Rachel asiente y juntas salimos del dormitorio. En el ascensor nos juntamos con otras chicas de nuestro grupo y del grupo de humanas. Todas juntas bajamos hasta la primera planta. Al llegar a la primera planta nos dirigimos hacia la sala de reuniones. Entramos y muchos grupos ya están colocados en sus sitios. Kenna está sobre el pequeño escenario del medio. Por lo visto se ha cambiado de ropa. La verdad que esta mujer viste muy elegante, el traje que lleva ahora de color negro le favorece mucho. Me siento en uno de los asientos de la zona de arriba, junto a Rachel.
Comienzan a entrar más niños de otros grupos. Una vez estar todos los grupos dentro, Kenna comienza a hablar:
—Como todos sabéis, la magia está prohibida en Ebrisia, y a todo aquel que la usa se le castiga con la muerte —Hace una pausa y sigue hablando.— Vosotros, los niños, sois traídos aquí por una razón, y es para demostraros que la magia sí es mala y entrenaros para que sepáis luchar y que ningún mago o defensor de la magia os venza. Algunas personas pasan por este lugar pero no consiguen encajar entre nosotros— Kenna mira hacia la puerta, dirigiéndose hacia los guardias que están ahí.— Traerla.
Los dos guardias salen fuera de sala. En unos pocos minutos vuelven, pero no los dos solos. Traen consigo a una chica joven, de cabello castaño oscuro y con un gran temor en su rostro. Lleva puesto el uniforme de color rojo anaranjado, pertenece al grupo P2, por lo tanto es humana y tiene diecisiete años. Los guardias la sueltan junto a Kenna. La chica está de rodillas, con la mirada clavada en el suelo.
—Como sabéis hay dos clases de personas que no encajan entre nosotros, y para que este país siga manteniendo la paz esas personas deben de ser erradicadas, ya que pueden suponer una gran amenaza para todos nosotros —Kenna continua con su discurso mirando hacia nuestro lado.— Vuestra compañera es humana, pero no una humana cualquiera, es una Denai. En nueve meses que lleva aquí nuestros métodos no han servido con ella por esa misma razón. Es por eso que no puede seguir con vida.
Kenna introduce su mano dentro de la chaqueta del traje sacando una pistola de ella. Mantiene la pistola agarrada frente a la chica. Siento un gran impulso de salir corriendo hacia ella para salvarla, pero antes de poder levantarme del asiento Kenna pulsa el gatillo. Un sonido muy fuerte inunda toda la sala. La bala atraviesa la frente de la chica haciendo que su cuerpo inerte caiga de golpe al suelo. Un charco de sangre comienza a expandirse bajo la cabeza de ésta.
Miro atentamente la escena. Me quedo paralizada en mi sitio, como si el tiempo se hubiera detenido y no pudiera mover ni un dedo. Siento la respiración acelerada. Mi sangre hirviendo de la rabia del momento. Aprieto los puños con fuerza para aguantar las ganas de salir al escenario y acabar con el monstruo que está sobre él. A la vez que rabia siento pánico. Pánico de acabar como esa chica si resulto ser una Powlmet o si resulta que Rachel o Matt lo son y terminan igual. Si querían meternos miedo lo han conseguido. Toda la sala está en silencio. Los rostros de muchos niños muestran que están aterrados, otros en cambio están agradecidos de lo que acaban de ver.
—Sacarla de aquí— Exige Kenna.
Los guardias recogen del suelo el cadáver de la chica. Lo colocan sobre una camilla y lo tapan con unas mantas. Sacan el cuerpo de la sala y una mujer con un cubo y una fregona entra dentro. La mujer comienza a limpiar la sangre mientras Kenna sigue con el discurso de antes.
—Y esto es lo que les pasa a todos los Powlmets y Denais que hay en Ebrisia— Sonríe.—Ya os podéis marchar.
Kenna sale de la sala de reuniones por la puerta trasera. Todos los niños comenzamos a abandonar nuestros asientos. Rachel y yo salimos juntas de la sala. En el ascensor nos juntamos con niñas y niños de otros grupos. Ninguno habla. Cada niño se baja en la planta que le corresponde, nosotras nos bajamos en la séptima. Llegamos a nuestro dormitorio, y Rachel se sienta en su cama, mientras que yo me detengo junto a la puerta.
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Ebrisia
Science FictionEbrisia, un país donde está terminantemente prohibida la magia, debido a eso cada mes cuarenta niños son llevados a un lugar donde los convertirán en soldados anti-magia. Cuando Jane Polski, una maga de dieciséis años, es elegida para ir a ese lugar...