Mi Pequeña Diablilla

🌼Chapter 8🌼

-No haga un berrinche por lo que no sucederá, créame - comencé a llorar, si lo hacía, él se derritiría - oiga, duermase de una vez -

-¡Nadie me comprende! - le grité, él negó de una forma pacífica -

-Señorita, no llore, se lo advierto - me volteé un poco -

-Vete, no formes parte de nada - suspiró cansado -

-Deje de temblar, parece... Parece un gato - lo sentí triste - pare, no me iré, necesito que se duerma -

-Te odio - miré hacia otro lado - bueno... No, Yo... Eso malo - rió -

-Que linda es tratando de mentir, la venero demasiado - sonrió de lado -Mañana, si el Señorito se lo toma mal, le aseguro que no lo repararé - sonreí y salí de la cama para saltar hacia sus brazos y abrazarlo, me sujetó -

-Te quiero Demasiado Sebas! - trató de parecer enojado, pero luego sólo me acarició la cabeza -

-Bien, ya está, a dormir - asentí - mañana será un día ajetreado -

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-Hey, Rose, despierta - abrí mis ojos y observé a Ciel enfrente de mi -

-C-Ciel - sonreí y lo abracé, parecía sorprendido por el gesto -

-O-oye... Aún no es el fin de la historia que quiero, aún falta mucho- reí - aunque no me importaría terminar lo escrito y seguir lo no - volví a reír -

-Te extrañé - dije - mucho - sonrió-

-Yo también, pero se supone que no estoy aquí, así que baja el volumen- asentí -

-¿Y Sebastian? -

-Pues... Entrará en ésta habitación en 5 segundos exactos -

-¿Cómo lo sabes? -

-Presentimiento - sonrió -

La puerta se abrió de repente, Sebastian.

-¡Sebas! Mira, Ciel vino a despertarme - me acurruqué en sus brazos, me recibió con gusto, senti una caricia en la cabeza-

-Oh no - se lamentó - Señorita... ¿Hoy es la segunda semana de este mes? - asentí, besé a Ciel en la mejilla - Qué momento inoportuno para estar con aquello - suspiró -

-¿De qué hablas demonio? - preguntó Ciel -

-Bien, pues, creo que comenzaremos con la charla - lo miró serio - ¿puede sentarse? Con ella, debe estar con alguien al menos unos minutos - Ciel parecía no entender -

-Siéntate - le dije, él me sujetó de la cintura y se sentó conmigo en sus piernas - Sebastian te va a contar algo y... - suspiré - Necesito que lo entiendas - besé su mejilla - eres muy importante para mi -

-Oye, ¿tienes fiebre o algo cariño? - me preguntó y tocó mi frente - Qué digo, eres una de esas muñecas - bufó- no entiendo nada - confesó-

-Pues, yo se lo contaré, aunque me moleste de sobremanera, mi señor, lo haré por mi pequeña - me sonrió -

-Ajá, tu pequeña - reí -

-Bien, concéntrese - decía algo molesto - la mujeres, cada mes, soportan algo llamado...

-Sí, sí, no hace falta que me lo expliques, Elizabeth estuvo farfullando sobre eso -

-¿Elizabeth? - pregunté, su prima, lo veía -

-Mi... Prima, solo mi prima - observé otras cosas, pero el sentimiento era cierto -

-V-vale -

-No la entristezca - advirtió - no tiene aquello, ahora llamado castigo de Dios porque Eva comió aquella fruta - largué a reír - sabía que eso la alegraría, siempre le ha gustado ese chiste - sonrió -

-Al punto, no entiendo porqué está así - besé su mejilla - aunque me gusta - admitió -

-La Señorita Rose, como toda nefilim, fue concedida con una maldición, como dicen los humanos-

-¿Nefilim? -

-Angel caído - reatribuyó - una muñeca demonio con el tiempo. No lo entendería. Al fin, fue, según lo estipula, concedida con el don de no poder mentir - me sonrió - así que la princesa es muy honesta -

-Cállate - dije - tú no opines - suspiró -

-Su cerebro, como el de todos los humanos está dividida en diferentes secciones, y la de la que le hablaré hoy, se llama Núcleo estriado, y es la zona donde se encuentra el Amor, el aprecio, afecto... Drogas - reí - gratamente, la Señorita detesta las drogas - asentí de forma afirmativa -

-Ciel - susurré -

-Cariño, necesito comprender qué eres, y para ello, debes dejar de... - Lo besé, él parecía demasiado sorprendido -

-Bien, suficiente - Sebastian me tomó de la cintura y me cargó - la señorita tiene tres núcleos, y por ello necesita el triple de amor de una persona normal, y será cada vez peor estos cinco días que dure su traspaso por el castigo de Eva - me abrazó - váyase - ordenó - Lamento decirle esto mi Señor, pero la Señorita puede satisfacerse solo con mi amor - Ciel encarnó una ceja-

-Si necesita el triple de... Eso, ¿por qué crees que tú llenarás aquellas tres ranuras? - preguntó cruzándose de brazos -

-Yo lleno dos, al ser un Demonio, puedo proveerselo, usted ocuparía un espacio, pero... No me gusta compartir - miró hacia otro lugar, besé su mejilla - Venga, iremos a desayunar, usted también, Amo, al menos que desee algo en especial -

-Sí, quiero ser su otra mitad -