-Cásate conmigo -
-¡Wow wow wow! Esto ha ido muy lejos - Ciel se paró señalandolo con el periódico.
-¡Sí! ¡Ya tengo a tres! - alcé mis brazos - ahora falta mi Tito - él se acercó a acariciar mi cabeza -
-Yo siempre estaré para usted - reí-
-Esto es divertido - comenté - ¿verdad Sebas? - negó -
-No, esto es suficiente, lamento decirle esto, pero deberá elegir, porque el Señorito y yo nos iremos de éste lugar en unas horas, por lo que, o es su Tito y el Señor Alois, o nosotros - se cruzó de brazos -
-Te aseguro que no voy a perdonarte este show que has hecho, Rose - Ciel me miró -
Me crucé de brazos.
🌼🎀🍭🍬🍭🎀🌼
-No es justo -
-Rose, no me obligues a soltar un reproche hacia ti - Ciel siguió peinando mi cabello - Hace apenas unas horas has logrado que Sebastian y yo hiciésemos un pacto para estar contigo, entiendo en la situación en la que te encuentras, pero no es correcto meter a uno de mis enemigos - gruñó al mismo tiempo que jaló un poco mi cabello, estaba enojado.
Su habitación era muy grande y bonita, el azul abundaba su mansión y los sillones eran lo más cómodo que pude presenciar, pero ambos no escuchaban mis palabras, ya que se habían tomado unos minutos para decidir que un día estaría con Sebastian y otro con Ciel, como si yo fuese su hija y ambos se hubieran divorciado.
Al final, hoy tocaba con Ciel.
Y lo que él decidió, fue peinar mi cabello, y quejarse.
-¿has entendido? - asentí con la cabeza gacha, avergonzada, me giré para darle un beso en su mentón - no me conquistas - sonreí - tu... cabello es muy largo - siguió peinandome - me gusta -
-¿piensas sólo hacer esto toda la noche? - asintió -
-Si deseas tener sexo, para eso está Sebastian, a mi me gustas por como eres, no por tu cuerpo- encarné una ceja -
-Ven aquí - me senté a ahorcadas - ¿has tenido novia? - suspiró -
-eres hermosa, Rose, pero no soy bueno y temo que...
-¿Con quién lo probaste? - negó rápidamente-
-Soy un Conde, no tengo tiempo para eso - rodé los ojos - no hagas eso -
-¿qué cosa? ¿Lo de los ojos? - asintió - eso es raro -
-tú eres rara, sólo no lo hagas-
-¿te enojaste? - sonreí - eso es divertido, enójate más - tomé sus manos y las puse en mis glúteos, se sonrrojó - Ciel, eres un hombre, toma tu protagonismo -
-¿qué ocurre? Yo sólo quiero pasar tiempo contigo, no quiero esto - me concentré para poder sentir sus latidos, estaba extasiado, esto le gustaba, pero no podía admitirlo -
-Ciel, Elizabeth - frunció el ceño, me tomó de la cintura- ella es mucho más alta que tú, y un día incluso te defendió, yo lo sé y tú lo sabes, ¿no estás algo cansado de ser así? Vamos Ciel, déjame ser tu damisela en apuros - sonrió y negó -
-estás castigada, Sebastian lo reiteró, nada de este tipo de gustos- abrí los ojos - no vas a ganar Rose, lo que hiciste hoy no te lo perdonaremos tan fácil, cuando decidamos que es el momento, voy a tomarte de todos tus sitios carnosos y voy a jugar a un juego que ni el mismo Sebastian te daría en su eternidad- posó sus manos en mis mejillas - ¿entiendes mi amor? - Tragué en seco, asentí - muy bien-
Ese día, nos dormimos abrazados.
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Mi Pequeña Diablilla
Romance¿Sabía que los humanos son más que fáciles de enamorar? Eso sí, sólo si eres un espécimen bastante extraño de Muñeca Demoníaca. Como Rose. Como ella, como mi todo, yo la había conocido hace años y años, milenios incluso, usted ni había nacido, ni ha...