tanto de todo lo que hacemos en todas las Cliptas, más bien siempre están pendientes de si practicamos la magia. Hace cincuenta años que está prohibido usar magia, y esa ley la creó Hans. En aquel entonces los habitantes de Ebrisia vivían asustados porque no sabían que consecuencias podía traer el practicar magia, y la mayoría de la gente, la mayor parte humanos, querían que esta desapareciera o que no se practicara en su presencia. Esto hizo que el Gobernante Hans prohibiera la magia, y desde entonces todo mago que la practique es castigado, los mayores son ejecutados directamente, en cambio los niños son enviados directamente a Transcore, y si el hechizo que han realizado es muy grave también son ejecutados. Así es como murió mi padre, practicando magia para salvar la vida de mi madre y la mía. 

Todos los niños y adolescentes conocemos la existencia de Transcore, ya que antes de cumplir los diez años nuestros padres nos hablan sobre ese lugar tan temido por todos los niños. Un día antes de la elección de niños llega una carta a casa, con tus datos, y esa es la carta que debes llevar ante las autoridades, estas elecciones ocurren una vez cada mes. Mi padre me contó que a ese lugar van los humanos y los magos, porque todos van para lo mismo, para realizar un lavado de cerebro. Les tienen allí encerrados sometidos a distintas torturas hasta que los convencen de que la magia es peligrosa y no se debe realizar, y a los humanos lo mismo, solo que les añaden el hecho de que si ven a algún mago practicar magia deben avisar de inmediato a las autoridades. 

Hay humanos que salen de allí sin sentir ningún efecto de ese lavado de cerebro, a esos humanos se les llama Denais, son mitad humanos mitad magos, ya que uno de sus padres es mago y el otro humano. Todos los Denais que han pasado por Transcore regresan exactamente igual que cuando van, la única pega es que no pueden ser descubiertos o entonces serán ejecutados. También hay magos que salen ilesos de esas torturas, a esos magos se les llama Powlmets, y se les considera los magos más poderosos del mundo. Antiguamente no había muchos, pero ahora cada vez se han visto más.

Los colegios de magos están prohibidos, muchos han sido destruidos al ser descubiertos, y los profesores que enseñaban magia acababan todos muertos. Estos colegios comenzaron a ser creados hace veinte años, cuando la gente comenzó a creer que la magia era buena gracias a que muchos magos salvaron vidas de personas enfermas con sus pociones. Desde entonces se han creado bastantes colegios en todas las Cliptas. En la mía hay dos o tres, aunque yo voy a estudiar al que considero el mejor de todos y el más discreto. Lathia es el colegio de magos al que voy, por suerte contamos con uno de los magos más grandes de Ebrisia, el director Donsbbey, él es un Powlmet, uno de los pocos que había en esa época en la séptima Clipta. 

Lathia, el colegio al que voy, es en realidad un castillo antiguo. Todos los colegios están hechizados por un hechizo de invisibilidad, esto hace que sean invisibles a vista de los humanos. Cada vez que vengo me gusta más, somos un montón de niños y adolescentes los que acudimos a este colegio para aprender hechizos y pociones. Este es mi sexto curso, he aprendido muchas cosas durante estos años, y he conocido a muchas personas, entre esas personas está quien considero mi mejor amigo, Charles Lunbtop. En mi opinión es un gran mago, y por suerte en estos seis años a ninguno de los dos nos ha tocado ir a Transcore, ir allí significaría el fin de nuestra amistad y el fin del uso de la magia, y no estoy dispuesta a perder ninguna de las dos cosas. 

—Buenos días señorita Polski, llega usted tarde, de nuevo —La profesora Lupita Cressadi se dirige a mi nada más entro por la puerta de clase.

—Lo siento mucho profesora Cressadi —Me siento en mi sitio, al lado de Madelein Leskman. 

La clase es sobre hechizo de defensa y de ataque. Nos enseñan los hechizos que podemos usar en contra de los que nos eche el enemigo, para detener el suyo o de ataque para dejarlo desarmado, inconsciente o también muerto. Normalmente todos las clases son iguales, parece que estén creando un ejercito con nosotros, pero solo nos los enseñan por si somos atacados por otros magos y queremos salvar nuestras vidas en esos momentos, o la vida de las personas que nos rodeen. Las próximas clases transcurren enseguida, para cuando me doy cuenta todas las clases han terminado y tenemos el resto de día libre. Charles y yo decidimos ir a la biblioteca del colegio. Una vez allí nos adentramos en el pasillo de libros de pociones. 

—Charles, ayúdame a buscar el libro de pociones curativas, por favor —Le sonrío, mientras que él sigue con la mirada apagada—. ¿Que te pasa?

—Estamos a una semana de que termine el mes y aún no nos ha llegado la carta del día de la elección.

—No te preocupes ahora por eso, intenta aprovechar el tiempo al máximo —Hablar de este tema es lo que menos me apetece, a mi también me preocupa que llegue el día.

—Si me preocupo, no quiero que llegue ese día.

—Pero llegará, y cuando nos llegue la carta nos reuniremos en los jardines principales de aquí, ¿vale? —Al menos así le vería un día antes de la elección, y podría disfrutar de la magia y de él un día más.

—Vale —Le sonrío para intentar calmar el ambiente. 

—Ahora sigamos buscando el libro —Le digo con un tono más relajado al de hace un momento.

Ambos tememos ser elegidos, porque eso supondría muchas pérdidas para los dos. Nunca sabemos cuando puede llegar la carta. Cada mes llega un día distinto, para que ningún niño o adolescente tenga la oportunidad de huir. Hace años sí sabían que día de cada mes era el día de la elección, y muchos niños huían al bosque, donde lograban escapar porque todos construían sus propios refugios, y todos los hechizaban con el hechizo de invisibilidad. Ahora en cambio no tienes opción de huir, todo está mejor preparado para retenernos en las Cliptas, y a la familia Hansmith no se le escapa nada. 

Encontramos el libro y antes de regresar a casa nos vamos a pasear por el jardín principal del colegio. Es fantástico, está lleno de plantas mágicas. Hay algunas de estas plantas que cada día cambiar de color y de parecer, eso las hace aún más especiales. Terminamos el paseo y regresamos a dentro de la séptima Clipta. Como siempre Charles me acompaña hasta casa, siempre teme por mi seguridad. Me despido de él y entro en casa. Es casi la hora de cenar, esa es la causa de que nada más entrar perciba ese olor a comida. Me acerco a la cocina y veo a mi madre cocinando.

—Hola mamá, ya estoy en casa —Me acerco a saludarla.

—Hola hija, ¿que tal el día? —Me sonríe mientras sigue cocinando.

—Muy bien. No ha llegado nada, ¿verdad? —Mi tono suena bastante preocupado. 

—No, tranquila. Sube a tu habitación y descansa, te llamo para cenar.

—Gracias mamá —Me despido con un beso y subo a mi habitación.

Hoy al menos puedo volver a dormir tranquila. Mi habitación no es gran cosa, es pequeño y poco espacioso, aunque tampoco tengo muchas cosas, solo una cama, un armario y un escritorio. También tengo algunos baúles y cajas por ahí sueltas, son donde guardo todas las cosas que tengan que ver con la magia. A mi madre le encanta tener una hija maga, pero también le asusta, después de lo de mi padre está más agobiada por si practico la magia o no, está siempre recordándome que no debo practicarla fuera del colegio, porque allí estoy segura pero ni en casa ni ningún sitio dentro la Clipta estoy segura, todo está vigilado por el Gobernante, la familia Hansmith y los humanos que han sido abducidos.

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