-Sólo me agradas - sonreí -
-eso es muy tierno - apoyé mi cabeza en su hombro -
-Basta de... De eso - dijo -
-Qué cosa? - pregunté -
-Eso... Lo que haces, me... Me es extraño, ¿cómo sabias tanto sobre mi pasado? - suspiré -
-¿Te gustan las historias Ciel?, una persona lee para alejarse de la realidad, es por ello que... Nunca jamás deberás de terminar un libro con la frase "no todo es color rosa" -asintió -
-La verdad es que, no me gusta la realidad -
-Te has mentido a ti mismo tanto tiempo -
-No, mentía a los demás, yo siempre lo supe - en ese momento, la puerta se abrió, Sebastian sonrió -
-¿le molesta que la vista? Señorito, salga, por favor -Ciel se levantó y fue a cerrar la puerta-
-Vistela, anda - ordenó y acercó una silla a la cama, se sentó a ahorcadas- no te molesta, ¿verdad? - negué algo avergonzada -
Sebastian dejó la ropa en la cama y comenzó a ponerme la ropa interior, sentía ambas miradas penetrarme, era algo incómodo, sólo algo, pero aquellas miradas se me eran algo cautivantes. De repente una se iba y la otra se intensificaba.
Luego de la parte más incómoda, Sebastian me puso una falda blanca y liviana, después una blusa que me quedaba un poco larga y grande, reí.-Siempre tan tierna - escuché de Sebastian -
-Bien, vete, haz algo para cenar - protestó Ciel - muero de hambre- sonrió, Sebastian se acercó a mi oído-
-No haga nada de lo que yo deba arreglar de una forma indebida, ¿me escuchó? Usted sigue siendo mi princesa - luego de eso, se marchó -
-Qué te dijo - preguntó de repente, se levantó de la silla y se sentó a mi lado -
-Solo... Nada, ¿podemos hablar de otra cosa? - suspiró -
-Recuerdas que... Dijiste que harías de mi vida una historia qué vivir -
-Claro, pero déjame pensar al menos un poco, eres delicado, hay que hacerlo con calma, como en una novela -
-De cuantas páginas será -
-De muchas, pero me gustan las historias en las que la trama principal inicia rápidamente pero está, ya sabes, coherente - asintió -
-Entonces... Si te beso ahora ¿no tendrá coherencia mi historia? - sonreí -
-No lo sé, yo creo que... Tal vez - rió-
-Pues, esperaré un poco más - se echó para atrás, lo imité, suspiró luego de un rato - ¿qué eres de Sebastian? Y por qué a Claude le dices... Tony o algo así - reí negando-
-Tito, él... Pues, fue un chiste, él era amigo de Sebastian en los comienzos-
-¿Comienzos? -
-Claro, cada cierto tiempo, echan a la tierra a 6 Demonios, pero esta vez, solo echaron a Sebastian y a Claude, no les permitían ingresar -
-¿Por qué? -
-Pues... Los echaron del cielo, y luego, ellos al estar heridos, solo los curaron y luego tuvieron que dejarlos ir -
-Y esto tiene que ver por...
-Porque, meses después, comenzó su búsqueda, Claude me encontró y sonrió al ver que habían otros de su especie, él no se había presentado aún y comenzó a hablarme de un hombre que conoció en Infernum, en el suelo 4 -
-Y...
-Pues, aquel hombre se llamaba Tito Livio -
-Ahhhhh... See - decía sarcástico - ¿sabes? Escribo sobre él siempre - reí -
-Bueno... Pues como sabes él es, según Claude, la persona que escribió Ab Urbe condita libri -
-Pfff, ya lo sé - reí -
-Bien, entonces, lo que pasó fue que él, Claude, me contó de su vida corta allí en Infernum, y dijo que debía de buscar a un amo en los próximos meses- infle mis mejillas-Entonces me contó sobre Tito, bah, lo mencionó, dijo que lo ayudó y le contó de sus aventuras y...
-Tito... ¡quéjeso! ¿Se come? - rió
-No, pero, es bastante importante que sepa que hay que deberle respeto, es una persona que escribió y vivió la historia de Roma desde su Fundación, es increíble - reí ante la exageración -
-Y a ti... ¿Debo tenerte respeto? -
-Pues claro - reí -
-Entonces eres como Tito -
-Yo no dije...
-Tito - rió -
-Perdóneme, me he olvidado de presentarme, Señorita, Claude Faustus, a su servicio, y creo que podrá perdonarme el no comentarlo-
-Tito - musité - Tito -
-eso suena muy lindo desde sus labios -
-y entonces, me besó - dije tratando de sonar sensual, pero...
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Mi Pequeña Diablilla
Romance¿Sabía que los humanos son más que fáciles de enamorar? Eso sí, sólo si eres un espécimen bastante extraño de Muñeca Demoníaca. Como Rose. Como ella, como mi todo, yo la había conocido hace años y años, milenios incluso, usted ni había nacido, ni ha...